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Nacionales E.Herria :: 06/11/2021

Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para condicionar la reforma laboral y las pensiones

Juanjo Basterra
Entrevista con Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA:

Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA: “Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para condicionar la reforma laboral y de las pensiones”

 “Si no son satisfactorias para los trabajadores, de forma previa a su aprobación definitiva, apoyaremos la convocatoria de huelga general”

 “Nos gustaría que hubiese una afirmación muy clara de estos tres partidos (PNV, EH BIldu y Podemos) diciendo que en ningún supuesto sus votos van a servir para aplicar recortes en las pensiones y que van a ser para derogar la reforma laboral”

ELA apuesta por “un Estado vasco, por una República soberana e independiente, como horizonte de emancipación nacional y de clase”

“El lehendakari Urkullu encarna esa posición de intentar dormir al país en su conciencia nacional”

Juanjo Basterra, kazetaria eta militante soziala * E.H 

ELA celebrará su decimoquinto congreso los días 24 y 25 de noviembre en el Palacio Euskalduna. Con 100.925 personas afiliadas y con el refuerzo de la caja de resistencia, quiere seguir siendo una central sindical transformadora, bajo el lema “Benetan garrantzitsuak diren gauzak; Aktibatu, Lortu, Zaindu” (“Lo que realmente importa; Activar, Lograr, Cuidar”). 

ELA apuesta en su ponencia por “un Estado vasco, por una República soberana e independiente, como horizonte de emancipación nacional y de clase”. Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA, añade que el sindicato que dirige “está preparado” para hacer una huelga general previa a la aprobación definitiva de las reformas, laboral y de pensiones, si no son satisfactorias para los y las trabajadoras. Entiende que debiera de ser entre el 15 de noviembre y el 31 de diciembre, a no ser que la Comisión Europea permita al Gobierno español alargar el plazo de aprobación ambas reformas. Lamenta “el silencio de los partidos vascos” 

¿Qué esperas de este décimoquinto congreso de ELA? 

Cada congreso viene definido por el tiempo en el que se hace, éste va a certificar dónde están las preocupaciones de ELA. Más allá de las innovaciones que tenga, y una que ha tenido un impacto mayor de nuestra apuesta por un Estado propio, nuestra línea más centrada en la negociación colectiva y en la lucha contra la precariedad es la que queremos que tenga un espacio de continuidad y de profundización en todo lo que tiene que ver con que el sindicato sea útil para hacer frente a las situaciones de desigualdad y de precariedad que cada vez hay más en el país. Y claro eso tiene que ver con nuestra apuesta fuera de las mesas de diálogo social, por buscar un sindicato que esté lo más cerca de esos sectores precarios. 

Decimos que queremos llegar a esos sectores, no porque estamos llegando y en las tasas de afiliación hay un incremento muy claro en la incorporación de mujeres al sindicatos. Estamos cerca ya del 50% de representación de mujeres y hombres. Tiene que ver con la incorporación de muchas mujeres de sectores precarios. Creemos que no es suficiente, que ese trabajo tenemos que seguir haciendo para llegar a esos sectores. Eso supone que el sindicato en todo lo que es su apuesta organizativa y en todo lo que tiene que ver con nuestro día a día tiene que ir encaminado hacía esa parte.

Diría que este congreso tiene una vocación de profundizar en la línea de de pelear contra la precariedad y la apuesta de un sindicalismo de reivindicación, confrontación y que de sobra se conoce.

Y luego también el congreso viene pegado al tiempo en que vivimos. Creemos que tiene que ser la oportunidad para pasar a limpio las lecciones de los últimos años y todo lo que hemos conocido en torno a la pandemia. La importancia en los servicios públicos, que es lo esencial en esta sociedad, y que paradójicamente eso que consideramos esencial en esta sociedad está hoy maltratado o tratado de una manera precaria en el mundo del trabajo. Esenciales son las trabajadoras de residencias, las limpiadoras, las trabajadoras del comercio…todas aquellos sectores que en nuestra opinión no tienen un reconocimiento por parte de la instituciones y las políticas de este país. El lema va centrado en edo “Benetan garrantzitsuak diren gauzak; Aktibatu, Lortu, Zaindu” (“Lo que realmente importa; Activar, Lograr, Cuidar”). Darle valor a las cosas y activarse para conseguirlas. En la parte sindical es reafirmarnos en nuestro modelo.

