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Medio Oriente :: 11/05/2025

Leila Ghanem: La guerra continúa en El Líbano

Leila Ghanem
¿Hemos ganado o perdido la guerra contra el régimen de Netanyahu y el imperialismo? :: La Resistencia libanesa ha entrado en una fase de repliegue para reorganizarse

Artículo de opinión de Leila Ghanem, antropóloga y dirigente comunista libanesa. Coordinadora del Foro Social de Beirut y organizadora de varios tribunales populares contra los Crímenes de Guerra de Israel en Líbano, Sabra y Chatila, contra Monsanto en Iraq.

1.- La Resistencia entre la derrota y el triunfo

En Líbano y Gaza se está debatiendo intensamente, tanto entre la opinión pública como dentro de la propia Resistencia, esta cuestión: ¿Hemos ganado o perdido la guerra contra el régimen de Netanyahu y el imperialismo?

Si bien está claro que la Resistencia libró una batalla épica sobre el terreno, las consecuencias fueron terribles en términos de destrucción y pérdidas humanas. La Resistencia tampoco pudo imponer su voluntad política. Dicho esto, la guerra continúa y la Resistencia ha entrado en una fase de repliegue para reorganizarse, tras perder gran parte de su liderazgo y de sus efectivos.

Tras la muerte de Nasrallah y bajo la dirección de Radwan – unidad de élite de Hezbollah – , los combatientes pronunciaron un firme juramento: «Juramos por tu honorable espíritu desde las fronteras de Palestina, en el camino de la libertad y la justicia que recorriste como mártir, que continuaremos la lucha hasta que logremos tus objetivos que son los nuestros, cualesquiera que sean los sacrificios. A nuestro pueblo paciente, orgulloso y leal, le juramos sobre el gemido de nuestros cuerpos atormentados y desgarrados, que el asesino no será perdonado, y que su barbarie no quebrantará nuestra determinación; nuestra bandera no caerá de nuestras manos, y sea cual sea el tiempo que pase, les prometemos la victoria”.

Dos acontecimientos importantes marcaron la diferencia y demostraron la voluntad de continuar en el camino de la resistencia y no ceder ante el enemigo:

1. La oleada masiva de gentes del sur de Líbano, el mismo día de la tregua, hacia sus aldeas en la frontera con Palestina. La larga marcha, a menudo a pie, no estuvo exenta de enfrentamientos con el ejército israelí que intentó bloquearles el paso.

2. El funeral de Nasrallah, que reunió a un millón y medio de personas de los cuatro millones de libaneses, un récord nunca alcanzado en la historia del país y quizá del planeta; fue una verdadera prueba ante el mundo entero. Es una afirmación demográfica de que la lucha continuará por el camino de la resistencia antiisraelí y anti EEUU.

El día del funeral, desde primera hora de la mañana, las carreteras que llevan a la capital estaban inundadas, sobre todo las que vienen de la Bekaa y del sur. La víspera del funeral llegaron delegaciones extranjeras de Túnez, Egipto, Turquía, Sudáfrica, Pakistán, Nigeria, Irlanda, Francia, Alemania, Suiza, Yemen, Iraq, Argelia, Sudán, Australia, EEUU, Chile y Brasil. Una verdadera oleada de personas, de diferentes ideologías revolucionarias, se unió en la lucha contra el imperialismo colonial occidental del cual el régimen israelí no es más que un vasallo. Todos acudieron al funeral del hombre que muchos describieron como «luchador internacionalista», un líder que simbolizó la lucha anticolonial y antiimperialista, como Ché Guevara y Ho Chi Minh.

Este funeral fue la respuesta a Israel, a los EEUU y a sus lacayos árabes de los petrodólares del Golfo, pero también a los fascistas libaneses que anunciaron apresuradamente la caída de la Resistencia. El lema único de la marcha fue: «Seguiremos el mismo camino de nuestro líder histórico, sin rendirnos ante ningún sacrificio”. “Es la victoria de la sangre sobre la espada». Y este lema, tan querido por Nasrallah, se mantendrá a pesar de los sacrificios.

El significado de este lema refleja el desequilibrio en la relación de poder entre unos combatientes provistos de armas improvisadas frente a armas de destrucción masiva como los aviones F-35, utilizados no contra un ejército regular sino contra combatientes de la Resistencia revolucionaria. Palestinos como Georges Habash, del FPLP, hablaron de la «victoria del cuello sobre la espada» encarnada en la victoria heroica y legendaria que tuvo lugar en los túneles de los combatientes de la Resistencia del sur del Líbano y en los túneles de Gaza contra el ejército israelí, apoyado este con todos los medios por el bárbaro imperialismo occidental, especialmente el norteamericano.

