Sanidad Privada y Covid. Diario de Navarra y el negocio de sus amigos

El 28 de octubre Diario de Navarra titulaba: “Los hospitales privados atienden a 101 pacientes derivados con Covid” Luego enfatizaba que “el coste es un 20% inferior al ingreso en la red pública” Al día siguiente, en la misma línea de desprestigiar el sistema público, publicaba este tendencioso titular: “167 sanitarios de la red pública están infectados, 87 en la última semana” Tratamiento mediático acorde a la campaña que el negocio de la salud está realizando en el herrialde en esta segunda ola de la pandemia.

En la presente situación sanitaria, y ante la reducción del negocio de la sanidad privada, desde el sistema público se están derivando pacientes a los centros privados sin justificación. Un sistema público estresado que aguanto la primera ola mayor que la actual y que no está saturado. Se dispone de camas libres en el sistema público.

Más allá de su aseveración, resaltada en Diario de Navarra, de que la asistencia sanitaria a los casos covid 19 realizada por la sanidad privada es más barata en la sanidad privada la consejera Santos Indurain:

No ha aportado ningún dato que avale su afirmación.No ha mostrado de manera trasnparente los nuevos conciertos con estas entidades para atender covid19.Hablan, y desde Cordovilla lo remarcan, de que las Navarras pagamos durante la primera fase de la pandemia 2,9 millones de euros cuando las cifras a finales de abril ascendían a los 3,7 millones y actualmente se encuentran en los 5,5 millones de euros públicos acumulados por los negociantes de la salud.

Lamentablemente nada nuevo en la opacidad con que se blinda históricamente el parasitismo de la sanidad privada respecto al sistema sanitario público en Navarra, en especial lo que concierne a la Clínica del Opus Dei.

La sanidad privada desde el inicio de la pandemia ha estado replegada sin atender a este tipo de enfermos, incluidos sus propios asegurados, hasta que ha surgido el negocio de las pruebas diagnósticas de laboratorio no aconsejadas de forma indiscriminada como las hacen. Es lo que tiene el dedicarse a ejercer una medicina de supuesto alto standing para las clases más pudientes con tratamientos muy costosos. Viene un virus y los ricos se encierran en sus mansiones sin hacer turismo de salud. Entonces hay que llamar a los amigos gestores del dinero público para que mantengan el negocio.

Es poco creíble que en centros de menor volumen que el Complejo Hospitalario, ya solo por economía de escala, los costes sean menores. Lo que afirma la consejera es como hacernos creer que el pequeño comercio se abastece de los productos para la venta a precios menores que las grandes superficies comerciales.

Hace poco Santos Indurain nos regaló en sede parlamentaria la afirmación de que era más barato subvencionar los servicios de farmacia a las residencias privadas de mayores que hacerlo desde el Servicio Navarro de Salud. Esta consejera médica algo debiera saber de economía dado que fue la persona designada por CCOO para controlar las cuentas de la expoliada CAN.

Si creemos a la consejera va a resultar que los centros sanitarios privados van a cesar en sus habituales prácticas de oferta y realización de pruebas superfluas, en la prolongación injustificada de estancias, en la coaptación de clientes derivados desde la sanidad pública y en el cobro injustificado de prestaciones hoteleras con las que inflan sus facturas. Más allá del precio concertado de la cama hecho público y recogido en la citada noticia del día 29 y que, en cualquier caso, la sociedad navarra está en su derecho a conocer.

Así, lo resaltado en las páginas de Cordovilla no es más información de la que a la ciudadanía se le debe. Por contra, tal y como se ha demostrado, hay datos que deliberadamente se ocultan ofreciendo una información sesgada y por lo tanto, tendenciosa. Como no, con el objetivo de blindar en negocio de la sanidad privada.

Responder a la crisis: poner todos los recursos, sean públicos o privados, bajo control público

Es evidente que estamos inmersos en una situación difícil. Es por ello que todas tenemos que estar dispuestas a aportar para solucionar el problema y utilizando todos los recursos de los que disponemos. Las sanitarias así lo hacen, incluso algunas dejando la vida en ello. Pero hay quienes no se han enterado de que aquí tenemos un grave problema sanitario. Se trata de toda la sanidad privada. En una situación así Mutuas, Igualatorios, San Migueles, San Juanes de Dios y Opus de toda clase están mirando los toros desde la barrera. Luego, si eso, aparecen y se llevan su parte de la faena.

¿Dónde está la Consejera? Es la pregunta. Aquí hemos ofrecido unas claves que la posicionan. ¿Por qué no interviene todos los servicios sanitarios de Nafarroa, que son muchos y programa un plan de trabajo para doblegar al virus con todos los medios al servicio de la sociedad?

Poco digna la Consejera y nada profesionales los sanitarios al negocio que viendo la que esta cayendo se esconden detrás de la cortina y esperan a que baje la inundación par ver qué pueden llevar a su casa.

El Gobierno tiene que intervenir la sanidad y ponerla al servicio de la ciudadanía porque es mucho más importante la salud de los ciudadanos que los negocios de algunos médicos.

Diario de Navarra siempre pondrá sus páginas a disposición para que el negocio sanitario no decaiga. Es deber de la sociedad combatirlo y reclamar actuaciones que pongan la vida en el centro, también en lo mediático.

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