En los años 80 del siglo XX, se asentaba la Transición con un PSOE gobernando e incorporando al reino de España en la OTAN tras un referéndum con unos resultados muy igualados y una alta abstención, del 40,6%, debido en parte a las llamadas de boicot de algunas organizaciones revolucionarias. También se promovía el boicot a las elecciones generales, sabiendo que fuera uno u otro partido el que ganara, la participación era un refuerzo a un Estado que seguía los dictados de EEUU y la Unión Europea. Durante este periodo se produce una creciente dependencia económica, legislativa, política, y por supuesto militar, del estado español que ha tenido repercusiones más extremas en sus naciones oprimidas. A nivel económico y social se produce una reconversión industrial, una desindustrialización que tendrá repercusiones dramáticas, especialmente en Andalucía.