En la parte social hay cuatro transiciones, por resumir nuestra posición, que el sindicato quiere afrontar que son la transición democrática, social, ecologista y feminista. En esa parte hay una apuesta. El otro día estuvo aquí un periodista de Le Monde, que le llamaba la atención el papel que estaba jugando el sindicato en la preocupación climática y todo lo que es la transición ecológica y todo esto. Esas son las cuestiones que van a tener que estar presentes y en el sindicato poniéndolas una y otra vez encima de mesa.

Y la parte más del compromiso histórico-nacional lo que tiene que ver con una apuesta por un Estado propio.

¿La supuesta salida de la crisis crees que va en la dirección adecuada?

Una de las cosas que el sindicato denuncia es que estamos en una sociedad más desigual, y ahora se intenta contraponer a nuestra denuncia de ese crecimiento de la precariedad, de ese tipo de empleos que se están creando y en qué condiciones, la idea de que hay crecimiento. Hoy el Banco de España ha venido a rebajar las previsiones sobre el crecimiento en forma de ‘uve’, que se nos hablaba.

Claro, pero hay una idea de que cuando hablamos de crecimiento económico, ese crecimiento cuánto vale cuando no es sostenible y cuando no se reparte. Esa es nuestra pregunta, porque el crecimiento económico siempre va a parar a las mismas manos y en este caso lo que hace es incrementar los beneficios empresariales, es una lectura que no compartimos. Cuando se habla de crecimiento económico, tiene que ser sostenible, porque es una de las cosas que está encima de la mesa. Fíjate todo el lío que hay con la cadena de suministro y todas las cosas que tenemos. Estamos en una sociedad cada vez más desigual, con políticas que ignoran esa desigualdad, que no quieren hacer frente a la misma, y encima con una situación económica insostenible y que no se basa en el reparto.

¿Crees que hay que salirse de la UE del capital, de los mercaderes?

Nosotros somos muy críticos, pero no estamos en esa posición.

¿Pero tampoco es la Unión Europea de los pueblos?

No. Nos gustaría que las políticas de la UE tuviesen otra dirección. Nosotros hemos mantenido posiciones históricas en contra de los tratados en el ámbito europeo sindical casi en minoría, junto a la CGT de Portugal, entre los sindicatos importantes. Somos muy críticos con la orientación que ha tomado la UE, pero somos críticos hoy con sus políticas, pero sí certificamos una preocupación de una construcción, si la pregunta va por ahí, de una UE en pilares más neoliberales. Una de las cosas que demuestra Europa es que cada vez que tiene que hacer frente a una crisis, se ve la orientación de esas políticas. Se ha visto con la crisis anterior, con los refugiados, la emigración, siempre hay una política más neoliberal y más inhumana en muchas partes. Evidentemente, sí nos preocupa la orientación actual y futura de dichas políticas.

Con la supuesta huelga general que vais a convocar, se está generando una expectativa importante, ¿tenéis fecha para la misma?

Te la sabes de sobra. Qué hemos dicho nosotros.

Quiero que me digas lo que piensas ahora, lo que habéis dicho ya me lo sé.

Aquí hay elementos que no están en nuestra mano. En nuestra mano están dos cosas. Primero, leer el momento, saber lo que tenemos delante, que no es poco, y a partir de ahí prepararnos precisamente para que eso que está en nuestra mano lo podamos hacer: llevar a cabo la mayor presión y movilización para condicionar esas reformas. Ese es el objetivo político, condicionar esas reformas. Y claro hay elementos que no están en nuestra mano como el contenido de esas reformas o la fecha en las que se va a tramitar. No son dos aspectos menores, evidentemente. 

Siempre hemos dicho cuando hemos puesto esto encima de la mesa, siempre acabamos hablando del contenido de esas reformas. Por eso decimos qué señales están mandando, y claro hay una denuncia que hemos hecho desde el principio en solitario, prácticamente, cuando denunciamos el tema de los Fondos Europeos, me acuerdo, se estaban planteando como fondos de reconstrucción. Veíamos que no iban a ir ni para atención a los cuidados que el sindicato y una parte de la sociedad ya se percibía de eso que estaba pasando. Y entonces se nos manda el mensaje, que va a haber un montón de dinero público y ese dinero público va a ser una transferencia, sobretodo, a las grandes empresas.

 Y dijimos que tienen dos problemas: que vienen condicionados y que el destino son esas grandes empresas, que tienen que acometer transiciones futuras de inversiones que, en vez de hacerlas con sus fondos propios, van a hacerlas con el dinero público. Eso es lo que está aquí. Y entonces dijimos cuidado que antes o después, porque entonces no controlábamos los plazos, esos recortes se van a plantear. 

