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Argentina :: 09/11/2018

Buenos Aires: El Hospital Posadas en terapia intensiva

Centro de Estudios Populares
Un informe de residentes del nosocomio detalla la brutal crisis por la que atraviesa el hospital a causa de los despidos y el desfinanciamiento del régimen

El documento se conoció cuando los residentes se lo entregaron a los diputados que visitaron el hospital el mes pasado, y a los cuales la Dirección se negó a recibir.
Se trata de un relevamiento detallado de algunas de las áreas más afectadas ante los despidos y falta de presupuesto. El mismo deja en evidencia el deterioro de la atención de miles de pacientes que día a día concurren al hospital, como también la precariedad bajo la cual trabajan y se forman los residentes, médicos, enfermeras, enfermeros, entre otros sectores de trabajadores, que sostienen cotidianamente el nosocomio.
En el comunicado que adjuntan al mencionado informe denuncian que el "ataque al hospital no es aislado, se da en un contexto de recortes en áreas sensibles, sobre todo para la población más vulnerable, como lo son la salud, la educación y el trabajo. En lo que respecta a la salud, la degradación del Ministerio de Salud a Secretaría, es un claro ejemplo, ya que más que un simple cambio de nombre, esto implica achique y ajuste en cuestiones vitales para las mayorías más necesitadas de la población". Y hacen especial énfasis en la profundización de esta política que implica el proyecto de Presupuesto 2019, dictado por el FMI, con una caída de 13,9% para el Hospital Posadas.

Grave crisis sanitaria por despidos y falta de insumos

Según consigna el informe los servicios afectados, entre otros, son: pediatría, clínica médica, cardiología adultos, nefrología, infectología, dermatología, otorrinolaringología, terapia intensiva de adultos y servicio social.
Sólo en pediatría en el último tiempo se han despedido 13 médicos, más enfermeros y enfermeras de Oncohematología, Terapia Intensiva pediátrica y Neonatología. A lo que se suma que "los cirujanos del equipo de Cirugía Cardiovascular renunciaron en solidaridad con los despedidos y el servicio está cerrado". Teniendo como consecuencia, por ejemplo, que el Hospital ya no posea "especialista ni servicio de Ecografía Pediátrica" dado que las dos profesionales que allí se desempeñaban fueron despedidas.
Entre las deficiencias y/o faltantes de insumos de esta área se contabiliza que "no funciona el endoscopio pediátrico para la realización de estudios o ante el requerimiento de sacar algún cuerpo extraño, como una pila, que hay que extraer con urgencia" o que "faltan aerocámaras para medicar a los pacientes con enfermedades respiratorias agudas y crónicas". Llegando al extremo de falta de antibióticos o pañales para los niños y niñas que allí se atienden.
Similar situación atraviesa el servicio de cardiología de adultos. Entre médicos y médicas especialistas más técnicos los despidos llegan a 11, sin contabilizar que "se han despedido enfermeros de Unidad Coronaria, con años de experiencia en el área, provocando situaciones donde no se contaba con la cantidad de personal necesario para la adecuada atención de la totalidad de los pacientes internados", afirman en el informe.
"La demanda que atendía estos profesionales ha sido afrontada por un menor número de profesionales y muchos de ellos residentes en formación aumentando la ya sobrepasada carga laboral que atenta contra el buen desempeño laboral del profesional como la calidad atención hacia los pacientes", denuncian los residentes en relación a esta área.
Entre las prácticas detenidas o reducidas en el área de clínica médica se destaca que "se dejaron de hacer resonancias de hígado y corazón, porque fue despedida la médica que las informaba" y que "dejaron de realizarse tomografías de intestino delgado" por el mismo motivo. También se menciona que se han dejado de comprar "ciertos desinfectantes para gérmenes intrahospitalarios como el LT8".
Este breve repaso sobre algunos de los servicios deja en evidencia las consecuencias del ataque a la salud pública por parte del Gobierno y la Dirección del Hospital. Cientos en la calle si se contabiliza el total de despidos desde que se inició esta gestión, y decenas de miles de pacientes afectados en su atención.

