EL C.S.A Xaloc, ante la amenza de su posible desalojo ha convocado varias movilizaciones entre ellas una cercavila que contará con la participación de otros colectivos del Barrio del Carmen. Será alas 12 de la noche del sábado 6 de marzo.Comezará en la Plaza del Negrito y recorrerá los "puntos calientes" del Barrio del Carmen. Habrá parodia y charanga.
ALGUNOS DATOS OBRE LA ESPECULACIóN
Según los últimos datos del INE sobre el Censo de Población y Viviendas 2001, el 55,2 por ciento de las viviendas vacías que hay en el Estado Español es de particulares (1,71 millones), el 43,6 por ciento de comunidades de vecinos (1,35 millones), el 0,83 por ciento de empresas y 0,015 por ciento de la Administración.Las provincias que más viviendas vacías acumulan son Barcelona (con 307.859), Madrid (306.556) y Valencia (208.064), mientras que la de menos inmuebles desocupados son Ceuta (2.817), Melilla (3.687), Alava (10.527) y Teruel (10.980).El número de viviendas vacías en la Comunidad Valenciana asciende a 415.944, algo más del 16 por ciento del total de las que tiene esta comunidad autónoma, según los datos dados a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).De acuerdo con el instituto gubernamental, el parque de viviendas que no están ocupadas ha aumentado de 1991 a 2001 a razón de casi 9.000 al año, lo que ha motivado que haya 86.960 casas más sin habitar que en el último censo. A principios de la década de los 90 había contabilizadas 328.984 vacías.Por provincias, Valencia, con 197.372 casas vacías es la que más tiene, 40.163 más que en 1991. Castellón ha pasado de 40.696 a 61.127, mientras que en Alicante ahora hay 26.366 más que en 1991 y el número asciende a 157.445.Durante los últimos años de la década de los 90 y hasta 2002, en la Comunidad Valenciana se construía una media de 70.000 viviendas anuales.
CARTA QUE LA ASMBLEA DE XALOC HA ESCRITO PARA LAS VECIN@S DEL BARRIO
Vecina - vecino:
Somos la gente que nos juntamos en el bajo de la calle En Borras. Hace seis años que decidimos alquilar un espacio donde poder desarrollar actividades e inquietudes que tenemos. Esta sociedad no aporta espacios ni posiblidades de poder optar a cosas diferentes que no sean el consumo y la alienación. Tanto la música, como el cine, el teatro y todo en general, cuesta dinero. Nosotrxs hemos optado por hacerlo nosotrxs mismxs y desarrollar el espíritu crítico y antagonista desde la creatividad.
En estos seis años hemos hecho teatro, cine, exposiciones, presentaciones de libros, conciertos, debates, charlas, comedores, jornadas, talleres...Este espacio ha servido para que numerosas personas y colectivos pudieran reunirse y llevar a cabo proyectos alternativos.
Tras todo este tiempo conviviendo en el barrio, nos tiran. Un edificio carísimo va a suplantar este espacio. La especulación que vive El Carmen diseña un barrio en el que sólo caben ricos y "modernos". Esto no sólo sucede aquí ,sino en toda la ciudad de Valencia, donde cada vez hay más asfalto y hormigón. No sólo desaparecen los edificios, también las personas, los comercios de toda la vida y los espacios de cultura crítica. Estan construyendo una ciudad para que los ricos vengan a pasearse en barquitos, y nos para que las personas vivamos en ella.
Nosotrxs no nos resignamos a que nos arrebaten este local que hemos creado a golpe de esfuerzo e ilusión. Por eso os animamos a que os paseis por Xaloc, que está en la C/ En Borrás-4 y le deis vida a este proyecto con nosotrxs.
Os esperamos
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MANIFEST PER UN CENTRE HISTORIC PER ALS VIANANTS
El centro histórico de Valencia continúa, innecesariamente, siendo el lugar de paso de miles de vehículos diarios, incluidos muchos de los autobuses del servicio público, lo que resulta incompatible con cualquier intento de sanear el corazón de la ciudad, mejorar sus plazas más emblemáticas -Mercado, Reina, Ayuntamiento- o simplemente crear redes peatonales.