El funeral multitudinario tuvo una repercusión política directa sobre los que hoy detentan el poder en el Líbano tras aceptar el diktat estadounidense impuesto desde la tregua establecida el 27 de noviembre de 2024 y supervisada por una comisión presidida por EEUU. Desde entonces Israel ha violado el alto el fuego 1.750 veces.

Washington y Tel Aviv saben que la marea humana que acompañó al líder de la resistencia hasta su tumba, convertida en santuario, representó un acto político por excelencia.

Por otra parte, la nueva dirección de la Resistencia, debilitada por tantas pérdidas, necesitaba escuchar a su pueblo decir a sus dirigentes que estaban allí no sólo para despedir a su líder, sino también para renovar su compromiso, plenamente conscientes de la razón histórica y política que les asiste. A esto es a lo que debe prestar atención la Resistencia, incluso si decide pasar a una nueva fase de acción política dentro del Líbano, o a nuevas formas de resistencia.

La participación de Hezbollah en la política interna y su presencia en el poder no le impedirán actuar con y para su pueblo, que es la fuente de su fuerza, su protección y su continuidad”, afirma su nuevo líder, Naim Qassem.

Hezbollah debe ser realista al comprender los hechos acaecidos en el país, pero debe ser claro como el sol al abordar el cambio real que necesita el Líbano, no solo para proteger la Resistencia y su soberanía, sino también para proteger al resto del pueblo libanés al que los enemigos están preparando una serie de sediciones y duros días de extorsión para su subsistencia.

El propio enemigo sabe que la Resistencia es capaz en poco tiempo de reconstruir las aldeas fronterizas y facilitar el retorno de la gente a sus aldeas, a sus casas y a sus campos. Las personas concretas son la raíz de la historia y no tenemos más opción que permanecer cerca de ellas, explicarles lo que pasó y discutir con ellas los pasos a seguir.

La resistencia ha creado equipos especializados que trabajan a tiempo completo para:

• Encontrar a sus combatientes desaparecidos y sus restos si fueron martirizados, sabiendo que esta Resistencia se distingue de otras en el desarrollo de programas para preservar los restos de los mártires.

• Ayudar a las familias de los 5.000 mártires caídos en el campo de batalla.

• Colaborar con las gentes del sur desplazadas, para restaurar sus hogares o incluso realojarlos. El coste de la restauración aportada por Hezbollah alcanzó los mil millones de dólares. La reconstrucción de todos los daños se estima en 11.000 millones de dólares.

• Asegurar la atención hospitalaria a los heridos.

En resumen, hay gente en todas partes tratando de curar nuestras innumerables heridas.

2. La tregua en el Líbano o el intento de imponer un mandato estadounidense

La misión diplomática estadounidense, representada por la enviada norteamericana Morgan Ortagus, tras su famosa declaración en el Palacio de Baabda sobre la necesidad de sacar a Hezbollah del gobierno, parece ser un preludio al inicio de las negociaciones entre Líbano e Israel destinadas a concluir un acuerdo de paz entre ambos países. Pero tanto el Líbano oficial como la Resistencia, incluso los que piden el desarme de la Resistencia. rechazan categóricamente cualquier normalización.

El funcionario estadounidense afirmó que el objetivo ahora es iniciar negociaciones diplomáticas para resolver cuestiones urgentes, como la liberación de prisioneros libaneses, decidir el destino de los cinco puntos que Israel ocupó bajo la tregua y discutir la demarcación de la frontera terrestre.

EEUU empuja al Líbano hacia la normalización con el régimen sionista

EEUU parece estar ansioso por iniciar negociaciones de paz con Líbano y Siria, como lo comentó recientemente el enviado de Trump para Oriente Medio, Stephen Whitkoff, expresando «optimismo respecto a que Arabia Saudita pueda volver a unirse a los Acuerdos de Abraham1» y señalando que «las transformaciones políticas en la región podrían extenderse a Líbano y Siria».

La embajadora de EEUU en Beirut, Lisa Johnson, dijo a tres altos funcionarios del gobierno que «el Líbano debe prepararse para la siguiente fase, en la que las negociaciones tendrán una base política y se centrarán en lograr una solución integral y duradera al problema con Israel».

