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Estado español :: 02/10/2022

La locura en el seno del sistema

Mente Revolucionaria - La Haine
Levantemos la alfombra en el parlamento español y encontraremos muchos candidatos a un hermoso manicomio.

Un loco puede ser alguien que habla a una pared. Un manipulador puede ser alguien muy persuasivo con rasgos psicopáticos en puestos de dirección de una empresa o incluso de un sindicato. Un manipulador no es concebido como un loco. Por ahora. Durante la historia la causa de la locura ha sido la posesión demoníaca, la enfermedad, un comportamiento anormal o simplemente una actividad cognitiva anómala. Cada una de estas definiciones tienen que ver con el momento histórico y la cultura dominante.

El gobierno del PSOE persigue a los terapeutas alternativos que hacen Reiki y PNL pero le parece bien que una mujer con trastornos por atracón, obesidad mórbida y abusada sexualmente en la infancia por su padre, reciba apenas una sesión psiquiátrica cada dos o tres meses y, eso sí, reciba un tratamiento fármacológico durante 8 años con resultado nulo para sus problemas y sin siquiera haber sido diagnósticada seriamente por nadie.

El sistema no funciona. Pero las brujas y la magia, que antes se perseguían, ahora son las terapias alternativas. Antes, si alguien se volvía "loco" se lo atribuía a una posesión demoníaca o al control de una bruja. Así, el sistema idealiza o valora positivamente una forma determinada de ser, de sentir, de pensar o de comportarse y cuando algo contradice estos valores o los pone en entredicho, entonces será considerado como comportamientos impropios o inadecuados.

Por lo tanto, lo que el sistema considere que es "normal" será determinante a la hora de definir qué es lo patológico y cómo tratarlo. Hay psicólogos que insisten en que las direcciones de las grandes multinacionales están pobladas de psicópatas. Cómo si no se puede llevar adelante un proyecto de explotación que afecta a nivel mundial pasando por encima no sólo de la población sino del medio ambiente e incluso de gobiernos.

Levantemos la alfombra en el parlamento español y encontraremos muchos candidatos a un hermoso manicomio. Personas cínicas, narcisistas, manipuladoras y mentirosos compulsivos que sonríen ante las cámaras mientras que por detrás están jodiendo a la clase trabajadora de manera escándalosa.

 

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