Hemos afirmado también que, en consecuencia, existe una base subjetiva para pensar en la construcción de una herramienta política con posibilidades de incidencia real en el futuro de nuestro país.
Finalmente, planteamos que América Latina presenta actualmente un escenario excepcional para promover cambios sociales, advertido por nuestro propio pueblo, circunstancia que sólo podremos capitalizar si tenemos vocación de poder y estamos dispuestos a correr todos los riesgos que implica esa apuesta.
¿Estaremos a la altura de esos desafíos?