Hereje, bella acusación. Considerando el nivel de dureza de la actual crisis de acumulación del capital en todas sus formas, podemos resumir las acepciones del término herejía en una sola y básica que las recorre: rechazo práctico y teórico del simple sentido común que no puede o no se atreve a bucear debajo de la superficie y de la forma hasta llegar al fondo, allí donde la unidad y lucha de contrarios provoca el movimiento de las cosas y la aparición de lo nuevo. Treinta años antes de la cita anterior, Marx definió de forma casi idéntica la esencia de lo que en este texto llamamos herejía: «Exigimos de la crítica sobre todo que se comporte de manera crítica respecto de sí misma y que no pase por alto las dificultades de su objeto».