Fue al realizarse la IV Convención Nacional de la Confederación Mexicana de Maestros en la capital federal. Desde entonces, en general, los sindicatos magisteriales se abrieron paso rápidamente. De esta manera, la etapa de los pequeños organismos quedó definitivamente superada. Se abría otro período.
Los trabajos de la IV Convención de la CMM se desarrollaron del 15 al 20 de abril de 1935. Salvador de la Serna manifestó que la historia revolucionaria de México tendría una página brillante en sus anales, porque tomaba su puesto de vanguardia con toda la responsabilidad a la sazón una organización fuerte y digna de representar al magisterio, que observaba de cerca el creciente despertar de las masas y que, venido de todas las entidades de la República, estaba unido por una fuerte conciencia de clase.