Ábalos tiene que dimitir

 El ministro Ábalos ha anunciado hoy que rechaza regular los precios de los alquileres y que su propuesta para controlar el desbocado mercado del alquiler son incentivos fiscales a los mismos especuladores que ponen al límite a las familias de este país.

El ministro Ábalos sabe, como sabía hace un año, que la vivienda no es un bien de mercado, como no lo es el agua potable, el pan o la luz eléctrica. Se trata de bienes tan necesarios para una vida digna que se reconocen en todas partes como derechos humanos. Nos sonroja tener que recordarlo todavía.

Pero el ministro Ábalos sabe bien todo esto porque hace sólo un año hablaba con un idioma más humano que con el que ha querido hablar hoy. El ministro lo sabe porque hace un año decía justamente que la vivienda es "un derecho nuclear, que de él irradian muchos otros derechos: tener una vivienda es una cuestión de salud, física y mental, y es también una cuestión de dignidad.

Rebajar nuestra vida y nuestra dignidad a un bien de mercado más, exponerla a la promesa pagada de la buena voluntad de los especuladores es un insulto que la sociedad no puede ni debe pasar por alto.

Esto no es un juego, llevamos diciéndolo muy alto desde hace más de diez años. Se trata de vidas humanas, de nuestras vidas, y no vamos a permitir ni un desplante ni una frivolidad más con ellas.

Regular los precios de los alquileres fue un acuerdo de investidura y una condición necesaria para aprobar los presupuestos. No hacerlo, supone una traición.

Si su voluntad es, como dice, la de someterse él también a los especuladores y dejar que sigan mercadeando con nuestras vidas y nuestro futuro, si la credibilidad de este gobierno le importa a alguien, entonces el ministro Ábalos no puede permanecer ni un minuto más como responsable de vivienda de este gobierno y debe dimitir o ser cesado esta misma noche.

COORDINADORA DE VIVIENDA MADRID