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Chile :: 29/08/2023

Cuatro años después, estudiantes vuelven a convocar evasiones masivas en el transporte público

Agencias / La Haine
El perro Matapacos: Un ícono de resistencia global

Tal como en octubre de 2019, distintas agrupaciones de secundarios, entre centros de estudiantes capitalinos y otros núcleos más radicales, han hecho convocatorias a través de sus redes sociales para, durante esta semana, no pagar el pasaje en el Metro organizadamente.

Los días previos al estallido social (Revuelta chilena) y motivados por el alza de 30 pesos en el pasaje del transporte público, cientos de estudiantes comenzaron a evadir organizadamente los torniquetes del Metro.

Casi cuatro años después, nuevas evasiones masivas fueron realizadas esta pasada semana por algunas agrupaciones de estudiantes. ¿La razón? El alza en 10 pesos del transporte público anunciado la semana pasada por el gobierno, tarifa congelada, justamente, desde 2019.

A través de diversas redes sociales se han masificado llamados a repetir la modalidad de protesta. “Semana de evasión, agitación y sabotaje”, se lee en algunos afiches, los que detallan: “¡Basta de alzas! $ 830 x 2 pasajes al día = $ 1.660 x 30 días = $ 49.800 en transporte público al mes”.

En rigor, el cálculo del llamado a nuevas movilizaciones no es correcto. Y es que, según explicó el ministro Muñoz la semana pasado, hay un nuevo esquema tarifario que comenzará a aplicarse desde el 1 de septiembre, válido para los usuarios que utilicen la validación en buses del sistema Red Movilidad, Metro o Tren Central con el sistema QR. La medida no será válida para estudiantes ni personas mayores a quienes s

En otros llamados a movilizarse se lee: “¡Evade! En cada estación de Metro y bus del Transantiago”. Asimismo, otro afiche con el logo del Liceo de Aplicación expone “¡No al alza del pasaje! ¡No a la ley anti toma! Contra las alzas y la represión: semana de evasión del 21 al 25.
Convocatoria abierta”.

“A las bases aplicacionistas, compañeros de otros liceos y afines, hacemos el llamado a evadir la nueva alza del pasaje del transporte público, esta vez impulsado por los mismos progresistas que hace cuatro años llamaban a evadir los 30 pesos y sus leyes represivas. Esta vez no hay cabida para quedarse de brazos cruzados, mientras el precio de la vida sube las clases más bajas sufren las consecuencias a causa de un gobierno que lo único que ha hecho es servir a la clase alta”, se extiende, a su vez, desde el Centro de Estudiantes del Liceo de Aplicación. Otros centros de estudiantes capitalinos, como el del Liceo Tajamar, hicieron los mismo a través de sus redes sociales.

“Que no suene tu Bip!”, decían otros llamados de colectivos del Instituto Nacional. “En octubre de 2019 comenzó una revuelta por el aumento del precio en el transporte público, lo que llevó a que protestas, evasiones y barricadas se tomaran las calles”, dice en parte de sus textos, los que siguen así: “Ahora en 2023, el costo del transporte público ha vuelto a subir, a pesar de las promesas del Presidente durante su campaña. Ante esto, hacemos el llamado a manifestarse y evadir en cada estación de Metro y cada bus del Transantiago”.

Ante la #EvasionMasiva (no pago de los viajes como ocurría en los años de la Revuelta chilena) ha habido cierre de estaciones y dura represión con Carabineros y guardias privados con varios estudiantes heridos.

La Tercera

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Matapacos: Un ícono de resistencia global

El perro que había saltado a la fama durante las protestas por la educación en la primera presidencia de Piñera murió en 2017. Pero se transformó en un ícono de resistencia global. Su imagen no se ve solo en las movilizaciones actuales en Chile, sino que también llegaron hasta Nueva York.

El negrito Matapacos era callejero por derecho propio. Se lo recuerda moviendo la cola en el centro de Santiago de Chile, mientras acompañaba las marchas de los estudiantes que reclamaban por el derecho a la educación pública en 2011 y 2012, durante el primer gobierno del neoliberal Sebastián Piñera.

