Principal |
Colombia :: 23/04/2018

El gigante Santrich y el efecto dominó

Dionisio Calderón
Gabriel Ángel desafía a Santrich a que pruebe su inocencia. Se olvida cuántos presos ha habido en Colombia y EEUU víctimas de montajes judiciales

Los montajes no sólo corresponden al pliego de cargos, también contemplan las pruebas y en este caso hasta al juez Berman del Distrito Sur de la Corte de Nueva York, que es cuota de Trump. Pareciera que Gabriel no tiene el más mínimo conocimiento de los adelantos técnicos.

Él fundamenta su desconfianza sobre el camarada Santrich en las interceptaciones telefónicas, no le vaya a hacer una columna de antesala a Iván, porque ahí también nombran a un Iván.

Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Victoria Sandino y todos los integrantes de las zonas veredales en múltiples comunicados no sólo se solidarizan con Santrich por ser víctima de los montajes judiciales sino que además le expresan su más absoluta confianza.

La pregunta aquí sería: ¿en razón de qué se aparta de ese sentimiento de confianza colectiva con el camarada Jesús Santrich?

Y les dejo este aparte del artículo de Gabriel: “el fondo de nuestras diferencias adquirió un nivel ideológico, en mi parecer sus posiciones ideológicas eran demasiado extremas. Para mí, en la mesa sólo era posible alcanzar el acuerdo, él creía que podía generar una revolución”.

¿Acaso cada paso que damos en la lucha social no es para generar revolución? Hay tres tipos de negociadores:

- El que se pasa al lado del adversario y no le pasa nada, tipo Everth Bustamante.

- El que acepta las reglas del adversario para que este siga dominando. A este tipo de negociadores les dan un margen de maniobra controlada.

- Y el que sigue siendo enemigo ideológico. Como la lucha es antagónica, lo obvio es que el adversario siga maquinando cómo aplastarlo antes que le coja ventaja.

Muchos analistas coinciden en que si era una operación encubierta de la DEA, esta hubiese esperado a completar la operación en la que no sólo se haría al botín de las diez toneladas sino que además desmantelaría la ruta y las capturas fuesen mayores. Todos conocemos que la DEA asumió como estrategia contra el narcotráfico hacerse a las rutas, de esta manera no saldrían los dólares de EEUU que mantenían abastecido el mercado.

Se jugó aquí a tres bandas: Por el momento político electoral se oxigenaría el discurso de la derecha bipartidista. Se quitaba del camino a un enemigo verdaderamente ideológico desprestigiando de rebote la organización. La pregunta es: ¿por qué Santrich y no otro?

Otro efecto de este proceso es que el candidato Gustavo Petro declara a la prensa que si se le comprueba a Santrich, él como presidente lo extraditaría a los EEUU. Petro avala la extradición como política nacional. La pregunta es: ¿Lo hace por convicción o temor a los gringos? Si los electores no aceptan la figura de la extradición, al votar por el candidato, ¿cómo queda la cosa?

Le expreso al camarada Jesús Santrich mi respeto, admiración, mi solidaridad y mi absoluta confianza en su firmeza revolucionaria.

45-rpm.net

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/aN7y