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Mundo :: 21/07/2020

¿Es el PC de la Federación rusa (PCFR) un partido comunista marxista leninista?

Joaquin Rodriguez

 Después de la desintegración de la URSS y el decreto de prohibición del PCUS promulgado en otoño de 1991 por el renegado Yeltsin los militantes del todo poderoso en otros tiempos PCUS se encontraron en una situación muy complicada y en un estado de absoluta suspensión y confusión.

En las filas de los militantes "sin militancia" del anterior PCUS reinaba un intensivo y caótico proceso de "ficción" política y sobretodo ideológica. En la actualidad el proceso sigue siendo extremadamente confuso ideológica y políticamente a causa del "colapso" ideológico de la "estrella" del PCUS en los últimos 40-45 años.

Sin embargo, y sin entrar en la historia de las peripecias de este proceso, a los finales de los años 90 el PCFR fue capaz de crear una relativa consolidación organizativa de sus filas en un marco ideológico muy débil y absolutamente insuficiente. Pero, incluso con esta decoración político-ideológica se situó como segunda fuerza política en Rusia.

¿Pero se alzó hasta un verdadero Partido Comunista y se convirtió en una organización política, vanguardia revolucionaria de la clase trabajadora? La respuesta a esta importante pregunta debe obedecer a un rigor necesariamente objetivo y serio, ya que el PCFR numéricamente es el mayor partido denominado comunista y con mayor parcela de presencia en los poderes estatales entre todos los partidos comunistas del mundo (excluyendo los PCs de China, Vietnam, el Partido del Trabajo de Corea Popular Democrática y Cuba). El PCFR posee esta característica de peso específico en un momento crítico y de circunstancia crucial para la regeneración clasista y revolucionaria de la ideología marxista-leninista, heredera de la dialéctica del marxismo clásico.

Intentaré responder, o al menos acercarme, con argumentación seria y objetiva a esta respuesta nada fácil.

Las últimas elecciones presidenciales del 18 de marzo de 2018 de nuevo han otorgado al PCFR el segundo puesto en votos, después del partido en poder "Rusia Unida" de Putin. El partido gubernamental, ideológica y políticamente de carácter neoliberal, con estrategia y tácticas de defensa de los intereses de la oligarquía financiero-industrial del "joven" neocapitalismo ruso con fuerte presencia o cuota del capitalismo estatal, debido a las específicas circunstancias del proceso histórico que tuvo lugar en los últimos 33 años en la ya extinguida URSS y en la nueva Rusia neocapitalista, consolida su liderazgo político. El PCFR mantuvo su segunda posición por cuarta vez consecutiva (2004, 2008, 2012, 2018).

Sin entrar en ningún tipo de análisis de los resultados de las elecciones presidenciales en Rusia en el periodo 2008-2018, sin embargo sería necesario recurrir a una breve demostración de la dinámica de los votos: del partido liberal capitalista "Rusia unida" (RU) de Putin en el poder desde el año 2000 y del segundo partido en el mapa político de Rusia, el PCFR. Dicha breve y simple demostración nos ayuda acercarnos al desarrollo del objetivo de este ensayo.

2004

2008

2012

2018

RU

71, 31%

70, 28%

63,6%

66,72%

PCFR

11,77%

17,78%

17,18%

15,3%

Veamos que reflejan o significan estos resultados y cuáles son los principales problemas del PCFR en el presente y en el futuro. Veamos en qué estriba la causa y el efecto y no al revés.

Muchos achacan los resultados del PCFR en las últimas elecciones presidenciales por la discutible y errónea promoción de una candidatura dudosa, "no tradicional" y controvertida. Pero esto es una visión muy simplista y superficial (Federico Engels procedía de la clase capitalista). Se confunden las conclusiones con las causas. El problema reside en que la presentación como candidato a presidente por parte del PC de un "nuevo" capitalista indica sin duda que la "salud" ideológico-política está muy y muy seriamente dañada.

Por eso el PCFR teniendo prensa, propio canal de televisión y numerosos simpatizantes, aunque más bien intuitivos que conscientes se le ve muy poco en la vida política y social del país. Por eso el PCFR en la actualidad se siente satisfecho si obtiene más del 15% de los votos de los 2/3 de la población participante en las elecciones y con un apoyo a su líder oscilante alrededor de un 10% de todos los votos censados.