El director entrevistado por Clarín miente

El Director del Hospital Posadas, Pablo Bertoldi, un médico especialista en otorrinolaringología y ex-jefe de residentes del Hospital Evita de Lanús, brindó por primera vez una entrevista exclusiva a Clarín, en la que trató de justificar los despidos de 54 médicos con los mismos argumentos que utilizó en el comunicado público que dieron a conocer las autoridades del Hospital, alegando "severos incumplimientos horarios" por parte de los profesionales.
Sin embargo, el 11 de septiembre el Director de Recursos Humanos en relación al despido de Cintia Ribeiro, sostiene que el mismo "obedece al ejercicio de las facultades constitucionales en cabeza del Poder Ejecutivo nacional (...) en su dimensión de Estado empleador Nacional". Y al argumentar las razones del despido sostiene que es "la decisión administrativa de conclusión del vínculo contractual [que] corresponde a las facultades que le pertenecen al Estado-Empleador".
Bertoldi también sostuvo en la entrevista que "desde hace más de un año venimos hablando con los jefes de los distintos departamentos y explicándoles que todos deben respetar la carga horaria". Sin embargo, el Doctor Christian Kreutzer, Jefe de Cardiocirugía infantil, sostuvo en su red social, que "de manera totalmente inconsulta y sin aviso se ha despedido a 2 coordinadores de recuperación cardiovascular y a una médica de guardia. Se los acusa de no cumplir asistencia, lo cual no es cierto en ningún modo. Lo mismo ha pasado en otros servicios del Hospital".
El Dr. Kreutzer es justamente uno de los Jefes médicos que ha defendido la gestión de Bertoldi, se identifica con Cambiemos y ha presentado su renuncia por los "manejos por parte del Sr. Jefe de Recursos Humanos, Juan Ignacio Leonardi".
Por su parte, el Doctor Horacio Antonio Repetto, Jefe de Pediatría y Presidente de la Fundación del Hospital Posadas, sostuvo a través de una extensa publicación en la red social Facebook, que "este año aparece una catástrofe que nos conmociona. En el hospital no existen nombramientos hace años. Cuando algún médico deja de trabajar (ej. jubilación) su lugar se cubre con contratos. Estos han servido también para el desarrollo de áreas de alta complejidad que no existen en otros hospitales generales, de manera que para esto se utilizaron médicos que requerían una formación muy calificada. Estos médicos contratados fueron suspendidos en sus funciones los últimos meses. La consecuencia es que se suspendieron algunas prestaciones esenciales para la población infantil. Téngase en cuenta que gran parte de la que se atiende en el POSADAS no tiene otra cobertura social. Un ejemplo paradigmático fue cardiocirugía pediátrica. Estas operaciones sólo se hacían en hospitale
 s pediátricos, de manera que sus turnos se encontraban saturados. En 2004 se consiguió armar un equipo con gente que se había formado en los mejores lugares. Con excepción del jefe, cardiocirujano de primer nivel internacional, los demás fueron contratados. En medio de la catástrofe nos enteramos que el jefe, Dr. Christian Kreutzer, se había visto obligado a renunciar al no tener colaboradores indispensables que ayudaran a resolver este serio problema. Imaginémonos la madre que tiene un hijo con una cardiopatía congénita, quien antes tenía en este hospital la solución quirúrgica. Ahora no puede ser intervenido en ningún hospital público, ya que los turnos en los pediátricos están saturados. Queda totalmente desprotegido. Además de este desgraciado ejemplo han tenido que dejar de funcionar: el consultorio de ecografía pediátrica y hemodinamia y se ha visto perjudicado la atención en el consultorio de seguimiento de niños con síndrome de Down (he enumerado sólo
  prestaciones pediátricas, existen también algunas de adultos).
Creo que las autoridades responsables de dictar las medidas actuales deberían leer este resumen para ser conscientes de las pérdidas que se generan. No sólo en el deterioro en la atención de salud de los niños que la necesitan, sino también en la formación de médicos de calidad para cuidarlos".

El plan detrás de los despidos

Bertoldi sigue sosteniendo que "no hay errores ni del sistema ni tampoco del director de Recursos Humanos. Acá no hablamos de ajuste, lo que queremos es que vengan cada vez más personas a atenderse pero con los profesionales presentes", "aquellos que hablan de cierre del Posadas, de ajuste, de privatización o de desguace, lo dicen desde una intención maliciosa".
Nadie puede negar, más allá de los intentos de Bertoldi, que los actuales despidos a médicos son parte del plan de ajuste más general.
Bertoldi sostiene que "lo que ocurre es muy claro: gente que no cumple, será desvinculada". Pero los despidos no son justamente sobre quienes no trabajan, como lo demuestra la propia nota de Clarín del miércoles 19/9, titulada: "Crisis en el Posadas: pacientes y padres de nenes internados se sumaron a un abrazo simbólico". En la misma se encuentran los dolorosos testimonios de personas con diversas enfermedades de complejidad, que perdieron con estos despidos a los médicos que los atendían.
Y por otra parte, el Director niega que los despidos comenzaron en enero, primero sobre las enfermeras que rechazaron (amparadas en un fallo judicial) la jornada laboral nocturna de 12 horas que está declarada insalubre hasta por organismos internacionales. También despidieron a referentes y activistas del Hospital, reconocidos por su defensa de los derechos de los trabajadores y de la salud pública. Así como también han intentado desmantelar a los sindicatos Cicop y STS, echando incluso a delegados y miembros de sus Comisiones directivas o candidatos de listas sindicales opositoras a ATE Morón, todos ellos por no subordinarse a las arbitrariedades de las autoridades. Esta fue la primera etapa de un plan de reestructuración de ajuste sobre la salud pública en general, y sobre el emblema del Hospital Posadas en particular. Ahora fueron los médicos, y la respuesta de los trabajadores, pacientes y vecinos fue contundente.
Por estas horas, más allá de las declaraciones públicas de las autoridades, las mismas negocian la reincorporación de médicos despedidos, pero bajo modalidades de contratación más precarias como monotributistas. Incluso amenazan a los médicos que denunciaron la crisis del Hospital por los despidos en los medios de comunicación, con no reintegrarlos a sus puestos de trabajo por ese motivo.

