Entre los anarquistas, una gran parte rechaza cualquier rol importante de los trabajadores en la lucha de clase. Esto es así para aquellos que dicen rechazar la civilización y la industria. A pesar de no estar de acuerdo con los primivistas, también es cierto para Murray Bookchin. Por ejemplo, en su ensayo “¡Escuchen marxistas!” (en Post-Scarcity Anarchism, 1986, Montreal: Black Rose Books), él denunció “El mito del proletariado”. “La clase obrera [ha sido] neutralizada como ‘el agente del cambio revolucionario’.... La lucha de clases [ha sido] cooptada en el capitalismo.” (p. 202) Niega el potencial revolucionario de los trabajadores, en lugar de esto se enfoca en la “juventud”, el “pueblo”, o los “ciudadanos”, quienes cambiarían la sociedad únicamente por razones morales.