Los tejidos históricos de las ciudades responden a un momento en el que el desarrollo de los medios de transporte era muy primitivo. Se trataba de espacios muy compactos, en densidad, en usos del suelo, y sus dimensiones máximas eran adecuadas a las condiciones "ergonómicas" de sus habitantes, es decir, estaban concebidos para recorrerlos a pie.
En el último siglo, la ciudad de Valencia, y concretamente su centro histórico, ha aumentado en cantidad el espacio público, como consecuencia de las diversas operaciones de esponjamiento, pero en cambio, la calle se ha empobrecido: ha pasado de ser un espacio democrático, soporte de funciones sociales muy variadas, a ser un lugar privatizado y dominado por el tráfico y el aparcamiento. Un fenómeno que está causando gravísimos perjuicios sociales y económicos.
Esa privatización no solo la ejerce el automóvil, sino los grandes grupos privados en la gestión del agua, la basura, el mobiliario urbano, la publicidad, la mensajería, la televisión por cable o los servicios de seguridad privados, entre otros...
El incremento constante del tráfico motorizado en el centro histórico de Valencia está afectando de manera grave la calidad de vida del mismo, su atractivo turístico y comercial, así como las posibilidades de uso y disfrute de los espacios públicos. Paradójicamente, este exceso de movilidad está haciendo la ciudad menos accesible, al dificultar los desplazamientos a pie, entorpecer el transporte público e incluso provocar una constante congestión del tráfico.
La política municipal de los últimos años no ha hecho sino favorecer el acceso de más automóviles al centro de forma indiscriminada, con lo que los problemas mencionados no hacen más que agravarse. La ampliación de las vías de acceso (Avenida de las Cortes Valencianas), los nuevos puentes (de las Artes, de la Alameda), los túneles (Ángel Guimerá, márgenes del Viejo Cauce) estimulan aún más el uso del coche.
Muchas ciudades europeas, conscientes de que son reconocidas por espacios públicos emblemáticos, iniciaron hace tiempo la recuperación de calles y plazas para sus habitantes, en un proceso que se ha venido en llamar "la Reconquista de Europa". Muchos centros históricos europeos iniciaron hace mucho tiempo procesos de recuperación que hoy ofrecen espacios de gran calidad y ambiente, espacios habitables que combinan funciones muy variadas.
Se trata, por tanto, de imitar estrategias próximas, adaptándolas a las muy favorables condiciones de nuestra ciudad. No nos confundamos, no se trata de prohibir, de impedir o de peatonalizar de forma absoluta, sino de reordenar el espacio público y su uso de la forma más conveniente para la ciudad, la vida urbana, el comercio.
Por todo ello, los ciudadanos de Valencia exigimos participar
en el diseño y gestión de nuestra propia ciudad, reclamando a los órganos políticos y administrativos de la misma que cumplan con el compromiso que adquirieron al ser elegidos nuestros representantes, y pongan en marcha de forma inmediata un plan de habitabilidad real aplicando las siguientes medidas:
1. La reducción de la entrada de vehículos a motor, estableciendo áreas reservadas a residentes, carga y descarga, o servicios públicos.
2. Un reparto equitativo del espacio viario, reduciendo la parte dedicada al automóvil, y aumentando la destinada a peatones y ciclistas.
3. La mejora del transporte público, introduciendo nuevos medios modernos y no contaminantes, (como tranvías, minibuses eléctricos, autobuses a gas natural) y racionalizando la gestión del sistema (billetes combinados, taxis compartidos...)
4. La preferencia de paso al transporte público, con carriles protegidos, reservando en algunos casos calles exclusivas para él mismo, peatones y ciclistas.
5. La regulación del aparcamiento, evitando el exceso de oferta de plazas, que estimulan a acceder en con coche al crear expectativas de aparcamiento.
6. La regulación de la carga y descarga, estableciendo franjas horarias limitadas, reservando áreas en la calzada y facilitando la creación de sistemas de consigna y reparto a domicilio.
Se trata, en definitiva, de propiciar un cambio cultural progresivo hacia unas pautas de conducta beneficiosas para toda la población hacia lo que se llama "movilidad sostenible", cambio que se ha reivindicado en numerosas ocasiones y desde diferentes plataformas. No queremos esperar más, ya es hora de empezar.