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Nacionales E.Herria :: 07/06/2021

Olatz Simón (Euskal Kazetaria): 'Marine Le Pen puede ganar las elecciones, ya no es imposible'

Juanjo Basterra
“Aquel Arco del Triunfo tomado por los chalecos amarillos es algo que de momento está parado”

Olatz Simón (Euskal Kazetaria): “Marine Le Pen puede ganar las elecciones, ya no es imposible. Sería un golpe muy duro para la UE”.

 “El Consejo Constitucional ha hecho caballo de batalla otra vez de la lengua (euskera, bretón y corso) lo que indica que esto que dices de unir Hegoalde e Iparralde con la connivencia del Estado francés es algo muy, muy lejano” 

 “Aquel Arco del Triunfo tomado por los chalecos amarillos es algo que de momento está parado”

“Ahora vienen las elecciones regionales y departamentales, que son el gran experimento para testar de cara a las presidenciales del próximo año, pero está parada felizmente la respuesta en la calle para el Gobierno”

Juanjo Basterra, kazetaria eta m. soziala * E.H

Olatz Simón, corresponsal de ETB en París. Lleva 9 meses, pero tiene una larga historia cargada en su mochila: Bruselas, China, Barcelona…y allī donde se la necesitara. Cree que la pandemia a desmovilizado a los chale os amarillosen su batalla contra la reforma de las pensiones, sobre todo, pero dice que “aguardan” su momento para dar la batalla. “Aquel Arco del Triunfo tomado por los chalecos amarillos es algo que de momento está parado”, añade. Aunque queda un año para las elecciones presidenciales francesas, entiende que la extrema derecha de Marine Le Pen “puede ganar” las mismas, debido a la falta de alternativas unitarias desde la izquierda y los verdes, y avisa que “sería un golpe muy duro para la UE”. No obstante, admite que en un año pueden cambiar las cosas.

No ve cercano una unión entre Hegoalde e Iparralde y Olatz Simón reconoce que se ha perdido una buena oportunidad con el reconocimiento de las lenguas minorizadas en el Estado francés, pero el Consejo Constitucional no dio el visto bueno a la ley aprobada en el Parlamento, por lo que “de nuevo han hecho caballo de batalla” con este tema, lo que indica un futuro incierto.

¿Cuánto tiempo llevas en Francia, porque has recorrido ya medio mundo?

Llevo poco, la verdad. Nueve meses. Ha sido como uno de esos cursos de preparación para el parto, siempre pensando que lo de verdad está por llegar, porque esto básicamente es hablar con gente, conocer gente y enterarte de cosas, y es justo lo que no he podido hacer durante estos meses que ha estado todo cerrado, y ahora parece que abre un poco más, por lo que podremos hacer otros temas, un poco diferentes. Me considero casi recién llegada, porque además de llevar poco tiempo ha sido un periodo muy real y monotemático.

Has pasado ya por varios sitios… Te conocí en Bruselas.

Después de un par de años en la tele en Iurreta, me fui de corresponsal a Bruselas, donde nos conocimos. Luego me fui a China, tres años, y después de vuelta en un par de años fui enviada especial donde pasaban cosas. Vivía en Barcelona, pero con la maleta hecha; fui a Grecia, a Lampedusa, a Estados Unidos; allí donde pasaba algo y no teníamos corresponsal fijo, digamos. Luego fui a la tele de coordinadora de internacional a Bilbao y la última etapa han sido cinco años de corresponsal en Barcelona, y ahora en París.

Eres corresponsal para todo, chica para todo.

Un poco sí, pero esta guay sumar en la mochila cosas tan diferentes. Es verdad que al final acabas no siendo experta de nada, quizás en la de Barcelona ha sido mi etapa más larga. Tiene su cosa, al conocer más realidades, un poco también tiene su valor. E igual que tiene su valor llevar mucho tiempo tratando unos temas concretos en un lugar concreto o lA vida de nueva, que se pregunta cosas desde cero, tiene su valor. Hay que relativizar, pero tiene un valor.

