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Estado español :: 19/01/2004

La caridad

D. Crespo
Aparentemente buena, aceptada ampliamente por la sociedad en que nos ha tocado vivir, la caridad deja tras de si un rastro maloliente, a podredumbre. Basta un ligero análisis para desmontar tan bello concepto.

La caridad consiste en que los que mas tienen den a los que menos tienen (o no tienen nada) un pequeñísimo porcentaje de su riqueza, fruto de su buena voluntad y gran corazón.

Esta definición ya pone de manifiesto que unas personas poseen mas (mucho más) que otras. La desigualdad económica es el eje vertebrador de la caridad. Los caritativos ponen la solución ante este problema, demos les un poco, o lo que es lo mismo, perpetuemos la desigualdad. Porque tu seguirás siendo 100 veces mas rico que la persona con la que eres caritativo que, a su vez seguirá jodida y rejodida. Las clases altas lavan su conciencia con la caridad, se sienten bien y el orden capitalista triunfa.

La caridad, término creado por el cristianismo y los canallas de la iglesia, sirve para dar limosnas a los necesitados. "Obras de caridad’ clama el imperio de la iglesia con sed de una extraña justicia. Mientras miles de niñxs mueren de hambre, explotados, la iglesia guarda sus pingues riquezas que empresarios y estado les brindan en el banco del espíritu santo situado (ahí esta el misterio) en el Vaticano que, es un estado propio, lujoso y andrajosamente dorado. Las cosas no pasan por casualidad, los que poseen las riquezas saben que la caridad sirve para mantener las mismas, y mantener lo establecido, miedo al desorden, la caridad y los caritativos aman la obediencia y el sometimiento. Y nunca serian caritativos, pongamos por caso, con los okupas o pres.o.s.

Para estos el caritativo no duda en llamar a la policía, porque los caritativos adoran a la ley y por extensión a los perros guardianes de esta.

La Caridad consuela pero no cuestiona. Agrada un poco, calma ligera y momentáneamente la sed de los pobres y los condena a ser pobres hasta que mueran. La caridad nunca se pregunta porque son pobres. No se quien dijo que: "cuando das de comer a los pobres me llaman santo y cuando pregunto porque no tienen comida me llaman comunista". Y es que a la caridad (y a quien la fomenta) le aterran esas preguntas que puedan alterar las clases y hacer que los pobres dejen de serlo, caminando hacia la igualdad no se necesitaría caridad (si solidaridad), pero los caritativos prefieren que esta siga de por vida y por tanto la miseria también.

Multinacionales de la caridad bombardean al consumidor por la televisión y calman conciencias mientras los magnates de las empresas se llenan los bolsillos exponiendo fotos de niñxs sin nutrir. Para saciar su pobre moralidad la gente da, incluso las clases bajas, sus pequeños ahorros para que todo siga igual.

crespez@hotmail.com


Fuente: La Haine
 

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