Frente a la Marcha de la Criminalización y la Intolerancia de hoy domingo 10 de septiembre, organizada por el gobierno, la policía criminal y algunas organizaciones auto-designadas como convocantes, denunciamos:
1.- A principios de esta semana la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana, la fuerza represiva policial y algunas organizaciones vinculadas a los Derechos Humanos, citaron a reunión a diferentes agrupaciones y colectivos para informarles que este año, con motivo de la conmemoración de los 50 años del golpe fascista cívico-militar, la marcha popular del día domingo 10 de septiembre hacia el Cementerio General, iba a ser cercada por un perímetro policial en la Alameda, ofreciendo credenciales para que puedan ingresar al sector cercado solamente a aquellas colectividades autorizadas, impidiendo el paso a organizaciones populares e individualidades no cooptadas por la institucionalidad.
2.- Este hecho marca un antes y un después en nuestra memoria de lucha. Nunca se había dado, tan públicamente y de manera oficial, la colusión entre representantes de organizaciones vinculadas a los Derechos Humanos con el poder opresor, para criminalizar, discriminar y en definitiva reprimir, a sectores populares en rebeldía. La complicidad actual quedará marcada en nuestra historia como una mancha que no la borrará el tiempo ni las explicaciones posteriores. Esta condenable actitud nos retrotrae a las viejas prácticas de levantar un enemigo interno, al cual se debe eliminar por ser peligroso para la estabilidad de la dominación, esta vez el enemigo interno seremos todas y todos quienes queramos marchar al margen de la institucionalidad y el cercamiento policial.
3.- El negacionismo va mucho más allá de pretender invisibilizar las atrocidades del pasado perpetradas por agentes del Estado, sino que tiene que ver también con los intentos del poder opresor y sus cómplices para ocultar una memoria viva, rebelde, que se resiste a ser confinada en museos y actos oficiales. Pretender sepultar, a través del copamiento y la represión, aquellas expresiones que reivindican a nuestras y nuestros caídos como luchadoras y luchadores sociales, es quizá una de las expresiones más repudiables del negacionismo y quienes han elegido esta opción se están condenando a transitar el triste camino del desprecio popular.
4.- Nadie puede atribuirse la propiedad de un homenaje que durante años viene realizando el pueblo en esta fecha, de manera auto-convocada y con el legítimo despliegue de todas las manifestaciones de lucha y resistencia, ni mucho menos pretender discriminar entre quienes pueden marchar y quienes no. Al final la autodenominada Gran Marcha de los Derechos Humanos resulta ser la Gran Marcha de la Discriminación y la Represión contra el pueblo.
5.- Responsabilizamos a quienes se ponen de lado de nuestros opresores ante cualquier agresión o daño que puedan sufrir aquellas compañeras y compañeros que no se prestarán a este intento de cercamiento y se manifestarán el 10 de septiembre de la manera que históricamente viene realizando nuestro pueblo.
6.- La Memoria se ejerce en todos los espacios, en todos los territorios y de múltiples formas, llamamos a nuestro pueblo a manifestarse en estos días en todas las calles, plazas, poblaciones, centros de trabajo y de estudios. Nuestras caídas y caídos están y estarán con nosotros en cada gesto, en cada actividad, en todas las manifestaciones de Memoria y Resistencia que se realizarán para homenajear a quienes heroicamente entregaron su vida por el sueño de una vida mejor.