La paradoja española

En sus previsiones de otoño, Bruselas hizo públicos los datos de perspectivas de crecimiento de la economía española: las elevaba tres décimas, hasta el 2,9% del Producto Interior Bruto (PIB), confirmando que es, entre los grandes países de la Eurozona, el que más crecerá este año [1].

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), por su parte, también mejora su previsión sobre el crecimiento económico español, afirmando que "se ha comportado de manera muy destacada, registrando un crecimiento del PIB superior al de otros países europeos y a la mayoría de las proyecciones económicas" [2].

"Un nuevo modelo económico y social"

En la presentación de ese Estudio Económico de la OCDE, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el pasado 26 de noviembre, sacó pecho asegurando que el informe refleja "un nuevo modelo económico y social" [3]. Un modelo que, a la luz de los datos de desigualdad y exclusión, no está equilibrado.

Algo que refleja la propia OCDE. Concretamente en su informe del pasado mes de septiembre Tener y no tener: Cómo superar la brecha de oportunidades, que revelaba que el ascensor social está averiado en el Estado español [4]. En el ranking de la desigualdad, el Estado español, con un 37%, se sitúa en la parte alta. La media de los países de la OCDE está en el 28%. Además, el organismo señala que la desigualdad está aumentando y que se ha incrementado especialmente para las generaciones más jóvenes.

La vivienda inaccesible y el empleo precario son los dos grandes motores de la exclusión en el Estado español, según el Informe FOESSA

En la misma línea apunta el IX Informe FOESSA [5], elaborado por la fundación vinculada a Cáritas, sobre Exclusión y Desarrollo Social en España: "Tras dos décadas de crisis encadenadas, las fases de recuperación no han cerrado la brecha y han llevado al Estado español a contar con una de las tasas de desigualdad más altas de Europa. (...) En 2024, la exclusión severa se sitúa un 52% por encima de 2007, lo que arroja un saldo de 4,4 millones de personas", asegura la nota de prensa del informe [6].

Este informe explica que los principales motores de la exclusión social en el Estado español son la vivienda y el empleo. Los datos que arroja no dejan lugar a dudas. El 45% de la población que vive en régimen de alquiler se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, la cifra más alta de la UE. El alquiler se ha convertido en una trampa de pobreza.

En cuanto al empleo, mejora macroeconómicamente, ha perdido gran parte de su capacidad protectora e integradora. La precariedad laboral se ha convertido en la nueva normalidad, afectando a casi la mitad (47,5%) de la población activa. Se trata de 11,5 millones de personas atrapadas en diversas formas de inseguridad laboral. De hecho, más de un tercio de la población excluida moderada o severa trabaja.

El 6% de las familias más vulnerables que tenían una enfermedad grave no recibió atención médica el año pasado. El doble que en el conjunto de la sociedad

El macrodiagnóstico FOESSA introduce otro factor determinante: la salud. Además de su deterioro asociado a la malnutrición, el informe detecta cómo las listas de espera y la dificultad para conseguir cita médica están minando el acceso a la sanidad. El dato más sangrante es que el 6% de las familias más vulnerables que tenían una enfermedad grave no recibió atención médica el año pasado. El doble que en el conjunto de la sociedad. Algo que también afecta a la salud mental. Los diagnósticos de depresión, ansiedad o trastorno adaptativo también se duplican entre quienes viven en exclusión severa.

La herida más profunda de todas es la ausencia de una red de relaciones. Aunque a nivel general, en el Estado español, la soledad absoluta (no tener a nadie a quien acudir) es minoritaria e incluso ha bajado -del 6,2% de hogares en 2007 al 4,7% en 2024-, las personas en exclusión severa sufren una fractura aterradora. El nivel de aislamiento de las personas en exclusión severa se ha quintuplicado, pasando del 3,2% en 2018 al 16,6% en 2024.

Del total de hogares excluidos graves, casi la mitad están encabezados por mujeres

El primer grupo que sufre especialmente esta fractura social son las mujeres. La exclusión sigue creciendo y penalizando a los hogares encabezados por mujeres, pasando del 17% de exclusión en 2007 al 21% en 2024, y especialmente en las familias monoparentales que han pasado del 12% en 2007 al 29% en 2024. De hecho, del total de hogares excluidos graves, casi la mitad están encabezados por mujeres (el 42%, más de 15 puntos porcentuales desde 2007).

