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Madrid :: 20/04/2007

Jornada sobre okupación en el CSO La Traba: Asistencialismo versus política anticapitalista

Colectivo 8 de marzo
Ayer tuvo lugar la primera actividad de las 4 previstas en las Jornadas de Presentación del Centro Social Okupado La Traba. Participaron varios centros sociales y a partir de su experiencia se generó un interesante debate sobre la necesidad y la dificultad de que los proyectos de okupación echen raíces en los barrios.

La jornada comenzó con dos video-proyecciones del colectivo La Plataforma, una sobre la reciente Facultad Okupada y Autogestionada de Ciudad Universitaria, y la segunda "CSO Milano 0.1", sobre el proyecto anterior del Colectivo 8 de marzo abortado por la presión policial e institucional.

A continuación el colectivo presentó su proyecto político que dividió en dos líneas de trabajo: 1) Desarrollar un proyecto de trabajo en el barrio, generar conciencia e implicar a los vecinos en la medida de las posibilidades en la lucha anticapitalista que se pretende impulsar desde el CSO; 2) Participar en lo que se definió como "ejes de lucha anticapitalista", incluyendo la oposición al estado, el apoyo al movimiento de lxs trabajadrxs, la lucha antimonarquica, el antiimperialismo, el antipatriarcado y el ecologismo.

Esbozado el proyecto, se otorgó la palabra a los centros sociales presentes en el acto. El CSO Eskuela Taller rompió el hielo valorando que su trabajo en Alcorcón ha logrado convertir el centro social en un "punto básico de disidencia" en la localidad, impulsando protestas como las desarrolladas contra la Constitución Europea, contra el proyecto especulativo del Area Norte o impulsando la lucha antifascista en el reciente conflicto que los medios de comunicación calificaron de "brote xenófobo".

Por su parte, desde el centro social La Barraka se relató que los más de 20 años de vida de este centro social ha permitido servir de punto de encuentro a diversas luchas, desde el movimiento de insumisión hasta otras de caracter asambleario y horizontal. Así mismo, se ha intentado abordar el trabajo de cara al barrio y los vecinos.

Un compañero del Eje de Okupación del espacio Rompamos el Silencio, definió esta actividad como "una semana de acciones directas para romper la paz social". Además, afirmó que "pretendemos superar los estigmas y elaborar un discurso lo más amplio posible pero sin perder de vista quiénes son nuestros enemigos y cuáles son nuestras herramientas de lucha".

Desde La Alarma, centro social okupado en respuesta al desalojo del CSO La Escoba, en Lavapiés,
se surbayó que "impulsamos un proyecto más político que dirigido al barrio", combinando desde comedores veganos hasta una iniciativa de universidad popular "para difundir la historia y la teoría política relacionada con la lucha". Se subrayó su caracter autogestionado y al margen de todo partido político.

La Casika, un centro okupado en Móstoles hace ya 9 años, relató que un espacio de este tipo "ha visto pasar muchos colectivos y muchos ciclos de actividad’. Informó sobre la situación de renovación urbanística que sufre la zona donde se sitúa el centro social y que en el plazo de uno o dos años les afectará.

Así mismo, varios jóvenes del municipio de Arganzuela que participaron en el acto, además de dar ánimos a la nueva okupación, intervinieron aportando su opinión sobre el futuro del CSO La Traba. Uno de ellos afirmó que "esta zona está cambiando, por un lado se están haciendo edificios nuevos para los cuales incluso han puesto una boca de metro, y por otro lado están los jóvenes precarios y losinmigrantes con sus dificultades cotidianas. Son dos realidades que conviven: unos podrán ver con buenos ojos este proyecto, otros no querrán que haya una okupa en su barrio de piso con piscina".

Asistencialismo versus política anticapitalista

A continuación se abordó un interesante debate sobre cómo conectar con los vecinos de los barrios, a la vez que se aborda la necesidad de fortalecer la coordinación entre los centros sociales de Madrid.

Por su parte, un miembro del centro social autogestionado La Piluka valoró que "es necesario salir de la autorreferencialidad y comodidad de nuestros espacios e intentar trabajar el apoyo de los vecinos, manteniéndose firmes en los principios pero flexibilizando nuestra estrategia, es decir, sin plantear exigencias ideológicas excesivamente altas".

Se planteó el debate de que las actividades "asistencialistas" (de ocio gratuito, de diverso tipo para cubrir carencias sociales, etc) no deben perder de vista el marco de transformación que un centro okupado tiene. Es decir, por ejemplo, que un taller de malabares no sea un fin en sí mismo, sino una herramienta para conectar con más gente e iniciar con ellos un proceso de concienciación y de fortalecimiento de la lucha.

Por otro lado, se recordó el apoyo que debe darse entre los centros sociales okupados, poniendo el ejempo del CSO Kbo, que se vió afectado por fuertes conflictos y peleas, "problemas que pueden acabar con la okupación y con el ánimo de la gente". Se subrayó también la necesidad de no dejar de lado el apoyo mutuo y profundizar en la coordinación a la vez que se debe respetar la autonomía de cada proyecto.

Así, con un debate productivo y participativo, se dio por inaugurado el CSO La Traba.

Hoy a las 19.30: antifascismo. ¡Os esperamos!

http://csolatraba.nuevaradio.org
CSO La Traba
c/ Batalla de Belchite, 17
Metro Legazpi

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/aW3O