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EE.UU. :: 09/10/2019

EEUU: Los trabajadores de General Motors siguen en huelga

Jane Slaughter
Protestan contra salarios bajos y contratos de segunda, contra la patronal y el sindicato

Los trabajadores de General Motors están atrapados entre un jefe codicioso y un líder sindical corrupto. Pero nada de esto ha podido frenarles en su intento de ir a la huelga frente al gigante de la automoción, pidiendo mejoras salariales y el fin de la división de categorías de contratación, que permite pagar menos a algunos trabajadores, y que estaría generando división.

Los trabajadores en huelga se encuentran entre la espada y la pared: una compañía enormemente rentable que exige a los trabajadores hacer concesiones escandalosas y un liderazgo sindical que no planea ganar ningún tipo de huelga y que ni siquiera ha comunicado a sus miembros una línea de acción. Los carteles de los piquetes simplemente rezan “United Auto Workers en huelga”.

En las últimas décadas, muchos otros sindicatos han pasado por un obligado proceso autodidacta a la hora de hacer campañas sobre los contratos y huelgas. Pero al observar la confrontación de los UAW (United Auto Workers) con GM esta semana, uno pensaría que nada de eso había sucedido.

No se distribuyó ninguna octavilla en las naves. Los miembros no escucharon de sus líderes nada acerca de los objetivos de negociación. No tuvo lugar ningún tipo de encuesta sobre la membresía, ni equipos de acción sobre los contratos, ni se distribuyeron boletines informando a los trabajadores sobre la negociación. No hubo piquetes, no pararon las horas extras, no hubo repercusión pública, ni negociación abierta

Como hicieron durante décadas, los funcionarios de la UAW jugaron sus cartas con mucha discreción, y solo la dirección de la empresa tenía conocimiento de todo. Los miembros sólo tenían conocimiento de lo que leían en los medios, según explicaba el técnico Sean Crawford en Flint, Michigan. Y, sin embargo, 49.000 miembros de la UAW están lo suficientemente enojados con la arrogancia y la opresión de GM como para ir a la huelga.

Las grandes concesiones exigidas

La sección sindical “Local 598” en Flint rompió el embargo informativo cuando hizo público que GM quiere que los miembros paguen más por los seguros y está ofreciendo aumentos salariales por debajo de la inflación. Lo que es aún peor, quieren que el sistema de categorías contractuales quede intacto. Es un sistema que ha llenado todas las plantas de producción de bajos salarios, por medio de una subsidiaria de GM, llamada “GM Subsystems”, que emplea a trabajadores de manera temporal recortando derechos.

Beth Baryo, trabajadora eventual de segunda categoría en Burton, Michigan, dijo que los trabajadores temporales sólo pueden perder tres días de trabajo (justificados) por año, no pagados, con permiso previo, y pudiendo ser obligados a trabajar los siete días de la semana. En el Centro Tecnológico de GM donde trabaja, en las afueras de Detroit, dijo Jessie Kelly, hay 1.300 trabajadores empleados por GM y 550 empleados por Aramark, que realizan trabajos que solían hacer trabajadores propios de GM.

Los contribuyentes rescataron a GM por una suma de 50 mil millones de dólares en 2009. La empresa obtuvo más de 8 mil millones en ganancias el año pasado, mientras que no pagaba impuestos federales sobre la renta y regalaba a la CEO Mary Barra beneficios por valor de 22 millones de dólares. Para GM, poder exigir más concesiones de sus empleados ya excesivamente explotados, es una señal de que considera a la UAW un enemigo fácil.

Después de todo, el presidente de la UAW, Gary Jones, puede que esté distraído. Su casa y la del expresidente Dennis Williams fueron registradas por el FBI el 28 de agosto. El principal lugarteniente de Jones antes de convertirse en presidente, Vance Pearson, fue acusado de utilizar fondos sindicales para lujos personales, y se cree fundadamente que Jones y Williams serán los siguientes. Pearson fue el sexto funcionario de la UAW en ser acusado o condenado recientemente por desvío de fondos.

Crawford dijo, cuando comenzaba la huelga, “sí, la UAW es corrupta. Es asqueroso más allá de lo creíble. Pero esto no se trata de ellos. Se trata de nosotros. Podemos y limpiaremos la casa. Pero tenemos una lucha más inmediata entre manos en este momento”. Kelly también quería reunir a las tropas contra GM: “Si alguien en el sindicato abusó de su poder, está sentenciado. Todo lo que podemos hacer es estar unidos porque si perdemos perspectiva… GM ganará porque nos estábamos centrando en la pelea equivocada en este momento”.

Mitch Fox, ahora en Romulus Engine, su tercera planta de GM después de cierres y despidos, está harto de la corrupción. Espera que el descrédito de los líderes pueda ser un motivo para sumarse a la huelga: "Con todo lo que está sucediendo, tal vez se esforzarán más para recuperar nuestro respeto; espero que ese sea el plan ".

Pero si los contratos anteriores son un indicativo, el pacto que Jones negocia seguramente será débil.

Puedes votar no

Con los principales líderes desacreditados pero negándose a hacerse a un lado, los huelguistas de GM solo tienen una herramienta en esta encrucijada: su derecho a votar no. Pueden hacer lo que hicieron los trabajadores de Chrysler en 2015: organizarse para rechazar un contrato colectivo que consagró el sistema de los dos niveles contractuales.

Hicieron lo que nadie creía posible en la UAW y votaron por rechazar la oferta de Williams, acabando con su declaración desafiante de que "¡terminar con las dos categorías es una mierda!"; obteniendo así una victoria parcial. La oferta mejoró, estableciendo un aumento progresivo para que los trabajadores de segundo nivel fueran remunerados por completo (aunque todavía sin pensiones o el mismo plan de asistencia médica).

Poco después de la votación de Chrysler, quizás envalentonado por el triunfo del "no" en Chrysler, los trabajadores especializados de GM rechazaron también su pacto, en casi un 60 por ciento, ganando algunas mejoras (los trabajadores de producción votaron sí en un 58 por ciento). Sin embargo, en 2015, lo que los fabricantes de automóviles hicieron con una mano se lo llevaron con la otra: una disposición poco conocida volvió a aumentar el uso de trabajadores temporales.

 “Voy a votar no a cualquier propuesta de contrato que no allane el camino hacia la igualdad para todos los miembros de GM / UAW", dijo Crawford. “Este es un principio sagrado. Es el significado mismo de la palabra sindicato [N.T.: “unión”, de union en inglés]. Es posible que no volvamos a tener esta oportunidad”.

jacobinmag.com. Traducción: Sergio Vega Jiménez para Sinpermiso. Extractado por La Haine.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/aL5S