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Estado español :: 05/10/2010

Una nueva etapa protagonizada por la Resistencia Popular

David Delgado
En el conjunto del Estado español no hubo hasta ahora, ni en la primera ni en la segunda fase de la crisis capitalista (ofensiva), una respuesta unitaria

La recesión económica imperialista que llevamos soportando ya casi tres largos años, y que ha obligado al movimiento comunista y la izquierda anticapitalista a cambiar de métodos, actitud e ideas para adaptarse al nuevo paradigma, está provocando que el movimiento político-sindical de la izquierda en Canarias entre de lleno en una nueva etapa cuya principal característica será el desarrollo de la lucha de Resistencia Popular organizada y continua, la cual intensificará aún más la lucha de clases. Y la fecha clave que dio lugar a la materialización de esta nueva etapa de luchas populares, ha sido la Huelga General del 29 de septiembre.

Hasta este momento, la crisis capitalista que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo, no había tenido una respuesta firme por parte del conjunto de las fuerzas progresistas, ni en Canarias ni en el resto del Estado. La Huelga fue el primer pulso. Digamos que no ha sucedido como en Grecia, cuya clase obrera, partido comunista y sindicatos, como vanguardia combativa y organizada en Europa, llevan ya mucho tiempo enarbolando la bandera de la resistencia frente a la ofensiva gubernamental, patronal y de las instituciones imperialistas internacionales.

Esto es así porque en el Estado español nos encontramos en un estadio muy inferior en cuanto a conciencia de clase y organización política se refiere, teniendo en cuenta, como es natural, los diferentes grados de madurez política que hay entre el conjunto de los pueblos en este punto.

Pero, sin miedo a despeinarnos, podemos afirmar que por lo general, en el conjunto del Estado español no hubo hasta ahora, ni en la primera ni en la segunda fase de la crisis capitalista (ofensiva), una respuesta unitaria, organizada y prolongada contra los palos que nos están lloviendo: primero tras desatarse la crisis, y después en forma de planes de austeridad, contrarreforma laboral, recortes presupuestarios del gasto público social y productivo, pensionazo, etc. Y Canarias no ha sido una excepción, pues aunque se haya impuesto la tendencia unitaria, se haya ido disolviendo poco a poco el sectarismo, se haya radicalizado el discurso de buena parte de la izquierda, se llevaran a cabo diferentes luchas aisladas parcialmente unitarias, y se avanzara enormemente en la recomposición ideológica, es ahora cuando se puede (y debe) producir un salto cualitativo en el movimiento político organizado de la izquierda revolucionaria y anticapitalista.

Llegó nuestro momento porque esta nueva realidad tan insoportable está creando poco a poco unas condiciones (una necesidad) que reclaman la elevación de las formas de lucha que se han venido aplicando desde el inicio de la crisis, hacia una superior que sólo puede ser auténticamente unitaria, obstinadamente persistente, asamblearia, estructurada y dotada de un Programa político básico, que reúna las principales reivindicaciones y aspiraciones de las clases sociales perjudicadas por la crisis e interesadas en su superación, que son las que defienden los comunistas, socialistas revolucionarios y, en general, el movimiento político de la izquierda anticapitalista. Por lo tanto, ahora sí que podemos, y todos debemos empujar en esa dirección, entrar en esta nueva etapa de profundización del proceso unitario y organizar la Resistencia Popular.

La Huelga General del 29 de septiembre ha sido la primera. Vendrán otras. La segunda probablemente antes de que se acabe el año, con motivo de la contrarreforma de las pensiones, y si no en los albores del año próximo o cuando sea. La cuestión es que la lucha de resistencia se está gestando. Y esa es la antesala de la contraofensiva obrera. Así que mentalicémonos de que estamos viviendo tiempos agitados y convulsos muy decisivos para las clases populares, y que es nuestra responsabilidad estar a la altura de las circunstancias y no fallar. Es muy importante.

La contrarreforma laboral no va a ser tumbada así como así. Hay que tener presente que aunque esta Huelga haya sido un éxito partiendo de la base que indica que tras años (o más bien décadas) de desmovilización obrera, despolitización social, desorientación de la izquierda, pactismo sindical, más el miedo de unos a perder el trabajo y el desconocimiento de otros de lo que está pasando, la realidad es que no es más que una primera gran batalla. Para lograr que el gobierno retroceda, y echar abajo los propósitos de la burguesía, hará falta una lucha sostenida.

Por eso, desde el día 30 de septiembre, no debemos esperar cruzados de brazos a verlas venir, sino tras el análisis de lo acontecido, preparar en mejores condiciones las siguientes jornadas de lucha, y asumir que la organización de la Resistencia Popular frente a la ofensiva capitalista es la tarea principal del movimiento. Hay que poner toda la carne en el asador, otorgándole más importancia que nunca a la política unitaria y las alianzas, al combate contra el sectarismo y la división, a fomentar la discusión política franca y abierta, para que germine favorablemente y florezca el Frente Unitario de Resistencia Popular que haga retroceder a la oligarquía en sus planes, y desmantelar las políticas que nos quieren imponer. Logrando esto, estaremos en condiciones reales de convertirnos en una alternativa frente a los corrompidos partidos burgueses (PP-PSOE-CC-NC). Si, en cambio, la mayoría optara por hacer las cosas como se han venido haciendo hasta ahora, seguiremos siendo lo que somos. Además, habremos perpetrado una traición a la clase obrera. Y eso es inadmisible.

Aunque mucha gente sea consciente, todavía muchos en Canarias no entienden que esta crisis de carácter terminal del sistema capitalista, a pesar de que por su crudeza parezca que la sufrimos desde hace una eternidad, apenas lleva algo más de un par de años desde que se desencadenó. Es decir, lo peor está por venir: contrarreforma de las pensiones, sucesivos recortes presupuestarios y más planes de austeridad estatales y autonómicos, ataques al derecho a la huelga, liquidación de los convenios colectivos, agotamiento de las prestaciones sociales para desempleados, más paro, más pobreza, más hambre, reducciones de salario, extensión de políticas europeas como la Directiva Bolkestein, saqueo de las arcas públicas para nuevos rescates a la banca, quiebras institucionales, aumento de impuestos, y un largo etcétera.

Así que nadie caiga en el autoengaño y piense que el problema no va con él. Todo esto afecta a los trabajadores asalariados urbanos y a los trabajadores rurales, a los autónomos, a los pequeños comerciantes y empresarios, es decir, al proletariado y la pequeña burguesía. Y la Resistencia Popular tiene que abrirse paso necesariamente si queremos detener las agresiones de los capitalistas y contraatacar luego en esta guerra patrocinada por el capital financiero.

Y no nos sirve cualquier forma de organización. Ahora que “todos somos unitarios” tenemos que demostrarlo, no de boquilla, sino en la práctica. Sin listas negras, sin excusas infantiles y sin amiguismos. La organización de un Frente Unitario que revolucione al pueblo canario y lo saque a la calle para luchar intermitentemente por sus derechos y por la transformación social, es tarea de toda la izquierda anticapitalista, es decir: de los tres partidos comunistas, de los partidos y organizaciones socialistas e independentistas, de los sindicatos, colectivos obreros y, en definitiva, de los grupos que se definan anticapitalistas y antimonopolistas.

¡Por un Frente Unitario de Resistencia Popular que plante cara a la ofensiva capitalista!

PRC Canarias

 

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