Y ahora estamos en esa situación. Es inminente. Va a ser cuestión de semanas, pero Europa ha puesto una fecha, que es el 31 de diciembre, que tiene que estar en marcha. Ya veremos qué flexibilidad tiene eso o no, pero cualquiera que siga la prensa, que es donde seguimos estas cosas, porque tampoco tenemos conexiones directas con la Comisión Europea pero es evidente que hay una agenda de cambios y reformas que hay que acometer, como la hubo en el año 2009 con la crisis de 2008-09, que hizo llevar una agenda de recortes. Ahora, ¿qué ha cambiado? Pues lo que ante fue una transferencia pública para la banca, ahora se quiere apoyar a las grandes empresas. Entonces, estamos ante esa agenda de recortes. Y ¿preguntas cómo se va a resolver? No sé.

Lo de las pensiones, ya está hecho o definido, queda la reforma laboral.

Nos empezamos a alertar cuando vimos la incorporación del mecanismo de equidad intergeneracional (MEI). ¿Eso se va a aprobar? ¿Con qué detalles? ¿Con qué desarrollo de reglamentario? Hay una parte que no sabemos.

Entonces, la huelga ni para el 2022, porque para cuando se aprueba un reglamento.

No hablo del desarrollo del reglamento concreto, pero sí una de las cosas que se le achaca al ministro Escrivá es que prácticamente está ocultando el contenido del MEI, que no se dan más detalles que simplemente una frase. Eso se va a tener que poner encima de la mesa, si se quiere aprobar, y tendrá que contar con una mayoría en el Congreso.

Con el tema de la huelga, supongo que habláis con LAB, ¿qué dice? ¿O estáis todos pensando a ver lo que van a votar los pajaritos?

Eso le tienes que plantear a LAB.

Ya, ya lo sé.

Pero es evidente que hay un desencuentro en el enfoque de la huelga. Es una huelga que ellos llevan anunciando desde el Primero de Mayo. Nosotros hemos dicho que la huelga tiene que jugar un papel, que es condicionar esas reformas. Para eso, hay que conocerlas, más allá de una aproximación que es lo que tenemos.

Pero entonces tendrás que hacer la huelga antes de las reformas, porque una vez que está aprobada, se acabó.

He dicho dos cosas: tienes que conocer el contenido y tienes que saber los plazos de tramitación. Son importantes.

Pues, de aquí a diciembre hemos quedado, ¿no? Fíjate estamos en noviembre prácticamente.

Pero esa es la parte que nos preocupa…

Entonces, no hacemos huelga. Este año no.

No sé.

Sigo tus palabras.

Yo no he dicho eso.

Según tu, no hacemos la huelga porque hasta que no conozcas las mismas, que tienen plazo hasta el 31 de diciembre para presentarlas.

Pero no sabes si ese plazo va a ser flexible o no. Va depender de las mayorías. ¿Qué va a hacer la Comisión Europea? Un mes más, se lo damos, sí o no. Pero el tema de los plazos no está en nuestra mano.

Si vas a hacer huelga para condicionar las reformas, tiene que ser este año. Mira lo que está pasando con las reformas laborales del PP y la del PSOE, se hicieron huelgas, y llevamos diez años y no han revertido. 

Hemos dicho, a priori, que hay dos fechas, pero son dos fechas que no tienen porqué ser definitivas: una el 15 de noviembre, que termina el tiempo dado en la mesa de diálogo social para tener acuerdo de pensiones, y otra es el 31 de diciembre que es la fecha que establece la Comisión Europea para llevar a cabo las reformas. Esas fechas, como históricamente ha pasado, pueden ser flexibles. Nosotros en nuestra lógica distinguimos qué está en nuestra mano y qué no.

¿La convocatoria de huelga general está en vuestras manos (los sindicatos) no en la mano de nadie más?

Sí. En nuestra preocupación está intentar colocar esa fecha donde más condiciona el resultado de esas reformas. Sabes a quién estamos apuntando con nuestra crítica aquí. Aquí, primero habrá que conocer qué se plantea, después habrá partidos que tengan que posicionarse ante esas propuestas; y después hay un plazo en que se tiene que tramitar y aprobar. Es importante qué se va a plantear y cuándo se quiere aprobar. Para en ese caso, y después de evaluarlas, plantear o no la huelga general. Por eso decimos.

En nuestra lectura, esa huelga siempre se va a plantear de manera previa. Nosotros no estamos contemplando las huelgas después de que se aprueben. 

¿Lo que sí dice ELA es que, antes de que se aprueben, si no son satisfactorias convocáis la huelga?

