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Europa :: 22/08/2020

¿Qué pasa en Bielorrusia?

Izquierda Castellana
Los cretinos embelesados con la reactivación de la globalización, entre Juan Carlos y Lukashenko,optan por Juan Carlos, que ese sí que es honrado, justo y generoso.

Es una constante en los últimos tiempos que cuando unas elecciones no dan resultados al gusto del capitalismo occidental, estas sean cuestionadas bajo el pretexto de falta de transparencia, de igualdad de oportunidades… es decir, de lo que aquí en el Estado español andamos sobrados.

Esta vez le ha tocado a Bielorrusia. Es el inicio de una nueva “revolución naranja” en el Este europeo.

Bielorrusia tendrá sus deficiencias en cuanto a estándares democráticos, no mayores que cualquier país de Europa occidental, pero obviamente esa no es la razón del intervencionismo de la UE. Solo los estúpidos pueden creer tal cosa.

Las razones para el intervencionismo del capitalismo europeo en Bielorrusia tienen única y exclusivamente que ver con las grandes expectativas de negocio que hay en ese país si estos pudieran hacerse “libremente”, es decir, sin el control de un gobierno que sigue considerando que la propiedad pública de bienes y servicios es algo positivo para su sociedad; y que los procesos de privatización, cuando no queda más remedio que hacerlos, han de hacerse de una forma controlada y planificada.

Algunos datos de Bielorrusia:

En el año 1918 se funda por primera vez en la historia la República Nacional de Bielorrusia, que en 1922 se incorpora a la URSS, aunque con un estatus especial; eso lleva a que Bielorrusia sea uno de los 51 países que firman la carta de fundación de las Naciones Unidas en el año 1945.

Bielorrusia ocupa una superficie de 207.600 km cuadrados, es decir, algo menos de la mitad del territorio del Estado español, y su población es de 9.724.700 personas. Su capital, Minsk, tiene 1.741.400 habitantes.

Bielorrusia no tiene salida al mar, limita con Lituania (Báltico); Letonia (Báltico); Polonia; Ucrania y Rusia.

Su configuración nacional e institucional está muy asociada a la propia configuración de la URSS.

La conquista de Bielorrusia tuvo una especialísima importancia como zona de paso privilegiada hacia Moscú en la invasión nazi/alemana de la URSS (Operación Barbarroja en junio de 1941).

Los nazis destruyeron 209 de las 290 ciudades de Bielorrusia; el 85% de su estructura industrial y mas de un millón de edificios. Mataron entre dos y tres millones de personas, es decir entre el 25 y el 30% de la población total.

Alemania, tan exigente ahora con Bielorrusia, ¿ha pedido perdón sobre el genocidio que practicaron sobre ese pueblo?

En 2018, Bielorrusia ocupaba el puesto 53 de 189 países en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Tienen un sistema sanitario eficiente, la tasa de mortalidad infantil es muy baja, 2’9 por mil, frente al 3’7 del Reino Unido o el 6’6 de Rusia.

El sistema sanitario y educativo son públicos y universales. La tasa de alfabetización es del 99%.

Tienen 40,7 médicos por 10.000 habitantes, mientras Suecia y Finlandia tienen 41,9.
La tasa de desempleo ronda el 1’5% y las mujeres ocupan más del 50% de la población activa. El sistema bancario es público en lo fundamental.

Los bosques ocupan el 40% del territorio y pertenecen al Estado; no hay bosques privados. Están bien conservados y gestionados, con un alto número de guardas forestales. En el bosque de Bialowieza, que comparten con Polonia, se encuentra la única gran reserva de bisontes europeos.

Los medios de comunicación fundamentales son también de propiedad pública.

En las últimas elecciones legislativas se obtuvieron los siguientes resultados: el Partido Comunista obtuvo 8 escaños; el Partido Patriótico 3; el Partido Republicano de Trabajo y Justicia 3; los Partidos Democráticos Liberal y Unidad Cívica, 1 escaño. Los 94 restantes fueron para personas independientes.

El 80% de la industria es de propiedad estatal. La mayoría de las tierras agrícolas, el 83%, igualmente.

Bielorrusia está considerada por Naciones Unidas como el 38° mejor país de 193 sobre administración gubernamental digital y como el 24° de 196 que más suscripciones tiene a servicios de banda ancha.

El déficit público en 2018 fue del 1,5 y la deuda pública es del 51% del PIB.

Los datos objetivos dejan en muy buen lugar a Bielorrusia, pero como tantas veces a lo largo de la historia la geoestrategia imperialista intenta condicionar el presente y el futuro de los pueblos. El capitalismo globalista va a por Bielorrusia, es un gran bocado porque tienen casi todo susceptible de privatizarse. Esperemos que el pueblo y el estado de Bielorrusia se defiendan con todos los recursos, incluyendo el ejército. Tienen toda nuestra solidaridad.

Los cretinos embelesados con la reactivación de la globalización, entre Juan Carlos y Lukashenko, por supuesto optan por Juan Carlos, que ese sí que es honrado, justo y generoso.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fT6u