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"Junqueras botifler": el grito de la movilización en Barcelona contra la cumbre de Sánchez y Macron
Miles de personas se han movilizado este jueves ante la reunión entre Sánchez y Macron con motivo del encuentro para firmar el tratado bilateral. Aragonés ha asistido al saludo y se ha marchado antes de los himnos mientras que Junqueras ha participado de la manifestación antes de salir por piernas entre gritos de “botifler”.
Este jueves Pedro Sánchez y Emmanuel Macron se han reunido en Barcelona para cerrar el Acuerdo de Amistad entre ambos estados. Francia ya tenía un acuerdo de este tipo con Alemania e Italia mientras que el Estado español únicamente lo tenía con Portugal.
Pere Aragonès ha asistido al saludo institucional al inicio de la cumbre hispano-francesa entre el presidente del Gobierno español y el presidente de Francia. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y Nuria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputación de Barcelona, también han estado presentes en el recibimiento. No obstante, el presidente de la Generalitat se ha marchado después de saludar y no se ha quedado cuando sonaban los himnos.
Según apuntan desde la Generalitat, Aragonés ha transmitido a Pedro Sánchez que el Proceso no se ha acabado mientras que a Macron le ha trasladado la voluntad de querer ser un socio europeo. En la comparecencia posterior, Aragonés ha denunciado la utilización de la cumbre para cerrar el conflicto nacional. “Hay quién ha querido utilizar la cumbre para intentar imponer la percepción que el conflicto político ya se ha resuelto, pero en Cataluña sigue existiendo una mayoría sólida y transversal que quiere decidir pacífica y libremente el futuro político del país" – ha dicho el presidente.
Por su parte, desde Moncloa restan importancia a la retirada del líder de ERC e insisten en las buenas relaciones entre el gobierno central y la Generalitat. “Es una anécdota. Lo importante es que ha estado en la cumbre. Las relaciones entre Sánchez y Aragonés son fluidas, como prueba del diálogo que han mantenido” – responden desde fuentes oficiales del gobierno del Estado.
La jornada ha sido marcada por las movilizaciones ante el MNAC donde se celebraba la cumbre. Las protestas habían sido convocadas por ANC, Òmnium y el Consejo de la Republica de la mano de ERC, Junts y la CUP además de una treintena de entidades. Desde las 9h se han concentrado en las cuatro Columnas de Puig y Cadafalch bajo el lema “Aquí no s’ha acabat res”. Según las cifras de los organizadores, se han llegado a reunir 30.000 personas mientras que la Guardia Urbana bajaba a 6.500 asistentes. La llegada de los mandatarios francés y español ha sido recibida con un fuerte silbido. Pero no ha sido el único abucheado de la jornada de hoy. Oriol Junqueras ha tenido que abandonar la manifestación entre gritos de “botifler” y silbidos.
Posteriormente, la manifestación ha continuado hacia el consulado francés como estaba previsto por la convocatoria de los CDR, la Forja y SEPC. Después han intentado llegar a la plaza San Jaime, donde se han encontrado con un fuerte dispositivo policial por parte de los Mossos d’Esquadra que ha dado lugar a momentos de tensión.
A la vez, el diputado de la CUP, Carles Riera, ha aprovechado la ocasión para criticar la mesa de diálogo de ERC por su contribución a la “desactivación del conflicto”. "Somos aquí para decirle a Sánchez y Macron que en los Països Catalans la lucha continúa hasta que no acabamos con la represión y podamos ejercer libremente nuestros derechos" – ha defendido el representante de la CUP.
Y es que sí, la celebración de esta cumbre en Barcelona no solo es una provocación, sino que es la constatación de como el gobierno “progresista” ha conseguido dormir el movimiento democrático catalán con la ayuda de ERC y Junts en su vuelta a la gestión de la autonomía. Porque a pesar de salir del ejecutivo, los de Puigdemont y Laura Borràs han mantenido exactamente la misma línea conciliadora con el Estado Español que sus ex-socios durante los últimos años. Hoy, ERC ha representado el dicho aquel que dice: quien mucho abarca poco aprieta. No se puede participar del acto contra el que te estás manifestando, pero ya sabemos que esta es su manera de lavarse la cara después de apoyar incondicional al gobierno de PSOE-UP.
Hay que continuar luchando por la autodeterminación de Cataluña, pero basta de vías processistes y conciliadoras de clase que han demostrado ser un callejón sin salida. Ya sea para enfrentar el gobierno “progresista” que hoy "gestiona" el Estado o la amenaza de la derecha españolista reaccionaria. La fuerza se encuentra en la movilización y la autoorganización de la clase trabajadora y los sectores populares. Una lucha que ligue la defensa del derecho a decidir, la conquista de demandas sociales y un programa anticapitalista.
En este sentido, la Generalitat y partidos como ERC y Junts no son ningún aliado, sino parte de la oposición a combatir. Porque durante el 2017 se encargaron de movilizar y desmovilizar impidiendo la autoorganización; porque no olvidamos que nos reprimieron durante las manifestaciones contra el 2019 y porque sabemos que han continuado las políticas neoliberales en Cataluña durante todo este tiempo.