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Nacionales E.Herria :: 15/08/2020

Maravillas, violada y asesinada junto a su padre en Nafarroa

A. Bas.
Fué un día como hoy. Los falangistas y demas facherio del pueblo cometieron uno de los crimenes más horrendos de la "guerra civil". Tenía 14 años

Los verdugos, conocidos e identificados por los lugareños, nunca pagaron por sus crímenes. Así se ha escrito la historia de España, sobre la impunidad y el olvido a los crimenes de la banda criminal Falange y en general de toda la inmundicia que se vino a llamar "bando nacional".

Las bestias no tenían alma ni corazón. Mucho menos piedad. Sólo les movía el placer de humillar y matar, independientemente de la edad o situación de la víctima. Nada, absolutamente nada, parecía detenerles. Maravillas Lamberto lo experimentó en carne propia. Nunca mejor dicho. Nunca tan terriblemente dicho. Tenía 14 años. Y ellos, los hombres-bestias con bandera franquista, la violaron repetidamente delante de su padre. Cuando se cansaron, o parecían cansarse, la sometieron por última vez. Y entonces sí, también con su progenitor de testigo, la fusilaron. Para ella ni siquiera hubo una cuneta: según distintos relatos, sus restos fueron arrojados a los perros.

“La noche los vio entrar / eran hombres sin luz / venían a todo gritar / eran la muerte azul”, dicen las primeras estrofas de “Maravillas”, escrita y cantada por el músico navarro Fermín Valencia. 

Era de noche. De repente, sonó la puerta. El mensaje era claro: o la abrían, o la tiraban. Así lo advirtieron los dos guardias civiles del puesto de Artajona que se presentaron en el hogar de la familia Lamberto. “Hicieron levantar a mi padre, que estaba en la cama. Mi hermana Maravillas, que sabía lo que estaba pasando esos días en el pueblo, les preguntó qué le iban a hacer”, recuerda Josefina.

Los temores ya rondaban desde hacía varios días. Vicente Lamberto, marido de Paulina Yoldi y padre de Maravillas, Josefina y Pilar (ya fallecida), era un humilde campesino afiliado a UGT. Con eso era suficiente para que los falangistas del pueblo lo pusieran en la diana. Primero amenazaron con expulsarle de Larraga. Luego optaron por ir a buscarle a casa, despertarle a punta de metralleta y llevárselo para siempre. Maravillas pidió ir con él. Los captores, que sabían cómo transcurrirían las horas posteriores, cogieron a la niña y la subieron al camión. En este secuestro participaron, además de los dos agentes de la Benemérita, el falangista Julio Redín Sanz y otro hombre que fue identificado como “el hijo del churrero de Larraga”.

Maravillas y su padre fueron llevados hasta el término municipal de Ibiricu, situado a unos 40 kilómetros de Larraga. Según reconstruye el historiador Iñaki Egaña en el libro “Los crímenes de Franco en Euskal Herria. 1936-1940” (Editorial Txalaparta), el vehículo se detuvo a la altura del kilómetro 12 de la carretera de Estella a Etxarri Aranaz. “La volvieron a violar delante de su padre y luego los mataron a ambos”

Falangistas, Guardias Civiles, fachas....el pueblo de Larraga los conocía. En la noche de la dictadura fascista que nos dejó de herencia una monarquia borbonica, que se ve salpicada de multiples escandalos, gozaron de impunidad y al igual que el matarife mayor, murieron de viejos, viviendo la vida y rodeados de su familia

Esta historia retrata perfectamente a la España fascista. La que aún sobrevive.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fT6G