Salta a la vista que el PCFR de hoy no es ni siquiera el PCUS anquilosado en la dogma de una ideología "cuasi teórica" y sin desarrollo dialéctico durante varios decenios acorde a la intensiva transformación geopolítica y económica del planeta y con una estructura de burocratización inmovible de los años 60-80 del siglo anterior. Aún más distanciado del PCR (b) de los años 25-50, años trascendentales de dichas transformaciones sociales, económicas y culturales, partido inspirador y dirigente del pueblo soviético en sus hazañas heroicas (la Oran Guerra Patria, la reparación y reconstrucción del país devastado y el nuevo gigantesco salto en todas las áreas de la economía y vida social popular).

Y por supuesto, ni que decir, no le queda ni rastro del PRSDO (b) de la Gran Revolución Socialista de Octubre, del vencedor en la Guerra Civil contra la contrarrevolución interna y la intervención extranjera, vanguardia organizadora y ejecutora de las bases de la primera nueva formación social en el mundo.

Es evidente que esta específica comparación del PCFR actual con sus antecesores-procreadores históricos determina la calidad ideológica-política y "revolucionaria" de la militancia del PC actual.

En los años 90 en el PCFR quedaron o entraron militantes del disuelto PCUS que decidieron no romper con su pasado comunista (en su apreciación), ni con su conciencia. Es decir intentaban preservar para ellos el derecho de llamarse comunistas y militar en un partido que se domine como comunista.

¿Pero de qué partido? De un partido que actúe en la legalidad y el marco de la legitimidad de un sistema neocapitalista. De ningún modo no convertirse en un partido "no registrado y prohibido", en un partido en la clandestinidad.

Esto significaba a todas luces que la militancia del PCFR cualitativamente no podría ser, y no lo fue, políticamente activa y con ánimo o afán revolucionario, tanto por su "pacífica" disposición, como por su "bagaje" ideológico político heredado del PCUS de los años 65-80. La masa de militantes (en su gran mayoría) del PCFR no aspiraba a transformaciones radicales socio-económicas y se contentaban con mejoras del orden/régimen socio-económico reinante en Rusia después de la derrota del régimen socialista (con más rigor del comunismo vulgar).

En una palabra, estos militantes no eran transformadores revolucionarios como sus predecesores bolchevique-comunistas. En mi opinión, esta condición fue el principal problema, que engendro lógica y naturalmente otros problemas.

Uno de esos otros problemas consistía en que en el movimiento comunista se encontraron, en general, personas de temperamento conservador del periodo tardío soviético, orientadas más a la "conservación y mejoramiento" de los restos de los logros sociales soviéticos, a un trabajo mesurado, tranquilo y concienzudo, pero no a la lucha y oposición activa y combativa. Pero lo contradictorio y ilógico de esta circunstancia es que estas personas conservadoras y apáticas se reunieron bajo la bandera de una ideología más caldeada, combativa y radical; una ideología más creativa y constructiva en la historia de la humanidad. Esta contradicción fue el germen fundamental de este otro problema.

Sigamos con la exploración de las causas que engendraron otros problemas correspondientes para el futuro del propio PCFR y sus perspectivas o papel en la futura vida político-social de Rusia. El cuerpo de la militancia formado en condiciones de ausencia de lucha política, por un lado, y la existencia por otro lado de imágenes sacro históricas, creía sagradamente en que la victoria garantizan las consignas políticamente correctas por sí mismas. Que con repetir los mismos eslóganes lanzados en su tiempo por los bolcheviques a las masas trabajadoras y conquistar el poder político, el PCFR podría conseguir lo mismo una parcela importante de lo mismo.

Pero no pudieron, ni tampoco quisieron entender que la victoria histórica de los bolcheviques no fue conseguida sólo por los eslóganes o declaraciones por correctos que fuesen, sino por un trabajo cotidiano y haber llegado al límite de los recursos y posibilidades físicas y psicológicas del ser humano. Este factor condicionó el surgimiento de este otro problema, el tercero.

Dichos factores y circunstancias a la vez dieron origen al problema relacionado con el propio funcionamiento y trabajo político práctico del PCFR a todos los niveles estructurales, desde la militancia hasta su cúpula dirigente. La militancia de base en su confusión del entendimiento entre que consiste el trabajo práctico político se limitaron a esperar de sus dirigentes declaraciones, propuestas y acciones decisivas y rotundas; veían su tarea cotidiana en deliberación en sus reuniones de partido de los acontecimientos, de las acciones del poder gubernamental y de su propia dirección con toma de respectivas resoluciones. La cúpula del PCFR por falta de un programa mínimo (sobre todo) y un programa máximo basados en la dialéctica del marxismo-leninismo y un análisis materialista de rigor se quedaba desprovisto del arma de línea política táctica de cómo organizar la actividad y el trabajo actual de las masas militantes, exigían de ellas obediencia y asistencia disciplinada a los actos del calendario (mítines, manifestaciones y etc. como en los tiempos del PCUS anterior en la URSS) sin darse cuenta que en Rusia reinaba un régimen de capitalismo estatal y de neocapitalismo liberal.