Sus argumentos son que Hezbollah está en una situación muy difícil y ya no tiene la capacidad de perturbar o intimidar: «Hezbollah apenas puede hacer frente a esto y ni siquiera puede reconstruir una zona en el Líbano»; y concluye que no se debe permitir que Hezbollah realice esta tarea que fortalecería su poder entre las masas.

La fórmula propuesta por EEUU es un ajuste operativo del marco que rige el seguimiento de la aplicación de la resolución 17012. Esta propuesta es totalmente inaceptable.

En primer lugar, no hay absolutamente ninguna razón para que el Líbano acepte esta fórmula, sabiendo que es una estratagema y que los grupos de trabajo no son más que el nombre de guerra de las negociaciones de normalización.

En segundo lugar, la liberación de los prisioneros es obvia, y el Líbano no tiene prisioneros sionistas para intercambiar hasta que haya negociaciones o condiciones; es el enemigo quien secuestró a los prisioneros libaneses de sus aldeas en el sur o de sus lugares de residencia en la costa del Monte Líbano.

En tercer lugar, los puntos donde permaneció el ejército de ocupación son territorios libaneses que fueron ocupados por la fuerza y no hay consideraciones de seguridad ni militares que justifiquen su ocupación continua, excepto la presión ejercida sobre los habitantes de las aldeas fronterizas para impedir su regreso a ellas e imposibilitar el proceso de reconstrucción.

De hecho, este proceso de normalización exige que el Líbano desarme por la fuerza a la Resistencia, lo que conduciría a una guerra civil, porque no existe en el Líbano ninguna fuerza capaz de llevar a cabo esta misión que provocaría el colapso del ejército cuya base es mayoritariamente chií y apoya a Hezbollah. Cabe recordar que el propio presidente Aoun dijo a los estadounidenses que no debían esperar que él hiciera lo que EEUU e Israel no pudieron hacer contra Hezbollah.

El derrotismo del gobierno libanés ante las exigencias de Washington ha facilitado el trabajo dirigido a una creciente interferencia de EE.UU. en la maquinaria del país. Esta situación ha llegado hasta el punto de nombrar a miembros del gobierno, al jefe del banco central, e incluso bajo el pretexto de su papel al frente del comité de seguimiento de la tregua, a decidir sobre la formación de «grupos de trabajo diplomáticos» que negociarán de nuevo lo que se supone que debe resolverse en términos de liberación de prisioneros, asegurar la retirada completa y la estabilización de los puntos fronterizos terrestres entre Líbano y Palestina ocupada.

El líder del Hezbollah, que pronunció un discurso con motivo de la festividad de Fîtr, amenazó con rechazar cualquier intento de normalizar los lazos con el enemigo sionista y llamó a la retirada total israelí de cinco puntos estratégicos que mantienen ocupados y que son: el monte Ezzeyeh, el monte Arayda cerca de Odaysée, el monte Labuneh cerca de Nakoura en el Mediterráneo, Jabbal Blat, el monte Hamames cerca del asentamiento de Motelleh.

La misión del FMI asedia financieramente a Hezbollah

El FMI continúa sus esfuerzos para perseguir y controlar la «economía monetaria» en el Líbano. La delegación del FMI se reunió en marzo pasado en Líbano con un comité técnico de la Asociación Bancaria para tratar de obtener respuestas a 18 preguntas centradas en tres temas principales: el funcionamiento del mercado cambiario y la intervención del Banco Central en él, las restricciones bancarias a las transferencias y el otorgamiento de licencias para una serie de transferencias financieras externas.

El FMI pidió a los banqueros que «proporcionaran información detallada sobre las transferencias realizadas a través de los bancos para financiar los gastos de vida de las familias» y que informaran sobre las intervenciones del Banco del Líbano para determinar el volumen de las transferencias extranjeras.

En octubre de 2024, el Líbano fue incluido en la “lista gris” y se identificaron tres objetivos principales para su salida de ella, uno de los cuales era “conocer qué investigaciones han realizado las autoridades libanesas sobre las posibles amenazas que plantean las actividades de un grupo paramilitar local”, según el último informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). En otras palabras, el objetivo principal es perseguir y estrangular las fuentes de financiación de Hezbollah, especialmente cuando está destinando grandes cantidades a la construcción y reconstrucción de viviendas.

3.- ¿Es solo Gaza?

