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Argentina :: 16/09/2018

Mar del Plata: Dos policías torturaron a un niño de 9 años

Agencia Para la Libertad
Jugaba con su hermano de 12 con pistolitas de plástico en la vereda

(Por Oscar Castelnovo/APL) El pequeño hijo de la compañera Canela Bella, de 9 años, fue atacado por policías bonaerenses de la Comisaría 6° en Mar del Plata cuando jugaba con su hermano de 12, en la vereda de su casa, el pasado jueves.

Ambos correteaban con pistolitas de juguete cuando los efectivos de la policía bonaerense se bajaron de una camioneta y, al grito de “quedate quieto ahí”, redujeron al hermano más chico mientras el otro corrió asustado.

El nene exclamó “es de juguete”, “es de juguete” y les mostró los balines de plástico amarillo. Los policías comenzaron la sesión de tortura y le pegaron trompadas, lo patearon en el piso y lo arrastraron ahorcándolo con la remera.

El niño padece una discapacidad madurativa y clamaba por su mamá. Los vecinos gritaban que lo suelten y dejen de pegarle cuando la compañera Canela salió y vio a su pequeño al borde un brote sicótico, tirado en el piso y atormentado por los uniformados.

Ella se los arrancó de las garras, mientras uno de los policías la interrogó “¿Vos les enseñás a disparar a la Policía?”. Y luego agregó: “Yo tengo que cuidar mi vida” , burlándose de Canela.

Después, la obligaron a quedarse demorada junto al patrullero. A su vez, Canela indicó a esta agencia que radicó la denuncia ante “la Defensoría del Foro Juvenil asistida por la Comisión Provincial por la Memoria”, y destacó “tengo mucho miedo por mis niños”, ya que un efectivo le lanzó: “Agradecé que no saqué el arma”.

Cabe destacar que Canela es militante de la APDH -Nacional, reconocida activista contra el gatillo fácil de esta ciudad y, recientemente, participó de la Carpa del Hambre que instaló una olla popular frente al municipio en reclamo de alimentos.

De modo contundente, las fotos tomadas espontáneamente por los vecinos exhiben los golpes recibidos por el niño e incriminan sin atenuantes a los policías. Uno de ellos, que le había pateado con saña la cabeza al pibe de 9 años, ante el reclamo de su madre, le lanzó: “Es protocolar”. Ella le respondió si pegarle patadas de borceguí en la cabeza y en la espalda de su hijo era protocolar.

 

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