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Bolivia :: 08/11/2019

Crisis en Bolivia: Las mujeres marcharon contra el racismo y la derecha

Sebastián Moro
La Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa encabezó una gran marcha en Cochabamba contra los golpistas

Desde el 20 de octubre, en ciudades como La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, se registran agresiones de derechistas contra mujeres de pollera y de rasgos indígenas. Ya durante la semana pasada, la Alianza de Organizaciones Sociales de Mujeres por la Revolución Democrática y Cultural, conformada por mujeres de organizaciones sociales, obreras, campesinas, indígenas, quechuas, guaraníes, servidoras públicas, estudiantes, luchadoras sociales de larga trayectoria, entre otras, repudió los hechos de discriminación y violencia.

Uno de los más brutales episodios de intolerancia lo padeció, de parte de dirigentes "cívicos" golpístas de Santa Cruz, la gremialista Paola Aguilar Serrudo, quien denunció secuestro, torturas y lesiones graves ante el Comité Nacional de Lucha contra el Racismo y toda forma de Discriminación. Las denuncias de este tipo estructuran la movilización de mujeres y se complementan con el pedido de cese del paro "cívico", ya que son ellas y sus familias quienes más se perjudican ante el debilitamiento de la economía informal.

La carta de la violencia

Finalmente, y como era previsible, la violencia latente estalló anoche en la ciudad de La Paz. Las escaramuzas y choques no han faltado durante las más de dos semanas de protestas de la derecha contra el resultado de las elecciones del 20 de octubre, pero ahora se confirmó lo que desde finales de la semana pasada circulaba como rumor.

Grupos de universitarios de clase media y alta de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) -la mayor del país-, que responden al cuestionado rector saliente Waldo Albarracín, articulaban con integrantes de la golpista Unión Juvenil Cruceñista (UJC) para escalar tácticas y logística en los enfrentamientos en las calles paceñas, sobre todo en el área de plaza Murillo, donde se concentran ministerios, la Asamblea Legislativa y el Palacio de Gobierno -Casa Grande del Pueblo-, custodiados por miles de miembros de las organizaciones sociales y militantes del Movimiento Al Socialismo.

Hubo choques de todo tipo: entre una minoría que exige la renuncia del presidente Morales y miles de obreros y mineros que lo defienden y, cerca de la medianoche, entre estudiantes y policías. Hubo fuego, piedrazos, golpes y detonaciones de dinamita, la Policía utilizó un carro antidisturbios y agentes químicos. El saldo fue de al menos ocho heridos, -seis universitarios, un comunario de Oruro y un médico, estos últimos con traumatismos cerebrales-, y varios detenidos.

José Antonio Barrenechea, comandante Departamental de la Policía de La Paz, reportó que las detenciones fueron "por ataques violentos y tenencia de explosivos y objetos contundentes". "Nos encontramos con personas contrarias a la pacificación que atacaron con piedras, explosivos y objetos contundentes a nuestro personal", explicó a la agencia estatal ABI. Tras tres horas de operativos, la Policía retomó el control de la zona, pero los universitarios se replegaron a bloquear en inmediaciones de la UMSA, corte que continúa hasta hoy junto a otras áreas del centro de la ciudad.

Albarracín, que durante los primeros días de la convulsión incitó a la guerra civil, había advertido horas antes en el canal universitario que sacaría por la violencia a los 'Ponchos Rojos' -campesinos de La Paz que respaldan a Evo Morales- si ingresaban a las dependencias de la UMSA. "Al momento que quieran dar un paso dentro de la universidad, los vamos a sacar. Así que ni se atrevan", amenazó. A su vez, informes policiales revelaron que el rector autorizó el uso de espacios de la institución pública para que los jóvenes fascistas escondieran escudos, máscaras, explosivos y otros elementos de ataque.

Otro detonante de la violencia fue la maniobre tragicómica de la carta de renuncia escrita por el "cívico" ultraderechista cruceño Luis Fernando Camacho, que en horas de la tarde empezó a circular bajo réplicas en distintos nudos de conflicto. Así por ejemplo la ostentaban los estudiantes a modo de trofeo o la quemaban los campesinos y mineros en señal de repudio.

Fiel a su estilo de equilibrista tendencioso, Almagro tuiteó que "las protestas por la misión de la OEA me hacen reafirmar la convicción que la misma debe continuar su trabajo. El pueblo de Bolivia merece toda la certeza técnica, jurídica y política, más necesarias que nunca". Al mismo tiempo, exige en esa carta y en sus discursos que Evo renuncie sin más.

Guerra a la economía

Por estas horas el país está bloqueado en algunos sectores debido al cambio de estrategia, que ha pasado de los cortes urbanos a la toma de instituciones. Aún persisten escasos piquetes en algunas rutas interdepartamentales y se suma la medida del sector del transporte de carga pesada, que bloquea pasos internacionales (tal como hicieron los transportistas contra Salvador Allende), con lo cual la economía boliviana empieza a acusar el golpe de más de dos semanas de paro derechista.

El ministro de Economía, Luis Arce, informó que el daño económico a nivel país alcanzó los 167 millones de dólares -a un ritmo diario de 12 millones- y señaló que el efecto negativo será mayor en el Producto Interno Bruto (PIB) con el anuncio de toma de instituciones públicas y el cierre de fronteras, como sucede con el Servicio de Impuestos Nacionales o la Aduana Nacional, cuyos ingresos están paralizados.

Otro efecto no deseado de los bloqueos, y que perjudica a decenas de miles de beneficiarios, es la suspensión provisoria de los pagos de la Renta Dignidad -para adultos mayores, "quizás el único sustento periódico que reciben nuestros abuelos"- y el Bono Juancito Pinto -para escolares-, dado que la toma de instituciones, ordenado por Fernando Camacho este lunes, también contempla a las entidades bancarias, afectando a su seguridad y a la de la población. "Eso se paga en oficinas del Banco Unión, que han sido tomadas, y del Senasir -Servicio Nacional del Sistema de Reparto-, varias de cuyas agencias han sido también tomadas por el comité cívico. Estamos dejando de pagar pensiones", comunicó el ministro.

Página 12 / La Haine

 

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