La lucha del Posadas sigue

El Hospital Posadas surgió como iniciativa de la Fundación Eva Perón y fue proyectado por el doctor Ramón Carrillo, el primer Ministro de Salud que tuvo el país. Fue un instituto nacional de salud, funcionaron centros de investigación científica y servicios técnicos especializados, tareas de investigación experimental y clínica. Luego pasó a ser un hospital general de agudos para convertirse más tarde en policlínico. Se ubica en el área oeste del conurbano bonaerense, en la localidad de El Palomar, partido de Morón. Tiene una extensión de 22 hectáreas y 72.000 metros cuadrados de superficie cubierta distribuidos en siete pisos (divididos en cuatro pabellones agrupados por sectores y el hall central). Allí se practican más de 13.000 intervenciones quirúrgicas, 18.000 internaciones y más de 3.500 partos anuales que pasarían a ser la mitad o incluso menos si esta gestión continúa con esta idea de desmantelar el hospital.
Su área de influencia alcanza a unos seis millones de habitantes y comprende los partidos de Morón, Ituzaingó, 3 de Febrero, Hurlingham, La Matanza, Merlo, San Miguel, José C. Paz y Moreno. También cubre, aunque en menor medida, algunas zonas de General Rodríguez, Marcos Paz, General Las Heras y General San Martín. Miles de pacientes argentinos y hasta de países limítrofes son derivados a este lugar, dado que es un centro de referencia nacional para el tratamiento de patologías que requieren de alta complejidad.
Desde hace meses médicos, médicas, residentes, enfermeras, enfermeros, trabajadores profesionales y no profesionales del hospital, junto a vecinos y pacientes, se encuentran en pie de lucha ante los despidos y en defensa de una salud pública y de calidad. Tienen en claro que el plan del Gobierno es profundizar aún más el desfinanciamiento que desde hace años sufre la salud, y también saben que la única manera de enfrentarlo es organizados y en las calles.
Por eso el jueves 4 de octubre fueron parte de la Marcha Federal en defensa de la salud pública, que concentró en el Ministerio de Salud de la Nación y desde ahí se movilizó hacia Plaza de Mayo para gritar bien fuerte que el ajuste, los despidos y el presupuesto del FMI no pasarán. También se movilizaron el 24 contra el Presupuesto 2019 que prevé un recorte del 30% de los fondos asignados al Hospital Posadas.
El kiosquito de la resistencia tiene más de un año y también es una forma de subsistir y seguir peleando. Ofrecen desde sándwiches de milanesa hasta brownies a precios accesibles. Se trata de cubrir desde el desayuno hasta la cena, pero a veces cuesta porque la mayoría anda en busca de otro trabajo. Ahora con los más de 1.000 despidos, el kiosquito se hizo grande y lo manejan entre muchos más con un grado alto de organización.
En cada sector se empieza a debatir cómo continuar la lucha por la defensa de la salud pública, que comienza con el pedido de reinstalación de todos los despedidos desde enero, al mismo tiempo que está planteado extender la experiencia de los residentes que eligieron delegados por sector, para fortalecer la organización y unidad de los trabajadores y la defensa ante los constantes aprietes de ATE Morón que responde a las autoridades. Este gremio se presta a todo tipo de aprietes y amenazas de descuentos para aquéllos que se pliegan a las medidas.
A su vez, en escuelas, establecimientos de la administración pública, terciarios y universidades, comienzan a ponerse en pie comisiones en defensa de la salud pública y el Hospital Posadas, integrada por trabajadores, secundarios, terciarios y universitarios. Y no faltan tampoco, los vecinos y pacientes, que relanzan las comisiones de defensa del nosocomio en el que se atienden. La unidad y coordinación están a la orden del día.

La Haine

 

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