De todos esos lugares, ¿con cuál te quedas o cuál te ha gustado más o has sacado más jugo?

El que más me ha marcado fue Bruselas. Siempre he creído que una salida, un contacto con el exterior debería ser obligatorio en cualquier profesión, para los periodistas debería darse la oportunidad a todo el mundo para conocer eso que llamamos Bruselas desde dentro. Me formó como periodista, creo que conocí los mejores compañeros, aunque he conocido muy buenos en todas partes, pero allí es como una familia. Y el hecho de que Bruselas afecte a toda nuestra vida y no verlo como ese lugar donde se dan o quitan subvenciones, es la parte abstracta que me marcó mucho. China es verdad que es una experiencia completamente diferente porque era casi virgen, y ante lo que tu mirabas y enseñabas era la primera vez que se hacía. Y, ademas, ser corresponsal en China es ser corresponsal en todo Asia Pacífico. Igual que en Bruselas que viajas por muchos países, allí era un continente. Siendo corresponsalías muy diferentes son las que más me han marcado.

Bruselas es un sitio interesante, aunque a la gente le parece muy difícil la información que llega de allí; China es ese gran desconocido y luego, es verdad, me encontré en Barcelona con que todo el mundo sabe de política catalana. Catalunya es de esos lugares tan cercanos y conocidos con los que tenemos tanta relación que eres menos procesador y descubridor de noticias.

Entrando en la actualidad y vida en Francia, ya son tres años de Gobierno Macron, ¿cómo ves las protestas de los chalecos amarillos, influyen en la actividad del Gobierno francés?

 

 Ahora está bastante paralizado, cuando llegué en setiembre cubrimos lo que era la primera gran manifestación del curso, digamos. Después de la Covid, que estaba en un punto que no es que creyéramos que había pasado, pero es verdad que en verano todo el mundo salió después del confinamiento y no se veía tan claro ese recorrido tan largo que iba a tener la pandemia, y así se reactivaban las citas sociales, la presencia en las calles, a pesar de las restricciones, y fue, incluso, para ellos mismos, una decepción de que no se pudo continuar ese movimiento tan fuerte y presente. 

Hay muchas manifestaciones y movilizaciones, pero esa presión sobre el Gobierno francés no diré que se ha relajado, pero se ha puesto como en suspenso. La reforma de las pensiones, que es un poco la madre del cordero que se viene, se aplazó hasta 2021. Estamos a mediados y… no se si se verá en la Asamblea francesa, pero no va a entrar a ese tema todavía. Es como si unos quisieran guardar fuerzas, mientras la enfermedad sigue ahí, pero es como un acuerdo general de que no es el momento, a pesar de que estamos viendo todo tipo de leyes como la ley de seguridad global, la ley contra los radicalismos o separatismos, que le llaman, que ha generado respuesta en la calle. Pero los chalecos amarillos, como tal, con su reivindicación contra la reforma de pensiones, de aquel Arco del Triunfo tomado por los chalecos amarillos, es algo que de momento está parado.

Parado porque estamos esperando a las elecciones o…

Bueno, no creo que los chalecos amarillos estén esperando a las elecciones. Es verdad que es un período que todo el mundo se resigna. Ahora vienen, en un mes, las elecciones regionales y departamentales, que son el gran experimento para testar de cara a las presidenciales del próximo año, pero está parada felizmente la respuesta en la calle para el Gobierno, que no hay tanto ruido en la calle y está el movimiento, que también es muy diverso hay que recordarlo, organizándose. 

No creo que ha desaparecido, esa presión que ha tenido enfrente un Gobierno como el francés. No se desvanece, pero el tema de la pandemia pesa mucho y se han visto movilizaciones más flojas diríamos, esperando quizás el momento cuando se acerquen más las elecciones, quizás de cara al siguiente curso, cuando la pandemia o el grueso de la pandemia gracias a la vacunación esté un poco más en segundo plano, de volver ya con toda la artillería para centrar los temas de ese debate o de la campaña.

¿Quieres decir que la Covid ha aplacado la protesta en la calle?