Nos encontramos a causa de esos mismos factores con un problema de especial gravedad. El grueso directivo del PCFR a todos los niveles repelía constantemente de sí a la parte relativamente más enérgica y propensa a acciones activas, que pese a todo se acumulaba poco a poco. Esta línea dañina para el propio PCFR se completaba con siguientes acciones ideológico-políticas y organizativas: conflictos permanentes y agresivos con grupos o partidos comunistas más a la izquierda (como el PCE en sus tiempos usurpó la "hoz y el martillo"); una lucha enconada con los partidarios de la recuperación no del PC ruso, sino del PCUS la escisión y brusca ruptura con la dirección del URC (Unión Partidos Comunistas)- PCUS y su derrocamiento; escisión con su propio activo después de su derrota en las elecciones de 2003; y por fin el colofón de esta dañina línea política la "lucha con el neotrotzkismo" en 2006-2007 con la práctica liquidación de sus más fuertes y activas organizaciones en Moscú, Leningrado y otras grandes ciudades hasta la expulsión del partido de sus militantes más activos y críticos constructivos. Ya de por sí mismo este penoso "currículo", incluso sin ningún análisis escrupuloso, llama poderosamente la atención: estas "pírricas victorias" están logradas por un partido ideológicamente anclado en los dogmas del marxismo-leninismo de los años 1910-1923.

Y por fin, nos encontramos con el problema generacional como lógica consecuencia de los cinco problemas enumerados anteriormente. Conviene recordar la historia: en el VI Congreso del PRSDO (b), que tomó en agosto de 1917 el curso al alzamiento armado, la edad media de sus delegados fue de 25 años. En el PCFR, posiblemente, será la edad media de su organización juvenil.

Los procesos de desarrollo de cualquier forma de vida y especies en nuestro planeta obedecen a la ley de regeneración constante. El desarrollo de la vida social, perteneciente exclusivamente a la especie humana, también y especialmente acentuado en el área político social. El aflujo de nuevas generaciones con características propias sociales, culturales y éticas inciden poderosamente en el rumbo de los procesos venideros. El PCFR comprendiendo la importancia de este factor trata de atraer a la juventud a sus filas. Pero… por una parte no sabe, merced a su pobreza ideológico-dialéctica, con precisión necesaria a traerla masivamente, y por otro lado no se resigna considerarla como unidad activa de choque del partido, sino le asignó mero papel de aprendiz cuya principal ocupación y oficio debe ser el respeto y obediencia a los mayores, es decir a la dirección del partido.

Por la fuerza de estos problemas y a causa de ausencia de un programa realmente revolucionario y evolutivo, basado en un análisis de rigor científico y en la dialéctica materialista (marxista-leninista), el PCFR, incluso con justas y correctas "gramaticalmente" palabras y frases de sus programas y llamamientos electorales, no tiene nada que proponer a la clase trabajadora, no presenta grandes proyectos trascendentales y no puede encontrar el léxico intelectual necesario para convencer a las masas trabajadoras alcanzar las metas revolucionarias, que el PCFR no es capaz de definir con determinación analítica de la teoría de clases.

En mi opinión, el PCFR pasando las difíciles pruebas de los años 90 a razón de los problemas y causas arriba indicadas, no se alzó hasta convertirse en un partido verdaderamente comunista y revolucionario, sino se convirtió en un partido socio cultural más.

Para entendernos. Las diferencias de estas dos formas de partido consisten en:

-un partido político se apoya en los intereses o necesidades socioeconómicas de determinadas clases y capas sociales, expresa y defiende esos intereses en su lucha política por el poder

-un partido sociocultural defiende palabras y frases tradicionales, imágenes y nombres, los intereses de costumbre y preferencias socioculturales.

Precisamente esto último le pasó y le está pasando al PCFR, y precisamente esas palancas de acción se interceptan con facilidad por el adversario político.

¿Qué oyó la clase trabajadora el PCFR en la última campaña electoral presidencial de boca de su candidato, el "capitalista popular" Grudinin: creación de empresas populares, nacionalización de la gran industria, la lucha con la corrupción y etc.? ¡Ni palabra de la lucha de clase revolucionaria, ni tampoco sobre la ambición constructiva de edificación creativa de grandes proyectos de época!

