Estas amenazas a la seguridad humana y a una vida decente para la humanidad son mucho más inmediatas y peligrosas hoy que en tiempos de ese autor -contrariando las promesas de los beneficios del libre comercio, los mercados financieros abiertos y las políticas económicas promercado. La cuestión es si hay respuestas convincentes a éstos y a otros desafíos.
¿Quién es capaz de impulsar la transición a formas solidarias y sostenibles de actividades económicas? Sólo puede ser el producto de movimientos sociales, o mejor aún: de movimientos socioterritoriales capaces de re-apropiarse de sus vidas y de sus condiciones laborales: ocupantes ilegales, fábricas recuperadas, ocupación de tierras, reapropiación de espacios públicos, contra las tendencias dominantes de privatización
Leer texto completo [PDF 4,8 Mib]
Artículo publicado en el número 226 de Realidad Económica