Sí. Por obligación en muchos sectores, también los chalecos amarillos apelan al sentido común de no juntarse mucha gente, y quizás en estos meses es otro tipo de movilización la que ha habido que hacer, aunque en momentos puntuales se han movilizado para apoyar a determinados movimientos, con alguna sentencia o apoyando la lucha de algunos trabajadores de alguna empresa, en concreto. Siguen ahí, sin duda, pero esa gran imagen, lo que te digo, ese Arco del Triunfo completamente tomado por los chalecos amarillos que parecía que el Gobierno iba a caer con esa fuerza está en suspenso, no diré que ha desaparecido.

En relación a las eleciones, ¿cómo ves la situación de Macron, el partido socialista…?

El Partido Socialista está desaparecido, desmembrado. Los intentos por reorganizarse son muy tímidos. Tienen que jugar más a los tiempos. Está también la pregunta de si Anne Hidalgo [alcaldesa de París] se presentará o no. Constantemente dice que hay que presentar un frente unido también para las regionales y departamentales de junio, pero no termina de decidirse, porque tampoco sus números no son buenos y constantemente hace encuestas para saber cuáles son sus posibilidades, y los expertos dicen que no se presentará si no ve una salida positiva. Su presentación está en el aire y quizás sería una figura que podría aglutinar a un socialismo, al Partido Socialista, desecho, una izquierda que se está viendo adelantada, por los Verdes, como se dio en las municipales pasadas. Hay muchas cabezas que podrían representar esa unión de la izquierda frente a la amenaza de Le Pen o del propio Macron, pero no terminan de ponerse de acuerdo. No parece que a un año de las elecciones presidenciales sean capaces de ponerse de acuerdo.

Ahora se están viendo muchas cuchilladas de cara a las elecciones departamentales, y Macron, que no soy una experta ni que lleve mucho tiempo aquí, se ha quitado la careta esa de que ‘no soy ni de izquierdas ni de derechas’ y está directamente yendo a por el electorado de derechas. Se ve en su política, en la representación que les da a sus ministros del ala más dura, como el ministro del Interior, Gerald Darmanin, que tiene muchísimo espacio mediático y que protagonizó hace un par de meses un debate televisivo con Marine Le Pen. Me sorprendió muchísimo que la líder de la oposición hiciera un debate de dos horas y media en televisión con el ministro del Interior. Una manera de decir de Macron es ‘mi hombre más de derechas que tengo’.

Destaca del mismo una frase que dijo el ministro del Interior a Le Pen cuando estaban hablando sobre emigración. Le dijo ‘al final va a ser usted más blanda que nosotros’. Se refería a los pasos fronterizos, también cerrados con España. Entonces, Macron directamente va por el electorado de derechas, quiere aprovecharse también de que la derecha tradicional está muy desnortada y quiere comer votos por la derecha, sabiendo que la amenaza real en la segunda vuelta es Marine Le Pen. Lo mismo que todas las encuestas siempre dicen que la extrema derecha sube más de lo que siempre consigue, pero a todas luces subiría más que en las anteriores. Y en caso de que Macron se presentara y llegara a la segunda vuelta, parece que sería más estrecha, sobretodo, más que la última vez ese tête a tête (cara a cara) entre los dos.

 ¿Le Pen puede ganar las elecciones, a tu juicio?

 Creo que ya no es imposible. Antes era como un fantasma que se agitaba para movilizar al electorado de izquierdas o de centro. Creo que es una posibilidad. En las encuestas, quienes en segunda vuelta votaron Macron con la pinza en la nariz para no votar a Marine Le Pen, ahora son menos. Ahora son más quienes están dispuestos a ponerse la pinza a favor de Le Pen. Si son suficientes o no, eso sí que queda mucho tiempo y además con la situación tan volátil que tenemos, un año creo que es mucho tiempo para ver, pero que puede permitir a Marine Le Pen pasar a la segunda vuelta y creo que tenemos que evitar que nos pase un poco como con Trump, facilitar al votante de Marine Le Pen creyendo que son cuatro locos o cuatro fachas, pero es una gran parte de la sociedad francesa, y con todo esto de la Covid y las crisis migratorias se llena de argumentos para dar un golpe en la mesa y llegar a la presidencia.

