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El CSC Luis Buñuel responde al Gobierno de Azcón sobre el intento de desalojo del 23 de enero
En la rueda de prensa de este martes representantes del centro social comunitario de Zaragoza han recordado los incumplimientos de Azcón, la ausencia de una sentencia en firme que avale el desalojo y las más de 400.000 personas que han pasado por este espacio en doce años de vida
Este martes el CSC Luis Buñuel volvía a abrir sus puertas para desmentir y aclarar algunas de las informaciones vertidas los últimos días tanto por parte del Gobierno de Azcón como de otros sectores.
Las tres personas que han puesto voz a las más de 400.000 personas que han participado de alguna manera en este espacio han aclarado que el primero en no cumplir el convenio de cesión ha sido el equipo del alcalde Jorge Azcón. El cual no se ha presentado ni ha tratado en ponerse en contacto con la junta del CSC Luis Buñuel, tal y como está recogido, y es de obligado cumplimiento, en el convenio.
Así respondían a las informaciones vertidas por el PP y Ciudadanos en relación a la supuesta infracción del convenio de cesión por parte de la asamblea. Y así recordaban cual ha sido la voluntad de diálogo del Gobierno de Zaragoza de esta última legislatura para abordar este conflicto. Muy diferente a la actitud de la asamblea del Luis Buñuel que de nuevo en esta rueda de prensa ha explicado que está abierta a la negociación y la exploración de otras alternativas de la mano del consistorio.
También han aclarado que también era obligatorio, según el convenio, de proveer de recursos básicos como luz, agua y calefacción, por parte del Ayuntamiento de Zaragoza. Otro incumplimiento por parte del ahora candidato al Gobierno de Aragón, Jorge Azcón.
En cuanto a lo que ocurrirá el 23 de enero, desde el CSC Luis Buñuel han vuelto a recordar que el desalojo es puramente una decisión política porque no hay ninguna sentencia en firme ni orden judicial que avale la salida de este proyecto del edificio. Con la ley en la mano, el Gobierno de PP y Ciudadanos debería esperar a que se resuelvan los dos procesos judiciales para acabar con este proyecto comunitario. Después de cuatro años de idas y venidas, de sustos y de amenazas que se quedaban en nada, ahora el PP y Ciudadanos tienen prisa, concretamente, quieren al tejido social de Zaragoza fuera de este espacio antes del 28 de mayo. Las elecciones municipales y aragonesas no van a esperar a que se resuelva este conflicto.
Sin embargo, este martes han querido dejar claro que tal como dice el requerimiento del Ayuntamiento de Zaragoza, la junta, y solo la junta, tiene obligación de salir del edificio el 23 de enero. Y eso harán, ese lunes la junta de la asociación que gestionaba el convenio saldrá del edificio. Pero han advertido de que el espacio seguirá abierto para todos los colectivos o personas que quieran seguir desarrollando sus actividades en el antiguo instituto. Otro ejemplo de autonomía y autogestión.
En cuanto a las alternativas que han aparecido estos días como la del grupo municipal de Podemos de albergar en el Actur las actividades en caso de desalojo, el CSC Luis Buñuel ha sido tajante: “No hay ningún espacio en Zaragoza que pueda albergar toda la actividad que se produce aquí”. Además, ha aclarado que nadie se ha puesto en contacto con esta asamblea. Sí se han puesto en contacto con este espacio algunas asociaciones vecinales tanto para expresar su preocupación como para ofrecer sus locales, pero desde este centro insisten en que tampoco tienen infraestructuras suficientes.
Al grupo de activistas que ha posado para la foto, les acompañaba un dossier de 84 páginas en el que se detallan la historia de este centro comunitario, un pequeño barrido por las hemerotecas de aquí de allá y, sobre todo, datos, muchos datos sobre el volumen de actividades y personas que han pasado entre los grandes ventanales de este antiguo instituto.
Y es que a día de hoy hay unos 43 colectivos ligados de forma permanente a este centro social comunitario y unas 120 actividades habituales y 500 puntuales. En total, el CSC Luis Buñuel ha servido y ha sido destino de más de 192.000 usos comunitarios en sus doce años de vida.
Este martes también han explicado que en el momento en el que se recuperó este espacio para la ciudadanía, hace 12 años, habían tres edificios abandonados en Zaragoza con unas dimensiones similares a este antiguo instituto: La Escuela de Artes, Palacio de los Condes de Fuenclara y el Cuartel de San Genís.
Actualmente el único que está en uso es precisamente el Centro Social Comunitario Luis Buñuel. Por eso, desde esta asamblea cuestionan las motivaciones del equipo de Jorge Azcón para recuperar este espacio y no otro.
El carácter asistencial de este espacio se ha convertido en el eje central de sus actividades después de cuatro años de recortes en Servicios Sociales, y con la pandemia del COVID-19. La olla comunitaria ofrece comida caliente todos los domingos a transeúntes y personas que viven en la calle. Solo desde 2020 se han ofrecido 28.000 raciones. También está activo el ropero solidario que ha repartido más de 1.900 prendas de ropa. Y lo mismo que ropa se reparten equipos informáticos, WIFI gratuito, juguetes o citas para vacunación.
Sí, cuando arrancó el sistema de citas para suministrar la vacuna del COVID-19, el Centro de Salud de San Pablo al ver que no tenía capacidad suficiente para atender a todas las llamadas de personas que necesitaban ayuda para solicitar la vacuna pidió auxilio al CSC Luis Buñuel. La asamblea se puso manos a la obra y preparó un punto de ayuda a la entrada del edificio para ayudar a las personas que o no disponían de dispositivos informáticos o no tenían las competencia digitales para hacer solas la gestión.
No sabemos qué ocurrirá el lunes 23 de enero pero sí sabemos qué ha ocurrido estos 12 años. Por eso, esta semana y las que vienen van a ser muy intensas, porque hay mucho que defender.
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