Claro. Sí, sí. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para condicionar esas reformas. Hay que conocerlas buen. La reforma laboral porque quién se atreve a decir dónde va a acabar eso, visto el lío que tienen en el Gobierno español, sin pasar a buscar después los apoyos del bloque de gobernabilidad. Estamos en una situación que pueden pasar muchas cosas. Insisto conocer lo que se va a aprobar, saber lo que se aprueba e intentar condicionar. Y en esa condición, está la huelga general.

Una vez que se aprueba tienes un mes como mucho para tomar esa decisión.

Sí claro, te obligan a actuar con más rapidez. Es una de las cosas que no eliges. Pero en nuestra parte, nosotros hemos salido el domingo a la calle. ¿En qué estamos en los centros de trabajo? Estamos diciendo a la gente que vienen curvas. Y en nuestra mano es activar a la gente. Estamos preparando a la organización y a nuestra gente para que si el día de mañana se anuncia eso, estemos activados para responder. Esa nuestra intención. No perdemos mucho tiempo en hablar de hipótesis. Preferimos hablar de lo que está en nuestra mano.

Este domingo pasado salisteis a la calle con el tema de las pensiones, también con la reforma laboral, planteasteis a los parlamentarios vascos en Madrid que rechazaran esas reformas. ¿Habéis obtenido alguna respuesta en el sentido de vuestra reclamación?

Nos falta hacer alguna reunión, pero diría que públicamente no y menos la respuesta que nos gustaría. Vamos a hacer una valoración con esas reuniones, en cualquier caso, son reuniones que las conclusiones de todas ellas en si mismas no nos hace estar más tranquilos en cuanto a la preocupación que estamos hablando ahora.

Tiene mucho valor la interpelación que estamos haciendo y que situemos el debate en la responsabilidad de los partidos vascos. Porque se va a jugar una parte muy importante y hoy las mayorías son las que son y el Gobierno de Sanchez necesita de esos apoyos. Y desde el principio hemos dicho que aquí hay un silencio que es muy sospechoso y queremos romper ese silencio.

Pero no se rompe.

No se rompe como nos gustaría. Nos gustaría que hubiese una afirmación muy clara de estos tres partidos (PNV, EH BIldu y Podemos) diciendo que en ningún supuesto sus votos van a servir para aplicar recortes en las pensiones y que esos van a ser para derogar la reforma laboral. Ese es nuestro mensaje. Es sencillo y que hemos salido con un lema que se entiende bastante bien que es ‘no nos vendáis en Madrid’.

A alguno ya le ha sentado mal.

Bueno, claro. La interpelación política tiene eso. A veces hay gente y organizaciones que llevan muy mal esa interpelación. Pero ese ‘no nos vendáis en Madrid’ es también una una idea contrapuesta a como se ha entendido históricamente el papel de los partidos vascos en Madrid. Prácticamente era la idea del conseguidor, la que se trabajaba y ahora hemos contrapuesto la idea de cuidado que a Madrid se va a otra cosa y se puede ir a otra cosa.

Los últimos presupuestos que se aprobaron. Pasó eso, una pugna de EH Bildu y PNV sobre quién había conseguido más del Gobierno Sánchez para la CAV. Al final, es como una especie de subasta.

Nosotros somos muy críticos, primero con los presupuestos en sí mismos, lo que suponen en insuficiencia y luego además llevan implícito cuestiones que desde un punto de vista más soberanista no dejan de ser contradictorios. En esos presupuestos va implícito también los salarios de los trabajadores del sector público que debieran de negociarse aquí y eso tiene una lectura propia en si misma.

En eso que dices tu de la subasta, vemos una innecesaria propaganda. A veces no puedo entender que en política el juego de las mayorías y las necesidades haga que las cosas se tengan que aprobar y que se quieran vender como buenas es más complicado.

Lo que te quiero decir es que esas cifras que disputaron PNV y EH Bildu, que a quienes les caen estarán satisfechos, pero de un presupuesto de alrededor de 200.000 millones no deja de ser calderilla.

Hay que verlos más allá de la propaganda, porque cada vez que se plantean los presupuestos nos dicen que son los más expansivos, etc, y luego entre la propaganda y el presupuesto real de cada año suele haber mucha diferencia.

Hoy se han aprobado pro el Gobierno vasco los de la CAV, con algo más de 13.000 millones y de pasada me he fijado el porcentaje del gasto social, que suman ellos, es más bajo.

En nuestra experiencia demuestra que son un componente de propaganda y es muy importante analizarlos minuciosamente, que lo haremos, como siempre.

Otegi plantea una Confederación Vasco-Navarra dentro de una confederación con el Estado español, vosotros planteáis un Estado independiente dentro de la República Vasca. ¿Hay alguna opción?