¿La ultraderecha en Francia no deja de ser un referente para el resto de la UE, si ganan o no, es un peligro?

Sería cristalizar la amenaza que viene creciendo en los diez u ocho años, es verdad. Para nosotros, a nivel europeo no es lo mismo que gane la extrema derecha en Holanda, que suba en Alemania, porque tiene mucho simbolismo histórico de que pueda subir la extrema derecha o el neofascismo, pero el hecho de que Francia un motor de la UE, uno de los padres fundadores, diera este vuelco seria durísimo. Es verdad que Marine Le Pen esta jugando bien sus cartas en el sentido de que ya sabe que tiene que ponerse la piel de cordero, digamos. En esta crisis esperaba cuando llegué escucharle declaraciones explosivas con la gestión de la pandemia o atacar directamente… y se está sabiendo mucho más presidenciable, y le deja al que fue su segundo Florian Philippot, que tiene su propio partido más a la derecha y que hacen reuniones cada semana, esas declaraciones como que quiere que Francia salga de la UE, aúna a los negacionistas, a las complotistas, entonces a ella (Le Pen) le va bien que otros del entorno de su partido y no relacionados directamente con ella, digan las barbaridades que seguramente piensa, pero tiene que dar la imagen de que puede ser la presidenta de todos, y está jugando esas cartas. Sería un golpe muy duro para la UE.

¿Y no hay una confrontación frente a los fascistas, una unidad del resto?

Lo intenta Jean-Luc Mélenchon, de Francia Insumisa, en una editorial en Liberation se podía leer una petición para que todas las fuerzas democráticas se unieran contra el fascismo, se unieran y salieran a la calle. Una declaración apoyada por decenas de sindicatos, de asociaciones de la parte insumisa de Mélenchon. El problema de las urnas es quien lidera eso y éste quiere liderarlo él. Y los socialistas, que no saben quien será su candidato, quieren ellos. Yannick Jadot, de los Verdes, también cree que unir a la izquierda pasa por la ecología, que ellos debería liderarlo. Va a ser un tema de demasiadas cabezas de serpientes y va a ser la debilidad de unirse, aunque después entre la primera y segunda ronda todo puede cambiar, porque luego te lo juegas a una carta, pero creo que que se jugará más antes de la primera vuelta de las elecciones.

A nivel económico Francia, ¿cómo se encuentra, que piensa de ronda del G7 en Gran Bretaña este mes?

Lo de Londres está un poco apartado y los fondos de recuperación europeos a la espera. El tema es que Francia ha decidido endeudarse más para hacer frente a la pandemia. Es la gran elección que han tenido que hacer frente los gobiernos a la hora de dar ayudas a los sectores más afectados. La verdad es que han decidido dar bastantes ayudas. 

Comparándolo con otros países, los sectores más afectados, siempre imperfectas las ayudas, han decidido digamos salir con todo, de momento, han decidido endeudarse. Económicamente no sé como van a salir de esto y no sé si los fondos europeos se van a distribuir como deberían o hasta qué punto al ser año electoral va a afectar y vamos a presenciar grandes anuncios y grandes medidas populares o populistas para inclinar esos votos, pero desde luego a nivel económico la caída o el golpe por la Covid está siendo un poco menos fuerte de lo que se esperaba.

Toda la actividad política, económica y social cómo se refleja en Ipar Euskal Herria, ¿hay alguna esperanza de que algún día Euskal Herria tenga un futuro en unión?