Otra de las cuestiones que aborda el informe FOESSA es que la exclusión no es un problema que el Estado español haya importado. El 69%, la gran mayoría, de las personas en exclusión son españolas. Sin embargo, los datos muestran una brecha persistente y preocupante: casi la mitad (47,4%) de la población de origen inmigrante está en exclusión, una tasa que casi triplica la de la población autóctona (15,3%).

El 68% de las personas extracomunitarias en situación irregular sufre exclusión, frente al 43% de quienes tienen permiso

De hecho, un multiplicador directo de esta exclusión es la situación administrativa. El 68% de las personas extracomunitarias en situación irregular sufre exclusión, frente al 43% de quienes tienen permiso. Es una evidencia que esta irregularidad está repuntando, agravada por la lentitud de los trámites que deja a miles de personas en un limbo, el 62% de quienes no tienen papeles afirma estar intentando regularizarse. Además, la discriminación étnica se ha duplicado desde 2018 y alimenta la exclusión, especialmente entre población africana.

Como el informe de la OCDE, el de FOESSA también pone el foco en la infancia y la juventud. Un tercio de toda la exclusión severa en el Estado español corresponde a menores de edad, cuya tasa de pobreza se sitúa en el 29%, la más alta de todos los grupos de edad y de las mayores de Europa. A ellos se suma buena parte de la juventud que vive una situación de bloqueo vital: 2,5 millones de jóvenes están atrapados en una precariedad estructural, enfrentando tasas de temporalidad, parcialidad involuntaria y salarios bajos que duplican la media española.

Coexiste esa bonanza económica aparente con malestares estructurales profundos: vidas bloqueadas, soledad, angustia ecológica, desesperanza

La desigualdad salarial se enquista, golpeando especialmente a la juventud, que accede a su primer empleo en peores condiciones y con salarios entre un 15% y un 30% inferiores a las generaciones anteriores, rompiendo el equilibrio intergeneracional. Este "efecto cicatriz" que persiste sobre los salarios y la trayectoria laboral, genera pérdidas salariales acumuladas significativas a lo largo de la carrera profesional.

Finalmente, el informe señala que todos estos problemas son síntomas de un modelo de sociedad que genera estructuralmente desigualdad, precariedad y fractura: "Llegamos a la paradoja central que define nuestro tiempo como una sociedad del desasosiego. Coexiste esa bonanza económica aparente con malestares estructurales profundos: vidas bloqueadas, soledad, angustia ecológica, desesperanza. Vivimos en una sociedad ecológicamente vulnerable, anímicamente desasosegada y socialmente desgarrada", concluyen desde la coordinación.

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Notas

[1] Buj, A. (17/11/2025). España lidera el crecimiento económico entre los grandes países de la eurozona. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/economia/20251117/11270583/espana-lidera-crecimiento-economico-grandes-paises-eurozona.html

[2] Sánchez, A. (26/11/2025). La OCDE insta a España a reformar las pensiones teniendo en cuenta el aumento de la esperanza de vida. El País. https://elpais.com/economia/2025-11-26/la-ocde-insta-a-espana-a-reformar-las-pensiones-teniendo-en-cuenta-el-aumento-de-la-esperanza-de-vida.html

[3] Otero, J. (26/11/2025). La OCDE destaca el crecimiento de España, expone sus lagunas en vivienda y reitera sus recetas neoliberales para las pensiones. Público. https://www.publico.es/economia/ocde-destaca-crecimiento-espana-expone-lagunas-vivienda-reitera-recetas-neoliberales-pensiones.html

[4] Sempere, P. (23/09/2025). El ascensor social se avería en España: es uno de los países ricos con más desigualdad de oportunidades. El País. https://elpais.com/economia/2025-09-23/el-ascensor-social-se-averia-en-espana-es-uno-de-los-paises-ricos-con-mas-desigualdad-de-oportunidades.html

[5] La Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) fue creada por Cáritas Española en 1965 con el objetivo de servir a la sociedad a través de la realización de estudios de investigación sobre la realidad social, cultural y económica de España. A lo largo de estas seis décadas se han presentado nueve macrodiagnósticos: 1966, 1970, 1975, 1980-83, 1994, 2008, 2014, 2019 y 2025.

[6] Fundación Foessa. (05/11/2025). El IX Informe FOESSA advierte sobre un proceso inédito de fragmentación social en España en el que se contrae la clase media. https://www.foessa.es/blog/ix-informe-foessa-advierte-proceso-inedito-fragmentacion-social-espana-se-contrae-clase-media/

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