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Barcelona :: 07/05/2021

La denuncia de un accidente laboral mortal de un trabajador de 19 años se viraliza en redes

Jorge Remacha
A través de las redes la familia pide justicia, señalando y difundiendo lo que la prensa calla.

El joven de 19 años trabajaba en la textil CIDAC en Cornellá de Llobregat (Barcelona) cuando sufrió un accidente laboral mortal debido a la rotura de un sistema de seguridad que ya había alertado. A través de las redes la familia pide justicia, señalando y difundiendo lo que la prensa calla.

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Se llamaba Xavi, tenía 19 años y en diciembre de 2020 se había mudado de casa de su madre en Roda de Berà a casa de sus tíos en Hospitalet de Llobregat para trabajar en la misma fábrica que su primo. Con ese sueldo podría ayudar a su madre y a su hermano. El nombre de la empresa textil (que desaparece de las noticias) es CIDAC. Es su tío el que ha difundido en redes la historia completa, pidiendo justicia y ayuda.

Según describe, la empresa no proporcionaba EPIs, siendo comprados por la propia plantilla, les hacía conducir carretillas sin carnet, trabajar jornadas de 12 horas, incluidos fines de semana, con horas extra no declaradas en las nóminas, almorzando con ratas y los sistemas de seguridad averiados.

Precisamente la avería del sistema de seguridad había sido señalada por el trabajador antes del accidente mortal. A la espera de juicio la respuesta de la empresa por el momento ha sido únicamente responder al abogado de la familia que iban a reunirse para decidir si pagaban el entierro del joven o no.

Estos accidentes rara vez son noticia, y mucho menos señalando a las empresas siendo en numerosas ocasiones el causante principal del accidente al no dotar a los trabajadores de medidas de seguridad.

Falta de equipamiento de seguridad en los puestos de trabajo, aumento del estrés durante la jornada, rebaja de los controles de calidad en la maquinaria, mayor presión patronal, jornadas laborales maratonianas, pluriempleos para “alcanzar” un sueldo, son sólo algunas de las situaciones con las que lidian millones de personas en su puesto de trabajo cada día.

En 2020 se contabilizaron 780 muertes por accidente laboral en el Estado español y más de un millón de accidentes, cifras que han superado las del año anterior a pesar del parón en la actividad económica por la pandemia y el aumento de los despidos.

Además, se trata de cifras oficiales que engrosarían sumando los casi dos millones de trabajadores de la economía sumergida. También hay que tener en cuenta la frecuencia con la que las empresas presionan a la persona accidentada para que no denuncie el accidente como laboral.

Otro elemento a señalar es la frecuencia de las malas atenciones en las mutuas y otros ejemplos de mala praxis médica, consecuencias del afán de ganancias de la patronal, que incentiva a través de las partidas presupuestarias gubernamentales a las que registran menos accidentes catalogados como laborales. Otra de las formas de ingresos de las mutuas es no reconocer enfermedades como laborales y derivar pacientes a la Sanidad Pública. El hecho de que sea habitual que las asesorías sindicales aconsejen acudir con una grabadora a la cita en la mutua muestran la extensión de estas prácticas.

Además, las causas de muerte o enfermedad a largo plazo derivadas del trabajo no suelen catalogarse como tal ni tener efectos legales. Se puede observar en el caso de la Fábrica de Uranio de Andújar, con un 70% de muertes tempranas por cánceres derivados de la exposición y ninguna indemnización. O en el caso del uso del amianto en muchos centros de trabajo hasta 2003, a pesar de ser prohibido a nivel europeo por ser cancerígeno hace 40 años, tal y como han denunciado colectivos como la plantilla del Metro de Madrid o de centros educativos.

A través de las redes se ha viralizado este caso que habla de una realidad que nos puede tocar un día u otro a toda la clase trabajadora. La desidia y la codicia de la patronal y las administraciones que les protegen no tiene muchos reparos en pasar por encima de nuestras vidas. No podemos seguir dejando que la crisis, y la voracidad sin escrúpulos de los empresarios, nos cueste diariamente nuestra salud e incluso nuestra vida. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.

http://www.izquierdadiario.es/La-denuncia-de-un-accidente-laboral-mortal-de-un-trabajador-de-19-anos-se-viraliza-en-redes

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fX91