Creo que está fuera en estos momentos. No tenemos un interlocutor en el Elíseo y la prueba más evidente es con algo tan fácil como es la lengua, que debería ser tan fácil y tan obvio que es un elemento enriquecedor y no un elemento castigable, estos días atrás hemos tenido la decisión de motu propio, de oficio, del Consejo Constitucional de evitar lo más gordo de la ley de lenguas regionales que acababa de aprobar el 8 de abril, una ley histórica para reconocer una situación de las lenguas minorizadas en Francia, que es lamentable, y se conseguía, el mayor hito, regularizar el modelo de inmersión lingüística, eso que en Iparralde se hace gracias a la esfuerzo de mucho y de asociaciones privadas como Seaska y un montón de gente a nivel personal, que se encuadraba en una ley instrumental. 

Esta ley le daba legalidad a ese sistema e inscribía en el código de educación francés que todo el mundo tiene derecho a estudiar todos los niveles de la enseñanza pública en la lengua de la región en la que vive. Esto se hizo por el Gobierno y del ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, medio engañó a los diputados del Partido de Macron para juntar 60, que es el mínimo con el que tienes que presentar un recurso al Consejo Constitucional pero, para sorpresa de todos, solo se quejaban de la financiación. Uno de los artículos de esta ley decía que si un niño en su pueblo no puede estudiar euskera y tiene que ir a un centro de un pueblo de al lado, estos gastos que se generan corrían a cargo de la comuna o del ayuntamiento de origen.

No les parecía bien a los diputados de Macron, sino que les parecía que el estudiar otra lengua que no sea el francés debe ser una opción que tienen que pagar los padres. Eso que era el motivo del recurso, el Consejo Constitucional ni lo toca, deja así este artículo y lo da por bueno. Lo tendrá que pagar la comuna. Pero sí se mete de oficio, sin que nadie le preguntara, y no da pie a utilizar o a que puedas tener el derecho a utilizar una lengua que no sea el francés de forma oficial: que el francés es la única lengua de Francia. Entonces, siendo para mi entrecomillas algo que podrían haber dejado pasar, porque es enriquecedor, hacer caballo de batalla otra vez de la lengua lo que indica que esto que dices de unir Hegoalde e Iparralde con la connivencia del Estado francés es algo muy, muy lejano. 

Se ha visto también con la gestión de la Covid qué tipo de centralismo, otra vez, ha utilizado Paris para que todas las decisiones fueran verticales, y que no es nada nuevo y estamos acostumbrados a ello, a parte de las luchas que pueda haber en Iparralde para mantener viva esa esperanza por parte del Elíseo ni está en la agenda, ni se la espera, ni se menciona.

¿En el tema de las elecciones departamentales en Iparralde ves algún cambio?

La verdad es que no sabría decirte. Acaban de cerrar las listas. No sabría decirte qué tendencia existe, la verdad.

¿Iparralde influye poco en resto de Francia?

Creo que no. Fue una gran sorpresa que con el tema de las lenguas regionales que por gran mayoría la Asamblea y los senadores aprobaban esta ley, corsos, bretones y vascos hicieron valer sus lenguas, también utilizando el argumento que, por el que se ofendieron mucho sobre todo el ministro de Educación que los comparó con los extremistas radicales, venía a decir que Francia es su país, que había muchos bretones que hablan otras lenguas y que han peleado, incluso, en el ejército francés, y que se veían insultados. Es un tema espinoso. Se ha visto con esta ley, y es la primera que nos afecta directamente, que se hay un movimiento a favor, que luego se ha visto pulverizado por nueve señores expertos de un Consejo Constitucional cuando una amplia mayoría del Parlamento votó a favor.

Ahora que también has mencionado a Córcega, hace unos días un grupo dijo que iba a retomar la lucha armada, ¿como ha sentado por ahí?

Es algo que es casi un milagro que lo hayas leído, porque realmente es una noticia que se ha aparcado bastante aquí. Es algo muy minoritario de momento y están a verlas venir, ni tan siquiera nombrarlos para desacreditarlo en sus discursos de gobierno, o directamente hacer como que no existen. Es algo muy incipiente y no hay mas datos para formarse una opinión de la fuerza que puedan tener.

Si quieres añadir algo, estás a tiempo.

No. Eskerrik asko. 

https://sareantifaxista.blogspot.com/2021/06/olatz-simon-periodista-vasca-marie-le.html

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fY2G