Casas viejas: Apoyo popular y vecinal

Desde la amenaza de desalojo que ahora pretende ejecutarse, Casas Viejas ha celebrado 2 manifestaciones con una amplia asistencia de personas, una el pasado 10 de febrero y otra el 29 de septiembre, además de concentraciones y otros actos de apoyo. Sin embargo, a día de hoy no ha habido ninguna expresión colectiva contra el Centro Social. Han expresado su apoyo a Casas Viejas colectivos como el Foro Social de Sevilla, el Centro Vecinal Pumarejo (asociación que, a diferencia de otras, si cuenta con amplia representación y participación en el barrio) o sindicatos como CGT, SOC y CNT, entre otros.

El apoyo de los vecinos se ha logrado gracias al respeto con que en todo momento se ha actuado desde Casas Viejas. La celebración de actividades como conciertos, que podrían ocasionar molestias, termina siempre a las 12 de la noche y se celebran como mucho cada dos sábados. De hecho no existe ninguna plataforma por el derecho al descanso que se centre en el entorno del Centro Social, como si existen en otros lugares de la ciudad. Casas Viejas representa una alternativa de ocio para los jóvenes muy distinta del llamado botellón, una alternativa cultural de participación y convivencia cívica que antes de ser atacada debería ponerse de ejemplo de civismo y educación.

Por supuesto, a pesar de los intentos de criminalización, los índices de delincuencia no han aumentado en el entorno del Centro Social y la seguridad es absoluta, sin que se haya producido ninguna pelea, altercado, robo ni nada por el estilo. Al revés, la seguridad en el entrono del Centro Social es seguramente mayor que la que habría si hubiera seguido abandonado.

Realmente, la única asociación que ha mostrado en todo momento una férrea aposición al Centro Social ha sido la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Pumarejo-San Luís, liderada por Ángel López Hueso y en la que Ángel López Hueso parece ser el único miembro activo. Es hora de señalar -no queríamos entrar en ello pero ya está bien- que esta asociación carece totalmente de representación en el barrio y no se le conoce otra actividad que no sea el ataque constante -utilizando generalmente la mentira- contra Casas Viejas. La asociación no ha convocado ninguna reunión con sus miembros desde su constitución como constatan algunos de ellos. Su líder y al parecer único miembro activo, tiene una conocida tendencia ideológica ultraderechista que, obviamente, está en contra de cualquier iniciativa social autónoma como la que representa Casas Viejas.

Como muestra de ello se pueden consultar páginas de organizaciones tan “neutrales, centristas y democráticas” como Antiantifascista, Democracia Nacional, Acción Patriótica Sevilla o InfoNacional (ver enlaces) que consideran a esta persona todo un referente. Nadie acusa a Ángel Hueso de pertenecer a estos colectivos (no está probado), pero si es obvio que estos le tienen un gran aprecio por su postura contra el Centro Social. Claro está que Casas Viejas respeta la libertad de cada cual, pero queremos poner de manifiesto este hecho para que se juzguen las posiciones de cada uno de forma justa y veraz.

Por otra parte, queremos dejar muy claro muy claro que nadie en Casas viejas tiene absolutamente nada personal en contra de Ángel Hueso, que pude pasear por el barrio, e incluso entrar en el centro y participar de sus actividades, con total tranquilidad, a pesar de sus intentos de hacer de víctima y mártil. Esta persona ha denunciado en varias ocasiones al Centro Social, e incluso al Ayuntamiento, sin poder hasta ahora demostrar nada de nada. Incluso llegó a aprovechar el debate de la llamada ley del botellón para “arrimar las ascuas a su sardina” y alarmar sobre un futuro (siempre futuro) “macrobotellón” en Casas Viejas que, obviamente, nunca se celebró ni pretende celebrarse.

Simplemente retamos a esta persona a que demuestre con pruebas sus acusaciones y denuncie los hechos o a que sea capaz realmente de organizar alguna de tantas manifestaciones masivas contra el Centro Social que lleva tiempo anunciado (nosotros llevamos dos). Por último animamos a los medios de comunicación a que antes de crear un líder mediático, se informen de su representatividad y sus tendencias políticas, amplíen las fuentes de información (hay más vecinos, más asociaciones) y contrasten las acusaciones.

Lo más fácil siempre es tirar de alguien “disponible 24 horas”, pero nadie dijo que el periodismo fuera fácil.

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