Errota Gaztetxea se encuentra en riesgo de desalojo

Errota Gaztetxea se encuentra en riesgo de desalojo. La gazte asanblada la cual gestiona el centro okupado ha denunciado que el Ayuntamiento de Mungia (PNV) ha puesto en peligro el espacio diciendo que el edificio es "peligroso" y que se le da un "uso privativo" como Gaztetxe. Desde el gaztetxe, sin embargo, han señalado que "esta decisión no es técnica, sino política” ya que el ayuntamiento “quiere excluir a los jóvenes y limitar el uso de los espacios públicos de la localidad". Errota Gaztetxea lleva una década en funcionamiento y durante todo este tiempo los jóvenes han mantenido el espacio "dando vida al pueblo y creando alternativas". "Cerrar el gaztetxe sería un grave retroceso para el pueblo", han explicado, y ha continuación han reivindicado que "el gaztetxe debe seguir siendo una herramienta colectiva para impulsar la organización de jóvenes, la crítica, y posibilitar dinámicas creadas desde y para el pueblo". Finalmente, para informar de la situación, mañana se realizará una comparecencia en el Ayuntamiento a las 20:00 horas.

Errota gaztetxea lleva en peligro desde julio, concretamente el 15 de julio cuando recibieron una llamada del ayuntamiento informando de que iban a realizar una "inspección técnica" en el Gaztetxe. La cita se fijó para el día siguiente, pero como los miembros del Gaztetxe finalmente no pudieron acudir ese día, avisaron y acordaron una nueva cita. Sin embargo, el 16 de julio, y sin comunicar nada a los jóvenes, los representantes municipales accedieron al Gaztetxe con la ayuda de un cerrajero. Al terminar la inspección pusieron un cerrojo de bloqueo en la puerta. A raíz de esta inspección, el 17 de julio los jóvenes llamaron al ayuntamiento pidiendo explicaciones, aun así, el ayuntamiento se negó a mostrar ningún informe de la inspección. Por si esto fuera poco, esa misma tarde el jefe de la Policía Municipal se acercó al gaztetxe y precinto la entrada de este alegando que, "la situación del edificio era peligrosa”. Conscientes de la intención de la Policía Municipal de cerrar y precintar el Gaztetxe, desde Errota se hizo un llamamiento a acudir y proteger el espacio y además dos de sus miembros permanecieron en el interior del edificio. Cuando aparecieron los agentes pidieron el informe y la orden, pero finalmente los policías se marcharon sin mostrarlos. Al día siguiente, 18 de julio, el Ayuntamiento se negó a reunirse con los jóvenes, quienes protestaron ante el Ayuntamiento. Los objetivos que se marcaron desde el Gaztetxe fueron los siguientes: "Defender el Gaztetxe Errota, abrir una mesa de negociación, resolver el problema de la infraestructura del edificio, y que la gazte asanblada tuviera garantías de participar en las decisiones sobre el espacio".