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Estado español :: 30/05/2023

Adelanto electoral, migajas y falsas promesas: las leyes que ya no se aprobarán

Roberto Bordón
Repasamos algunas de las medidas que ya no se aprobarán.

El adelanto electoral de las generales anunciado por Pedro Sánchez tras este 28M ha agitado toda la política estatal. También ha sido un mazazo para las tibias migajas que el gobierno del PSOE y Unidas Podemos pretendía ofrecer para lavar la cara a una legislatura plenamente continuista con las políticas neoliberales al servicio de los grandes capitalistas. Repasamos algunas de las medidas que ya no se aprobarán.

El adelanto electoral ha puesto fin a la agenda legislativa del gobierno PSOE-UP. La decisión de Pedro Sánchez deja sin aprobar una serie de leyes que desde el Gobierno y en especial desde Unidas Podemos han tratado de vendernos como motivos para seguir votándoles a pesar de que han gobernado para los grandes capitalistas. En total, se quedarán sin aprobar más de 60 leyes: 25 de ellas en vigor al ser aprobadas mediante decretos ley; otras ocho impulsadas por el Gobierno; y alrededor de una treintena presentadas por los distintos grupos parlamentarios. Hagamos un repaso rápido de las medidas más destacadas.

Ley de Familias

Una de las normas clave que había impulsado Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos. Se había aprobado el 28 de marzo en segunda vuelta en el Consejo de Ministros y debía tramitarse por vía de urgencia en el Parlamento, pero tras diversos plazos de enmiendas finalmente el adelanto electoral ha impedido su tramitación.

La norma incluía el reconocimiento para las familias más vulnerables y la equiparación de los beneficios por familia numerosa a las formadas por un solo progenitor (más del 80% de las cuales tienen a una mujer al frente) con dos hijos a su cargo o cuando estuvieran encabezadas por una víctima de violencia de género. Además del “pleno reconocimiento jurídico de todo tipo de familias a través de los distintos servicios sociales".
Tras múltiples retrasos propiciados por el PSOE, la ley no será aprobada finalmente, lo que supone un bloqueo a una de las medidas estrella de Unidas Podemos.

Ley de Salud Mental

Otra medida de Unidas Podemos que ha sufrido múltiples procesos de enmiendas por los que finalmente no se aprobará y que tan solo ha destinado 100 millones de euros dentro de la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud. Eso y un teléfono atención 24 horas, las grandes medidas de este gobierno ante una problemática tan grave.

Ley de Secretos Oficiales

La reforma de esta norma franquista que prohíbe el acceso a información clasificada y que sirve para ocultar los crímenes del régimen burgués quedó finalmente en nada. Ya el PSOE sacó adelante una reforma cosmética para que nada cambie. Y ya nunca se supo más, con la complicidad y el silencio de Unidas Podemos.

Ley de Libertad de Expresión

Otra promesa electoral de Unidas Podemos era una reforma del Código Penal que acabase con los delitos de injurias a la Corona, a las Instituciones del Estado y contra los sentimientos religiosos. Unidas Podemos lo llevó al Congreso en 2021 y ante la negativa del PSOE quedó ahí muerta y, de nuevo, sin mucho ruido por parte de sus socios.

Tampoco se ha hecho nada para acabar con la Ley Mordaza que tanto daño ha hecho a las activistas y militantes de la izquierda. Una de las grandes promesas del Gobierno de coalición PSOE-UP fue olvidada rápidamente y, de hecho, todavía la policía se sirve a diario de esta ley para reprimir a trabajadores y jóvenes, como se ha visto en múltiples manifestaciones y conflictos a lo largo de su legislatura.

Así, la promesa de derogación pasó a una simple reforma de alguno de sus aspectos más secundarios. Un ejemplo que sirve como metáfora de lo que ha supuesto el neorreformismo como política, promesas de “grandes transformaciones”, ya limitadas en su origen, pero que han quedado en nada o en cambios más cosméticos que reales.

De las falsas promesas, al desencanto y avance de las derechas

Tras el fracaso electoral este 28M que ha dejado a candidaturas o proyectos neorreformistas al borde de la desaparición en gran parte del territorio, tertulianos y analistas afines han tratado de explicar en medios y redes sociales el porqué de su bancarrota. Hay quienes criminalizan a las clases populares por no votarles, el clásico, clasista y rancio “disfruten lo votado”. Ahora bien, también nos encontramos análisis con otros argumentos más elaborados, como el de Pablo Iglesias, que se centran en los elementos discursivos y culturales: es la derecha la que está ganando la “batalla cultural” o la que ha sabido construir identidades, así como el papel de los grandes medios de comunicación, etc.

Ahora bien, la política no se puede reducir simplemente a símbolos, a la articulación de discursos en el vacío y a una competición de marketing electoral. La política es también y fundamentalmente una cuestión material. No es un problema de una insuficiente política cultural lo que explica el fracaso de candidaturas como Podemos, como sostiene Iglesias, sino justamente que sólo se han dedicado a hacer política política cultural y discursiva, sin aplicar medidas estructurales o que cuestionasen mínimamente el capitalismo. Mientras tanto la gente vive cada vez peor.

La subida del SMI o la ley de Vivienda más allá de la propaganda, no ocultan la realidad social de que los salarios siguen perdiendo poder adquisitivo ante una inflación que se come las míseras subidas y unos alquileres por las nubes. Vivir o sobrevivir ha pasado a ser en lo que se dirime el día a día de buena parte de la clase trabajadora y los sectores populares.

Del mismo modo, lejos de lo que nos ha querido vender la burocracia sindical de CCOO y UGT y el Gobierno, la reforma laboral de Yolanda Díaz no ayuda a tener trabajos más estables y menos precarios, sino todo lo contrario, al mantener los elementos centrales de las reformas previas que PP y PSOE aplicaron contra la clase trabajadora.

Sin olvidar que se han aprobado los presupuestos más militaristas de los últimos 40 años. Con un Gobierno “progresista” que es en realidad imperialista, que reprime y asesina en las fronteras y mantiene políticas racistas como la ley de Extranjería.

Es por ello por lo que las derechas avanzan, porque más allá del relato del autodenominado “Gobierno más progresista de la Historia”, su práctica política ha sido totalmente continuista con la agenda y los consensos neoliberales. Consecuencia de esto, el marco político se ha derechizado año tras año en un contexto atravesado a su vez por la pandemia, la guerra y la crisis capitalista. Un escenario donde la derecha y la ultraderecha crecen sobre el desencanto que deja un neorreformismo que prometía cambios de la mano del PSOE y desde los sillones y ministerios de este Régimen del 78, imperialista y burgués al servicio de los grandes capitalistas.

https://www.izquierdadiario.es/Adelanto-electoral-migajas-y-falsas-promesas-las-leyes-que-ya-no-se-aprobaran

 

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