Más allá de las opciones, le damos importancia a marcar un horizonte político. 

Antes íbamos a ser independientes, luego soberanistas, más tarde derecho a autodeterminación, derecho a decidir, confederación vasco-navarra…¿vamos para atrás? Parece que es la carrera del cangrejo. Planteáis un estado independiente y salen con esa confederación y en medio está el nuevo estatus en el Parlamento vasco. Vosotros ya habíais dicho que el Estatuto de Gernika estaba muerto.

En 1997.

Fíjate, ¿en qué estamos? Estoy en la independencia de Euskal Herria, de un trozo, de tres trozos… ¿dónde está ELA exactamente?

Nosotros hemos tomado la decisión de llevar a un congreso ese pronunciamiento político: por un Estado vasco, por una República soberana e independiente, como horizonte de emancipación nacional y de clase. Evidentemente es un salto en la estrategia de ELA, coherente con toda nuestra historia y que nadie puede decir que nadie puede decir que nos hemos saltado algunas pantallas. Hemos completado todas. Venimos de entender que el estatuto podía ser una oportunidad, a final de los setenta, hasta decir en 1997 que eso se había acabado y que el estatuto lo habían marcado los centralistas, y hoy seguimos igual. Para nosotros eso no ha cambiado. Es una constatación de que el estatuto sigue estando incompleto. Y que paradójicamente esa realidad incompleta en vez de ser denunciada por el PNV es, incluso, utilizada para vender como un logro aquellas pequeñas transferencias que se van consiguiendo en un determinado tiempo y cada vez más dilatada. Y en vez de denunciar, han pasado 42 años, ayer mismo (lunes 26 de octubre).

Y lo celebraron a escondidas, se puede decir, el PP en Gernika y EH Bildu hizo un acto.

Es muy ilustrativo para ver dónde estamos. Aquí qué es lo que pasa. Hay una posición muy clara por parte del PNV y creo que el lehendakari Urkullu encarna esa posición de intentar dormir al país en su conciencia nacional. Es lo que creemos a lo que se dedica el PNV, porque no quieren dar continuidad a la denuncia de cuestiones tan básicas de que el autogobierno no se completa.

Por un lado, está la posición muy clara del PNV con la cuestión nacional que lleva, entre otras cosas, a que esos debates sobre el nuevo estatus sean dilatados en el tiempo, donde no se avanza y donde están diciendo cosas tan clarificadoras de que ese nuevo estatus tiene que contar con, al menos, uno de los grandes partidos españoles. Se están refiriendo al PP o al PSOE. Eso ya deja muy claro cual es el horizonte de esperanza en términos de contenido y que se vaya a respetar el derecho a la autodeterminación. Con esto, hemos dicho que es un debate para la distracción política. Seguro que les sirve para ir transmitiendo una preocupación que para nosotros no es tal.

¿Hay que hacer una declaración soberanista unilateral como en Catalunya?

Nosotros vemos un estado propio en forma de república como única manera para garantizar un autogobierno pleno. No entendemos el autogobierno como lo entiende el PNV, como el PSOE o el PP. El autogobierno no es solo la gestión del ámbito competencial.

¿Pero siendo independientes, no?

El autogobierno, para que sea autogobierno en nuestra concepción, tiene que dotarse de un marco que el Estatuto o Amejoramiento de Navarra dejan muy claro dónde estás. Nosotros vemos que cada vez que vamos a una crisis 2008-09 a 2013 y ahora también con la pandemia, es muy evidente de competencia y de autogobierno que hay para afrontar los graves problemas y en ese tiempo vimos que en un día para otro en los presupuestos se pone un tope. No se puede decidir el número de trabajadores públicos, el tema de negociación colectiva vamos a la estatalización…es decir cada vez que hay una crisis hay una recentralización de competencias. Y en esta última de la pandemia lo que hemos visto, es de mando único. El Estado se ha ocupado de que se sepa que cuando vienen circunstancias de verdad quien realmente manda aquí es el Estado.

Sumando una serie de cuestiones, el sindicato es una herramienta de transformación social. Trabajamos e imaginamos a una sociedad diferente a la que vivimos. Y en el camino hacia esa sociedad, el Estado propio es una herramienta. Cuando estamos hablando de la transición ecológica, queremos una sociedad feminista, una sociedad más igualitaria y democrática para eso entendemos que es un estado propio, entre otras cosas para culminar los propósitos políticos del sindicato.

Entonces tendríamos el problema de la reforma laboral, etc aquí. No dependeríamos de Madrid.