Se lo veía siempre sin correas ni ataduras como buen perro libertario. Dando vueltas por las manifestaciones en la Alameda, Plaza Italia y en las puerta de La Moneda.

Ladrándoles a los fieros carabineros y enfrentando a los camiones hidrantes que cargaban contra los escolares y universitarios cerca del amorronado río Mapocho.

“Con unos reclamos de igualdad entre todos los miembros de la sociedad que en el fondo rebasaban lo meramente educativo para cuestionar las mismas bases del modelo socioeconómico implementado bajo la dictadura, se levantaron los estudiantes chilenos, y con ellos el Negro Matapacos”, recuerda la escritora Montserrat Álvarez en un fascinante artículo publicado en el diario ABC Color paraguayo hace pocos días.

De su valentía al plantarse ante los “pacos” –policías-, el can morocho como los desclasados se ganó su apodo popular.

En esos tiempos de tórridas protestas, las fotos del bravo Matapacos ilustraron los diarios del planeta y su historia de perro comprometido con las luchas plebeyas hasta fue narrada en un brillante documental.

No le busquemos la quinta pata al perro, por su valentía y lealtad, desde aquellas jornadas de lucha, el Matapacos se transformó en el mejor amigo del pueblo.

Pasaron los años, y el Negro Matapacos murió de viejo en 2017. No sabemos si fue al cielo como todos los otros perros. Sin embargo, sus ladridos ejemplares siguen vivos en la memoria del pueblo rebelde al otro lado de la Cordillera de los Andes.

El Matapacos fue rescatado en las jornadas de protesta callejera que se encendieron en el pasado octubre en todas las ciudades de la delgada geografía trasandina.

Carteles, graffitis, stickers en las redes, remeras y memes ilustrados con su rostro, ataviado con el clásico pañuelo rojo al cuello que le ataban los estudiantes, se reproducen como las manifestaciones contra el gobierno de Piñera y sus políticas neoliberales.

Su figura también saltó las fronteras de la perrera local y se transformó en un ícono de resistencia global. Pocas semanas atrás, en una protesta y evasión masiva en el subte neoyorquino impulsada contra la violencia policial que sufrió un pibe afroamericano, los manifestantes llevaban pancartas tatuadas con el Matapacos saltando los molinetes.

Estos son tiempos en que los chilenos intentan derribar los pilares de la injusticia social instalada hace décadas por Pinochet.

Y como la ideología se manifiesta en prácticas, el pueblo voltea –literalmente- monumentos de los héroes vetustos del Chile patricio, milico y neoliberal.

El pueblo dice que otros héroes merecen el bronce. Hace pocos días, los manifestantes derribaron el busto macizo del general Manuel Baquedano en una plaza en la comuna de Providencia.

Tras la acción justiciera, se creó en la plataforma Change.org una petición para instalar en ese espacio una estatua del Matapacos. Hasta este viernes se juntaron 30 mil firmas.

En una bellísima carta publicada en El Desconcierto, el periodista y escritor Richard Sandoval le dedicó estas líneas iluminadas al can combativo: “Eres tanto Chile enrabiado, Matapacos, que hoy te has convertido en emblema del Chile real, el que quisieron ocultar, el que viola los derechos humanos, el ícono que muestra a Nueva York, al mundo, que acá también se lucha, sin luces ni líderes salidos de la élite.

Se lucha con la carga de décadas de democracia fallida que colmaron la paciencia de una nación hecha de lo que siempre fue, aunque se maquillara con el plástico de una tarjeta, una nación de perros quiltros. Gracias, Negro Matapacos, por decirlo con tu sola mirada, tu sola mordida al agua tóxica esparciéndose en el aire.”

El pueblo chileno se cansó del huesito de las sobras que le tiraba una élite política rancia. Por eso celebra en las calles el estallido de la rebelión. Da pelea contra las injusticias. Se para de frente a los pacos represores. Grita, se saca la rabia y perrea.

cholilaonline.ar

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/jH8