Ciertamente no, ya que la motivación de Israel para continuar la guerra con el resto del Eje de la Resistencia está aumentando. Repasemos los frentes uno por uno:

En Cisjordania, las fuerzas de ocupación continúan sus operaciones de anexión y desplazamiento, con el objetivo principal de vaciar todos los campamentos palestinos de Cisjordania de sus habitantes y expulsarlos de Palestina.

También en Cisjordania se aplica a diario la decisión de eliminar lo que queda de la estructura de la Autoridad Palestina y de retener a quienes gestionan los asuntos locales en los términos de la ocupación.

En Siria, Israel, que inició sus operaciones expansionistas concomitantemente con la toma del poder por Ahmad Al-Charee (Joulani, el ex líder de Daesh), exactamente el día después de la tregua en el Líbano solicitada por Israel y aceptada por Hezbollah, continúa ampliando su expansión, ya sea a través de la ocupación directa de áreas o a través de la seguridad y el control del fuego sobre otras áreas. Por otra parte, trata de establecer un mini-Estado druso3 separado del resto del interior sirio. A Israel no le importa quién sea el líder en Damasco, si Bashar al-Assad o Ahmed al-Shara, porque lo que le importa es que Siria no esté unida y que allí no haya, como está sucediendo, poder de ningún tipo.

En Iraq se está llevando a cabo un vasto esfuerzo de inteligencia en cooperación con los estadounidenses para preparar sabotajes donde sea posible, incluso ataques militares directos si fuera necesario. El esfuerzo no tiene como objetivo acabar con la presencia de las facciones involucradas en el Eje de la Resistencia, sino más bien cortar la comunicación entre Iraq y el Levante.

Israel también está interesado en ampliar su esfera de influencia a lo largo de toda la frontera oriental de Siria y cuenta con EEUU para reavivar los conflictos en Iraq, no sólo para debilitarlo sino también para crear una atmósfera general que lo distancie de Irán.

En Yemen, Israel asume que EEUU debe formar una coalición seria, de la que Israel forme parte, e incluya a los estados árabes del Golfo y algunos países africanos. El objetivo es derrocar a Ansar Allah, destruir sus capacidades y mantenerlos alejados del poder en Sanaa. Esta operación no se limita a los ataques militares estadounidenses, sino que requiere importantes operaciones de espionaje en las que Israel está trabajando arduamente, junto con un esfuerzo central para reiniciar la guerra civil entre el norte y el sur de Yemen, en estrecha cooperación con los Emiratos Árabes Unidos e instando a Arabia Saudita a volver a involucrarse con todas sus fuerzas en la guerra.

Incluso dentro de Irán, Israel todavía cree, con razón, que la República Islámica es el punto nodal en el que confluyen todos los ejes. La entidad sionista no sólo pretende que EE.UU le impida lanzar operaciones militares contra instalaciones civiles, militares o nucleares, sino que Washington lidere una coalición militar dirigida a provocar en Irán una explosión interna que derroque al régimen.

Israel hará todos los esfuerzos necesarios para lanzar esta guerra, y la administración de EE.UU está cooperando con él creyendo que puede «educar» al mundo entero con el ejemplo que supondría un gran golpe a Irán. Israel considera que la eliminación de la amenaza iraní es la clave para deshacerse de todo el Eje de la Resistencia, especialmente en Líbano y Palestina.

Gaza: el proyecto Gran Israel está en marcha. Es una fase sombría pero Hamás no se desarma

Los pilares del movimiento sionista atacaron al fundador del Estado de Israel, David Ben-Gurion, afirmando que no había completado la tarea de absorber el resto de la tierra palestina. Quienes vinieron después de él intentaron «corregir el error del fundador» conminando a los palestinos restantes a la rendición incondicional a cambio de una precaria seguridad personal; ni más, ni menos.

Cuanto más testarudos son los palestinos, aferrados a lo que queda de su tierra, más intenta Israel empujarlos a abandonar la «Tierra Prometida» y buscar una patria alternativa fuera de Eretz Israel para que Palestina sea el hogar exclusivo de los judíos.

La principal preocupación de Israel no era la «resistencia» de Gaza, ya que estaba bajo control geográfico y militar israelí, sino impedir que la Resistencia de Gaza se convirtiera en un modelo para Cisjordania, ubicada en el corazón del propio Israel, lo que sería devastador.