Nosotros tenemos dos problemas: uno, de falta de competencias, después cuando existen, qué gestión se hacen de ellas. Con esa nos quitaríamos una. Los problemas de uno en uno.

A parte de ahí, este país tiene una fotografía diferente a la que dan otros, entre ellos el Estado español en su conformación de mayorías, sobre todo de realidad social. No es casualidad que el epicentro de los pensionistas esté aquí, el movimiento feminista y unas mayorías sindicales diferentes al Estado español. Esas mayorías y esa sociedad civil organizada genera potencialmente unas posibilidades para poder lograr determinadas cuestiones y dar una correlación de fuerzas diferente. Esa relación de fuerzas sería un activo en el futuro del país. No sé si se entiende esta idea, lo que estoy diciendo es que una de las cosas que tiene este país, porque no creemos que sea un país narcotizado, lo que creemos es que es un país con realidades sociales, organizaciones y el asociacionismo con un poder. Afortunadamente somos una sociedad en positivo. ELA también es parte de esta sociedad.

Abro paréntesis, porque también tiene relación, cuando Zubiaurre, presidente de Confebask, o el SEA acusan a los trabajadores de Tubacex de actuar casi como ETA o ser la mafia siciliana, como nos decían, lo que quieren decir en el fondo, más allá que denotan una falta de cultura democrática de aceptación de aquellos elementos de una democracia como son los sindicatos y la huelga. De por sí dice mucho, pero ellos lo que están diciendo en el fondo que quieren el modelo sindical español, que se dedique a apaciguar, que se dedique a lograr acuerdos baratos, que renuncie a la conflictividad. En este país hay otro modelo y es un activo, que en la ponencia lo decimos, también en la construcción de un país y en el camino hacia una república.

Por eso las empresas nos llevan al modelo español en los convenios con subidas salariales están decreciendo, para equipararnos en lo malo, no en lo bueno.

Euskal Herria tiene una foto que tiene los salarios más altos del Estado español. Va parejo a la mayor conflictividad.

Por eso mismo, los empresarios lo que están haciendo que no suban para que vaya para abajo.

Por eso digo que la referencia, en este caso es el del sindicalismo español, que apuesta por la mesa del diálogo social en vez de organizar a los trabajadores y trabajadoras en los centros de trabajo.

¿Qué puedes decir de la política fiscal, porque si no Es adecuada y equilibrada estamos metidos en el problema de no hay dinero para mejoras?

El sindicato hizo una campaña antes del verano para exigir que se lleve adelante una reforma fiscal. La hemos hecho denunciando que lo que tenemos es injusto, en este caso en Hego Euskal Herria las empresas son las que menos pagan en el Impuesto de Sociedades, que hay que abordar por su gravedad. Es un debate que antes o después va a venir. 

Ahora con los fondos europeos y lo que hemos hablado va a haber un incremento de la deuda. Y una cosa es que se flexibilicen algunas normas fiscales, pero esa deuda se va a tener que pagar. Y estamos siempre ante el mismo dilema: se paga con recortes o se paga con una reforma fiscal. El sindicato tiene una posición, por eso estamos insistiendo con la reforma fiscal porque hoy determina de forma clara donde está la izquierda y dónde está la derecha. E insistimos en esta cuestión y hoy las posiciones de la izquierda deberían defender de una manera muy nítida y clara la fiscalidad, porque ahí empieza el debate sobre como se reparte la riqueza.

Y el PSOE, ¿dónde está en la izquierda o en la derecha?

Cuando hablamos de izquierda, no hablamos del PSOE. Tiene una historia muy acreditada en su tradición por desmontar los derechos laborales y sociales. Toda la época de Felipe González. Todo lo que se quiera recordar, incluso algunas decisiones muy importantes que han tenido un impacto muy ilustrativo en los últimos años que tienen que ver con la aceptación de las reglas de gasto, fiscales, de estabilidad y control fueron puestas en marcha por Rodríguez Zapatero antes de abandonar el gobierno. Son decisiones que han determinado de una manera muy clara la política presupuestaria y han sido hechas por el PSOE, no es un secreto.

Y ¿el fraude fiscal?

Cuando hablamos de política fiscal va incluido el fraude. Porque la estructura es tan injusta que cada año que pasa los presupuestos se soportan más sobre las rentas de los trabajadores. Es una constatación ya que nadie en política se atreve a corregir. Siempre hemos denunciado con insistencia la poca iniciativa que hay por combatir el fraude y lo poco que se publica. Es un fraude, que la gente tiende a pensar que está en pequeñas transacciones, pero aquí la mayoría del fraude está en la gran empresa. Los pocos estudios que se hacen lo suelen demostrar, pero en todo lo que tiene que ver con las decisiones de los tipos de impuestos o las tablas, siempre en el fondo está la política actual de no querer confrontar con el poder económico y empresarial. 