Y si echamos un vistazo al programa electoral de Putin, "gerente" del capitalismo estatal y neocapitalismo en Rusia podemos observar mucha más ambición: desplegar la actividad industrial en los amplios y vastos territorios todavía no explorados económica y demográficamente; garantizar el cambio del sistema de sanidad con el objetivo de subir la longevidad media de la vida hasta los 80 años; continuar activamente con el programa de dominio del espacio y etc., etc. y con promesas, previamente argumentadas y calculadas, de garantizar la financiación de estos programas.

Claro está, que teniendo en cuenta el nivel de conciencia social y la cultura de las clases y grupos sociales, no es tan importante e interesante quien tenga razón o no y a quien beneficiarían estos programas. La respuesta es obvia, ya que vienen del "gerente" del neocapitalismo ruso.

Lo destacable es que ante estas masas ofuscadas y clonadas, pero todavía con restos de memoria sobre la historia, no tan lejana, de su país Putin y Cº emocional y grotescamente se perciben ante muchos de la masa electoral como continuadores de proyectos de gran escala de los bolcheviques. Pero de ningún modo el PCFR.

Para salir de este "laberinto" y convertirse en un verdadero partido marxista-leninista revolucionario, vanguardia real de la clase trabajadora en la lucha por el poder político, el PCFR tiene por delante un largo y tortuoso camino, y desde luego no el actual por el cual esta caminando.

Sobre todo y en primer lugar ante el PCFR, como mayor organización política con pretensiones marxista-leninista del mundo capitalista, se alza imperiosamente urgente la gigantesca tarea de reconstrucción y recuperación de la dialéctica y vitalidad del marxismo-leninismo.

Esta gigantesca tarea requiere un amplio, serio y científicamente profundo y objetivo análisis del desarrollo de la dinámica del mismo en todo el espectro de sus determinantes características.

Lógicamente, para poder cumplir con esta tarea de enorme dificultad el PCFR debe nutrirse necesaria y obligatoriamente de un compacto y poderoso grupo/equipo de adeptos concientemente al materialismo histórico y dialéctico, bases esenciales del marxismo-leninismo. Este grupo/equipo debe componerse de personas altamente cualificadas en el amplio abanico de ciencias/disciplinas que caracterizan el principal núcleo del proceso evolutivo en este y futuro período de vertiginosas transformaciones económicas, científico-técnicas, culturales, psicológicas, demográficas y ecológicas.

La creación y formación de este "cerebro colectivo" es a su vez una tarea muy complicada, como ha demostrado y sigue demostrando la historia.

El PCFR tampoco se salvara por inercia de esta complejidad y dificultades. Tendrá que resolver con firmeza, inteligencia y flexibilidad a la vez sus contradicciones o problemas ya expuestos, que se resumen en:

-la contradicción de su condición actual de un "partido sociocultural" y la tentativa de tener un papel relevante e importante en la vida política del país

-la contradicción entre su pretensión a la "continuidad histórica" de los intolerables bolcheviques y la inmanente orientación/ directiva huir de enfrentamientos frontales para estar en condición de torcer en el momento más decisivo

-la contradicción entre la proclamada esencia suya antisistema y el deseo de posesión de un confortable sitio en ese mismo sistema

-se podría añadir, al menos en estos momentos, la contradicción entre el temperamento conservativo de la masa mayoritaria del partido y las tentativas ilusorias, y por lo tanto falsas de actuar en nombre de la ideología más radical de la historia universal de transformación social en verdadero provecho del ser humano.

Este artículo se puede considerar como un lógico adjunto, o mejor dicho continuación, ya que abarca el periodo actual, en formato muy conciso de mi recién terminado el libro "Sobre la lógica de la historia de la URSS". Su aparición se debe a la culminación de las últimas elecciones presidenciales de mayo de 2018 en Rusia.

Los resultados de estas elecciones han dado lugar a un sinfín de comentarios, opiniones y artículos, que de una u otra forma resumen la tónica dominante sobre los resultados de las últimas elecciones gira sobre dos temas: la victoria del partido del poder "Rusia unida" de Putin y la derrota del PCFR. Sobre el PCFR pende como la "la espada de Damocles"-¿será capaz el PCFR ganar en el futuro las elecciones y subir al poder? Esta pregunta o planteamiento erróneo y fuera de lugar para un análisis serio. Se confunde el objeto con el sujeto. Antes se debe determinar qué tipo de partido es el PCFR, con qué programas y a quien estarán dirigidos. En una palabra: ¿es el PCFR un partido comunista marxista-leninista? A esta pregunta intente responder en este artículo.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fT2v