En el enfrentamiento con los activistas del Grapo el marido de la víctima [el empresario Francisco Colell] quedó gravemente herido.
Este grupo armado dice que a la pareja de empresarios le fue requerida una cantidad de dinero y que les advirtieron que si no la abonaban les ejecutarían. Pero ambos "se resistieron y optaron por el enfrentamiento".
En el extenso comunicado, firmado por el comando Sánchez Casas del los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), explican su campaña de cobro del impuesto para "atender las necesidades económicas del Movimiento de Resistencia Antifascista y restituir a los obreros y otros trabajadores una mínima parte de la plusvalía que la clase capitalista se ha apropiado".
El Grapo avanza su intención de reorganizarse y advierte a los empresarios "que por sus actividades especificas acentúen la sobreexplotación que padecen los trabajadores" que pueden ser objetivos. "Todo aquel explotador que se niegue al pago del impuesto revolucionario se convertirá de modo automático en objetivo militar para la Organización y será ejemplarmente castigado".
Secuestro exprés
Agencias
Las Fuerzas de Seguridad atribuyen en un 90 por ciento al Grapo la muerte de Ana Isabel Herrero, ocurrida el pasado día 6 cuando, junto a su marido - que resultó herido grave-, salía de un garaje situado en pleno centro de Zaragoza.
El hombre que resultó herido, el empresario Francisco Colell, dijo a los miembros del servicio de urgencia que le atendió que los asaltantes se identificaron como «los Grapo». El segundo factor que incrementa las sospechas hacia esa autoría es que las víctimas son propietarias de una empresa de trabajo temporal, negocio que en numerosas ocasiones ha sido objetivo de este grupo. Por todo ello, los investigadores creen que están ante un caso de «secuestro exprés», planeado por un «comando» de los Grapo que, integrado por tres hombres, se desplazó para la ocasión desde Francia a España.
Según la reconstrucción de los hechos realizada por las Fuerzas de Seguridad, los tres presuntos «grapo» esperaron a sus dos víctimas, el matrimonio formado por Ana Isabel Herrero, de 44 años, y Francisco Colell, de 47, en la entrada del garaje, situado en el número 11 de la calle Cervantes en Zaragoza. En este inmueble la pareja tiene la oficina de trabajo temporal.
Cerca de las nueve de la noche, uno de los integrantes del «comando», el encargado de realizar las labores de vigilancia, se quedó en la puerta de la cochera mientras que los otros dos retuvieron a sus víctimas en el interior del parking. Todo parece indicar, según los investigadores, que, después de un forcejeo, los presuntos terroristas abrieron fuego contra la mujer al ver que intentaba huir. Ana Isabel Herrero recibió un disparo de revólver en la cabeza que le causó la muerte en el acto. Su marido, que fue alcanzado por seis, resultó herido de gravedad y en la actualidad se recupera satisfactoriamente. Él fue quien dijo a los miembros del servicio de urgencia que los asaltantes se habían identificado como miembros de los Grapo.
El objetivo de la operación, según las mismas fuentes, era retener durante un tiempo a las víctimas hasta que consiguieran la cantidad exigida. Es decir, un «secuestro exprés», procedimiento que en las últimas fechas han llevado a cabo los Grapo en Asturias. En esa Comunidad, las víctimas fueron profesionales que recibieron «la visita» de los criminales en sus propios despachos y que quedaron en libertad una vez que entregaron el botín. De estos casos, las Fuerzas de Seguridad tienen conocimiento por vías indirectas, ya que ninguna persona ha llegado a presentar denuncia.
Los investigadores creen que los autores de los «secuestros exprés» cometidos en el Principado son obra de «grapos» que se esconden entre las provincias de León y las cuatro gallegas, pero la muerte de Zaragoza lo atribuyen a un «comando» con base en Francia que se habría trasladado a España con la misión de «aprovisionarse» de fondos.
En medios de la investigación también se considera significativo que las dos últimas víctimas, Francisco Colell y Ana Isabel Herrero, fueran propietarias de una empresa de trabajo temporal, por cuanto los Grapo siempre las han tenido en su punto de mira al considerarlas un medio de «explotación del sistema capitalista». Así, a finales de los 90 este grupo llevó a cabo una campaña de atentados contra ETT que se centró, principalmente, en Madrid y Cataluña.
Los investigadores también destacan que el primer lugar de actuación del «comando» llegado de Francia haya sido Zaragoza, donde secuestraron hace unos años al empresario Publio Cordón.