Eso nos lleva a una sociedad cada vez mas desigual. Ahí debates que se plantean ahora sobre un tipo mínimo del 15%. Más allá de un tipo de aceptación de tipo impositivo, la aplicación real que tenga eso es lo importante, porque es lo que pasa con las exenciones fiscales, porque nos dicen que las empresas pagan 21% pero con esas exenciones te quedas a cero, como las grandes empresas de este país Petronor, Iberdrola… Hicimos una denuncia sobre lo que pagan las empresas, y vimos, como dice Ignacio Zubiri, “entre poco y nada”.

El modelo neoliberal capitalista lleva a las empresas fuera donde más dinero han podido sacar para su beneficio explotando a los trabajadores y ahora tenemos un problema de relocalización de empresas porque faltan suministros. ¿Cómo se soluciona o hay que volver a traerlas?

Aquí hay debates muy de fondo sobre los límites del planeta, los materiales y todas estas cuestiones. Porque pensar que se puede sustituir todo el parque automovilístico con coches eléctricos es impensable y todo el mundo lo sabe. Pero una de las cosas que tiene el modelo capitalista es que va descubriendo los límites por aproximaciones sucesivas. Según va avanzando va descubriendo los límites. Una cosa es la propia sostenibilidad del planeta, en esa idea de que se haga un discurso político políticamente correcto que es muy evidente que andamos muy tarde y que las medidas que se plantean son muy insuficientes.

El tema de la relocalización es un debate que tuvimos aquí, creo que empezó a mediados de los 90 que muchas empresas optaron por ir a China, etc

SPRI y el Gobierno vasco impulsaron esa salida, esas inversiones fuera.

Sí, sí… Ha habido una política de deslocalización.

¿Quienes lo pagan?

Nosotros, claro. Hay un fracaso de toda la política europea. La crisis de los microchips, queda en evidencia. Son nuestros límites. La pandemia ha demostrado que te quedas vendido cuando hay cuestiones estratégicas que no están bajo tu control. Es evidente.

Hay que hacer una apuesta mayor por la relocalización. En esa lógica capitalista, siempre se ha seguido lo de minimizar el coste en mano de obra. Primero fue la deslocalización, luego la subcontratación y las cadenas del just in time siguen esa lógica. En este caso haciendo que los salarios bajen. No era una política empresarial aislada, sino concertado por los gobiernos, así de claro y de triste. Evidentemente vemos las consecuencias de esto. Sobre lo que me preguntabas, hay que abrir un debate sobre qué queremos producir y cómo queremos producirlo. Es el debate que está sobre qué capacidad de adecuación va a tener este país.

¿Este país pierde poder industrial?

Sí está perdiendo peso industrial y tenemos que hacernos la pregunta de cuál es la industria del futuro. Cuando se habla economía circular, de la relocalización habrá que saber que vamos a producir. La parte que nos preocupa es que no vemos la preocupación. Gestionan la inercia, no hay una previsión clara. No está encima de la mesa. 

¿Están volcados con el hidrógeno, porque están Repsol e Iberdrola?

Pero porque hay intereses empresariales, no de país, que es lo que pedimos.

ELA está de acuerdo en elevar el Salario Mínimo Interprofesional a 1.300 euros, pero ¿como se termina con la brecha salarial porque llevamos décadas con ese objetivo sin lograrlo?

Desde una política global, no puede ser parcial. Más allá de políticas para corregirlas, se pueden hacer políticas concretas de empleo y tomar decisiones muy claras para, entre otras cosas, dignificar sectores que están de una manera feminizados porque están muy relacionados con la precariedad. Son decisiones políticas, sobre todo las que afectan a ámbitos del sector público. Lo que sí sabemos desde nuestra experiencia sindical para combatir esa brecha salarial nos lleva a un conflicto muy permanente donde esa lucha tiene que ser combativa. Porque en residencias, limpieza, en sectores del comercio estamos planteando peleas y huelgas vemos que si no hay conflicto, no hay huelga, no se le puede dar la vuelta. Ahora estamos viendo a las trabajadoras del Museo Guggenheim un conflicto relacionado con brecha salarial, las de residencias, ayuntamientos que esta pasando en subcontratas de limpieza… En este tema hay una responsabilidad institucional muy clara. Una de las denuncias que hacemos cada 8 de Marzo es esa. Ese día se tiñen las instituciones de morado y el resto de días no se cambia ninguna acción.