Así, el objetivo estratégico de Israel ya no es sólo destruir a la Resistencia en Gaza, sino destruir el modelo de Gaza, a la propia Gaza y aplastarla, de forma que se convierta en una advertencia para otros, no sólo para Cisjordania sino para toda la región, y allanar el camino para la gran transición hacia la realización del sueño sionista «del Nilo al Éufrates».

Para Israel, la guerra que libra no es una guerra limitada, sino una guerra abierta, una guerra existencial y una oportunidad única para establecer un Gran Israel y cambiar la faz de toda la región.

Israel no está luchando en la guerra solo. Está en alianza sagrada con EEUU sin ningún límite.
Los proyectos estadounidense e israelí son uno y el mismo. La ejecución del actual genocidio es una responsabilidad conjunta de Netanyahu y Trump.

EE.UU. ha dado a Israel carta blanca, sin restricción alguna, para completar su trabajo y ampliar sus fronteras. De esta manera intenta transformar el status del estado sionista de ser mero lacayo a ser un microimperialismo en Oriente Próximo. EE.UU. ha dado luz verde para que continúe destruyendo Gaza hasta convertirla en una tierra vacía adecuada para el establecimiento de balnearios a la orilla del mar.

Por ello, el proyecto «Gran Israel» continúa activamente.
Así que para Hamás no hay otra alternativa que luchar hasta la muerte.
No importa si se está de acuerdo o no; el resultado es el mismo.

Netanyahu puede intentar remodelar el mapa de la región, alinear su seguridad personal con los intereses israelíes, imponer la normalización y cerrar el expediente de la Resistencia. Sin embargo, sus aspiraciones no están en correspondencia con sus capacidades. A pesar del apoyo de EE.UU. y la impotencia oficial árabe, la región está madura para el cambio. Los intentos de Netanyahu de imponer las condiciones más humillantes al mundo árabe sólo alimentarán la inestabilidad en la región. Por lo tanto, cuestiones como el desplazamiento, la anexión de tierras en Cisjordania y la judaización de la mezquita de Al-Aqsa y Jerusalén, empujarán el conflicto hacia vías decisivas, consolidando la Resistencia como el único lenguaje que entiende la ocupación.

En última instancia, si Netanyahu y su equipo buscan “resolver” el conflicto, en realidad están acelerando el fin de su ocupación de Palestina.

El imperialismo sionista es un tigre de papel4

La participación del “Occidente colectivo” en la guerra de exterminio del pueblo palestino en Gaza ha asestado un golpe definitivo a los intentos de renovar la credibilidad del discurso del “orden internacional liberal” y a sus declaraciones acerca de la “superioridad moral” de las democracias burguesas sobre otros sistemas políticos

A través de una manipulación psicológica masiva, el Imperio es percibido como poderoso económica y militarmente, cuando en realidad es débil y cada vez lo es más. Tratar con el Imperio es como tratar con un matón en la escuela secundaria. Ceder ante las amenazas sólo fortalecerá al acosador. La única manera de hacer frente a la agresión del Imperio es, por tanto, prepararse, estar listo y entrar en guerra a la menor provocación.

Esto ya lo ha demostrado recientemente un actor tan pequeño como Ansar Allah de Yemen. Aunque Yemen es un país pequeño y pobre, fue el único entre los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas que asumió su responsabilidad de proteger a los habitantes de Gaza del genocidio perpetrado por el régimen sionista.

La otra lección importante que Yemen ha enseñado al mundo es que los misiles estratégicos, los misiles hipersónicos, los portaaviones, los submarinos nucleares, los aviones de combate supersónicos, los tanques y los ejércitos de millones de hombres, son inútiles frente a la determinación insobornable de los pueblos de hacerles frente.

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Notas

1 Acuerdos de Abraham, pacto de normalización de relaciones entre Emiratos Árabes Unidos e Israel firmado en Washington en 2020, y que se suma a los ya suscritos con Egipto en 1979 y con Jordania en 1994. [Nota de la traducción].

2 La Resolución 1701 del Consejo de Seguridad (2006) establece el alto el fuego, la retirada de Israel del sur de Líbano, el despliegue de la FINUL, la liberación de los prisioneros israelíes y el desarme de todos los grupos, incluido Hezbollah. [Nota de la traducción].

3 Los drusos son una comunidad batini que vive en Siria, Líbano y Palestina. En Siria son 700.000 personas.

4 La expresión procede de Mao: “El imperialismo norteamericano es un tigre de papel”.

Resumen Latinoamericano. Traducido por CNComunistas.org

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/gL4T