El socialismo proclamado como aspiración fue denominado por el presidente como "del siglo XXI", lo cual implica la fidelidad a todo cuanto es válido del pasado y la inclusión de todo lo nuevo pertinente.
Podemos imaginarlo --de manera general y con visión global, no nacional-- como un sistema social que, recogiendo creadoramente las experiencias de las luchas propias y universales de todos los tiempos y las de los experimentos socialistas que han existido y existen; asumiendo así mismo las ideas de redención humana forjadas a lo largo de esas luchas y enriqueciéndolas con los nuevos hallazgos, y buscando templar el carácter y la voluntad de sus constructores en el ejemplo e impronta de los grandes maestros y conductores de pueblos, será la concreción en nuestra época de la forma de sociedad que negará y superará dialécticamente al capitalismo y permitirá dar el salto "del reino de la necesidad al reino de la libertad’, según el decir de Engels.