Principal |
Estado español :: 23/11/2025

El gobierno 'socialista' engorda los bolsillos de la burguesía armamentista

Joan Balfegó
Desde la llegada de Pedro Sánchez al gobierno en 2018, el gasto militar español ha crecido un 62,4%, pasando de 10.283 millones de euros a 16.474 millones en 2023

En los últimos años, España ha experimentado un notable incremento en su gasto militar, impulsado por el gobierno de coalición PSOE-Sumar, que ha alineado sus políticas con las demandas de Bruselas y la OTAN. Este proceso de militarización, justificado bajo el pretexto de una supuesta amenaza rusa y la necesidad de reforzar la seguridad europea, ha beneficiado directamente a un puñado de grandes empresas armamentísticas españolas.

Estas compañías, controladas por la burguesía nacional como gerentes de grandes multinacionales, han visto crecer sus ingresos gracias a contratos millonarios financiados con fondos públicos, mientras sectores esenciales como la sanidad, la educación y las pensiones quedan relegados en las prioridades presupuestarias. A continuación, se detallan las principales empresas del sector, sus datos de facturación y el modo en que se lucran de esta deriva belicista, apoyada en una campaña mediática que fomenta el miedo a una guerra inminente.

Indra Sistemas

Indra es una de las joyas de la industria armamentística española, especializada en tecnología militar, radares, sistemas de defensa electrónica y simuladores. En 2023, la compañía reportó unos ingresos totales de 4.343 millones de euros, de los cuales una parte significativa proviene de su división de defensa y seguridad, que representa aproximadamente el 30% de su facturación (unos 1.300 millones de euros).

Indra ha sido una de las principales beneficiarias de las políticas de rearme del gobierno PSOE-Sumar, obteniendo contratos como los relacionados con las fragatas F-110 de la Armada Española y sistemas de vigilancia para la OTAN. Además, entre 2019 y 2023, recibió más de 6,14 millones de euros en ayudas públicas, según datos publicados en medios.

Airbus Defence and Space

La filial española de Airbus, con sede en Getafe, es una de las mayores empresas del sector aeroespacial y de defensa en España. Participa en programas como el Eurofighter Typhoon y el avión de transporte A400M, ambos utilizados por las Fuerzas Armadas españolas y otros países de la OTAN. En 2023, Airbus Defence and Space facturó aproximadamente 11.000 millones de euros a nivel global, de los cuales se estima que unos 2.000 millones provienen de sus operaciones en España. El aumento del gasto militar español, que incluye la modernización de la flota aérea, ha asegurado a Airbus contratos millonarios, como los 1.600 millones de euros destinados a nuevos aviones de combate.

Santa Bárbara Sistemas

Ex empresa estatal y hoy filial del gigante estadounidense General Dynamics, Santa Bárbara se especializa en vehículos blindados (como el Pizarro y el 8×8 Dragón) y munición. En 2023, su facturación en España se estimó en torno a los 600 millones de euros. El programa del vehículo 8×8, con un coste de más de 2.500 millones de euros para 348 unidades, es un ejemplo claro de cómo el gobierno PSOE-Sumar ha canalizado fondos públicos hacia esta empresa, alineándose con las exigencias de la OTAN de modernizar las capacidades terrestres.

Expal Systems

Adquirida por Rheinmetall en 2023, Expal es líder en municiones y explosivos. Antes de su venta, facturaba unos 200 millones de euros anuales, y su integración en el conglomerado alemán ha disparado su relevancia en el mercado europeo. El envío de armas a Ucrania, valorado en 1.129 millones de euros en 2024, ha beneficiado directamente a Expal, que produce proyectiles y sistemas de artillería demandados en el conflicto.

La militarización y sus beneficiarios

Desde la llegada de Pedro Sánchez al gobierno en 2018, el gasto militar español ha crecido un 62,4%, pasando de 10.283 millones de euros a 16.474 millones en 2023, según datos de El Economista. Este aumento se ha acelerado con la coalición PSOE-Sumar, que el 8 de abril aprobó una partida de 2.000 millones de euros para defensa, sin debate en el Congreso, como respuesta a las exigencias de Bruselas y la OTAN. La meta de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar para 2029, compromiso asumido en la Cumbre de la OTAN de 2022, implicará destinar unos 36.560 millones de euros anuales, una cifra que contrasta con los recortes implícitos en sectores sociales debido a la finitud de los presupuestos.

Esta deriva belicista se ha apoyado en una campaña mediática que amplifica el miedo a una guerra inminente con Rusia. El gobierno 'socialista', junto a medios afines, ha promovido un discurso alarmista que presenta el rearme como una necesidad ineludible, ignorando las voces que advierten de sus consecuencias sociales. Sin embargo, tras esta narrativa se esconde un objetivo claro: beneficiar a la burguesía nacional que controla estas empresas. Indra, Airbus, Santa Bárbara y otras han visto cómo sus contratos se multiplican, mientras sus accionistas --grandes fondos de inversión y elites económicas-- acumulan beneficios.

El coste social

El incremento de las partidas militares tiene un reverso evidente: la desatención a sectores clave. En 2023, mientras el presupuesto de Defensa crecía un 23,4% (de 11.700 a 14.453,8 millones de euros, según el Centre Delàs), el gasto en sanidad y educación apenas aumentó en términos reales. La promesa de Sánchez de no tocar el gasto social resulta insostenible: cada euro invertido en tanques, misiles o fragatas es un euro menos para hospitales, escuelas o jubilaciones dignas. En un país donde un tercio de la población está en riesgo de pobreza, esta priorización resulta escandalosa.

Una política al servicio de la burguesía

El proceso de militarización impulsado por el gobierno PSOE-Sumar, en sintonía con Bruselas y la OTAN, está orientado al lucro de la burguesía que domina la industria armamentística.

Empresas como Indra, Airbus, Santa Bárbara y Expal se benefician de un trasvase masivo de fondos públicos, respaldado por una campaña de miedo que legitima esta deriva. Mientras tanto, las necesidades de la clase trabajadora --sanidad, educación, pensiones-- quedan sacrificadas por los intereses de las elites capitalistas.

nuevarevolucion.es

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/gN2a