Delante tenéis a personas que han perdido a algún familiar como consecuencia de la política de dispersión. Una práctica política que ha asesinado a 22 presas y presos políticos vascos y a 16 familiares y allegados.
Ha sido una semana trágica para los que nos ha tocado ser familiar o allegado. En esta ocasión han apagado las ilusiones, los sueños y las vidas de nuestros seres queridos Igor y Roberto. Estas muertes, estos asesinatos, nuevamente, nos han golpeado fuertemente y han apagado algo en nuestro interior.
El PSOE, con Rodriguez Zapatero al frente y mediante la política de dispersión, ha conseguido uno de sus principales objetivos: la eliminación física de Igor y de Roberto. Nos anuncian la aplicación de la prisión de por vida a nuestros seres queridos: los han matado. Y ello así de forma democrática, sin mancharse las manos de sangre. Es por ello que decimos que las muertes de Igor y de Roberto son crímenes de Estado.
Tampoco queremos dejar sin hacer mención a aquellas otras responsabilidades. Todas y todos somos sabedores de cómo el PNV fue el principal impulsor de la política de dispersión, "motivando que tal política liberaría" a cada uno de nuestros seres queridos presos. Hace falta ser sinvergüenza, cuando menos, para expresar tal afirmación y añadir además que la política de dispersión no mata. Que se acerquen a todas estas personas y se lo digan a la cara sin sonrojarse.
Nos piden sosiego cuando la semana pasada hemos tenido un nuevo accidente, un preso político vasco en huelga de hambre, un nuevo familiar preso con cáncer en una prisión francesa, asesinatos de dos hijos de este pueblo que se los llevaron vivos y nos los devuelven muertos y nos golpean y nos hieren por acercarnos a rendirles una cariñosa y digna despedida... y tienen la cara de pedirnos tranquilidad.
Una inmensa mayoría social de Euskal Herria exige el respeto de los derechos de nuestros seres queridos presos y el PNV, nuevamente, se coloca a gran distancia de la demanda de repatriación. Es intolerable su actitud y nos preguntamos cuántos cadáveres más secuestrar le harán falta para que se enfrente debidamente a esa política de dispersión que mata y vulnera derechos a 700 presas y presos políticos y a su entorno familiar y afectivo.
Días atrás dábamos cuenta de cómo habíamos realizado peticiones de reunión a Ibarretxe y a los partidos políticos Euskal Alkartasuna y Ezker Batua y es que no hemos recibido contestación alguna.
Se nos hace demasiado doloroso la actitud de esa Ertzaintza en manos del Gobierno de Ibarretxe, una actitud vergonzosa, inaceptable y cruel a la que hay que poner fin.
Las imágenes de estos últimos días nos han llevado a recordar aquellas otras del secuestro de los restos de Lasa y Zabala, golpeando e hiriendo a familiares, allegados y todas aquellas personas con sus corazones rotos y con el deseo de ofrecer un recibimiento y, a su vez, una despedida cariñosa, calurosa y digna a unos hijos que nos los llevaron vivos y nos los devuelven muertos, ahondando así aún más en nuestro sufrimiento.
Y es que, ¡ya está bien!
Ante las recientes muertes de Igor y Roberto, el ataque y los golpes por parte dela ertzaintza y en denuncia de toda esta política que obstaculiza la solución al conflicto que pedecemos en Euskal Herria, la Izquierda Abertzale ha convocado para pasado mañana jueves un día de huelga y movilización. Sin ninguna duda, los familiares y allegados de los represaliados políticos vascos secundaremos dicha huelga, encaminando nuestra tan acumulada rabia hacia la exigencia del fin de esta política criminal de Estado.
Del mismo modo, quisiéramos también hacer un nuevo llamamiento a la movilización. Etxerat ha convocado una manifestación nacional para el próximo sábado, día 11 de marzo:
Porque no estamos dispuestos a esperar a las autoridades de este pueblo.
Porque no podemos esperar a ver si se dan nuevos pasos para terminar con esta política de dispersión que nos está matando.
Por ello, para exigir la repatriación de nuestros seres queridos, el próximo sábado realizaremos una manifestación que dará comienzo a las 17:30 hs. en Portugalete y finalizará en Santurtzi, uniendo así los pueblos donde vivían Roberto e Igor antes de ser detenidos, torturados, encarcelados y muertos.
En estos moementos tan duros y trágicos, hacemos un llamamiento a toda la sociedad vasca, a todos los hombres y mujeres de este país para que juntos podamos terminar con estas muertes y tanto sufrimiento que nos ocasionan los Estados.
Porque las necesitamos y los necesitamos vivos y en casa, juntos hemos de exigir, y lo conseguiremos, derribar ese Guantánamo europeo que el Estado francés y español han construido para nuestros familiares y allegados presas y presos políticos vascos".