¿Los sindicatos no tendríais que hacer algo más dentro de las empresas?

El tema de la brecha salarial es estratégico. Nuestras posibilidades para poder terminar con la brecha salarial está muy pegadas a mantener la movilización, como el resto de otras cosas. Eso es el trabajo real. Aparecen las peleas en ámbitos de subcontrataron de las administraciones. 

Claro, es que en el ámbito de la subcontratación la diferencia salarial con hombres y mujeres es enorme. Ahí hay de todo.

Claro. Se da una doble discriminación. Por eso digo que conflictos largos como los de residencias eso tienen en el fondo.

En la anterior entrevista (marzo 2021

2013 Ataque fascista a la sede Iruñeasareantifaxista.blogspot.com/2021/03/mitxel-lakuntza-secretario-general-de.html) nos dijiste que habría una mención o al fascismo en relación al Congreso de ELA. ¿Es así?

En el informe de gestión decimos expresamente: “en este cuatrienio hemos asistido a una ofensiva mundial de una ultraderecha de tinte neoliberal, racista, xenófoba, antifeminista, anti LGTBIQ+, enemiga de las referencias colectivas y del sindicalismo. Esta ofensiva alcanza incluso a la representación política europea, con gobiernos presididos o condicionados cada vez más por partidos de este tinte. Es un hecho que la desigualdad, el desempleo, las precariedades y la ausencia de horizontes para amplias capas de la población ofrecen a la extrema derecha una oportunidad singular para extender su propuesta en una sociedad falta también de políticas redistributivas. 

Esta realidad debe interpelar directamente a todas las fuerzas de izquierda (políticas y sindicales) y urgirnos para construir referencias y alternativas que pasan por organizar a las clases populares y a la clase trabajadora. No podemos asumir el riesgo derivado de no combatir esta ofensiva, y es nuestra obligación fortalecer las referencias colectivas en el mundo del trabajo y en el conjunto de la sociedad”. 

Y en la manifestación del domingo también hice referencia y lancé un mensaje a los partidos políticos sobre la ultraderecha porque no se le gana haciendo políticas de recortes, ni olvidando las preocupaciones de la gente. A la ultraderecha hay que combatirla con lo que le duele, con programas políticos de izquierda: con más igualdad, con más derechos sociales, con políticas fiscales que hagan pagar más a quien más tiene, con feminismo, con políticas de vivienda… con todo lo que ellos no representan.

Vosotros conocéis, pero la ultraderecha no tiene una única voz ni versión y en función del ámbito en que se mueven, se van adaptando y tienen características diferentes, pero donde no pueden ganar es en preocuparse de los problemas de la gente. No preocuparse, porque realmente no se preocupan, realmente es interés del capital de que juegue un papel para la confusión. Por ejemplo con el asalto a la CGIL (Confederación General Italiana del Trabajadores de Italia), les preocupa las expresiones colectivas de los trabajadores.

Lo de Roma no fue casual, justo se cumplen 100 años de que se empezase a dar la primera respuesta organizada al fascismo de Mussolini. No es casualidad. Lo que ha ido pasando en Italia ha sido un tema ideológico que se ha ido forjando en el siglo XXI en el nuevo fascismo, y dentro de eso entra la coyuntura de los antivacunas, etc que encontraron su hueco y apoyo en la calle e hicieron el asalto al sindicato, porque ellos saben que en la política y en lo sindical está el primer muro que se van a encontrar. En Italia hay unos sentimientos antifascistas y partisanos, etc, y enseguida la gente respondió, porque saben lo que hay. Cuando planteamos afrontar el tema de la extrema derecha. Insistimos en la reflexión y hacer una declaración dentro del congreso.

No es una reflexión nuestra nueva y siempre lo unimos al vacío que deja la izquierda cuando no ejerce como tal. Cuando se va abandonando el ámbito tradicional e histórico de la izquierda, que tiene que ver con preocuparse con la injusticias, los derechos de la gente, cuando se desocupa ese espacio y lo ocupa la ultraderecha. 

Mitxel Lakuntza ELAkoarekin hitz egin dugu, ultraeskuinari buruzko hausnarketa aurreratu digute 

https://sareantifaxista.blogspot.com/2021/10/mitxel-lakuntza-elakoarekin-hitz-egin.html 

Hemos hablado con Mitxel Lakuntza ELA, nos adelantan su reflexión sobre la ultraderecha

https://sareantifaxista.blogspot.com/2021/10/hemos-hablado-con-mitxel-lakuntza-ela.html 

 

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