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Mundo :: 05/12/2018

Resistencia y revolución en la Kenia colonial

Shehina Fazal
Análisis del libro 'La guerra de independencia en Kenia: Mau Mau y su legado de resistencia al colonialismo e imperialismo, 1948-1990', de Shiraz Durrani

El Departamento de Relaciones Públicas del Gobierno colonialista de Kenia nunca habló de las luchas Mau Mau como una “Guerra de la Independencia” durante la posguerra de la Segunda Guerra Mundial del siglo pasado. Más bien, las luchas fueron relegadas a un “estado de emergencia” en el que el Gobierno colonialista tuvo que enfrentarse a una violencia frenética. Kenya’s War of Independence: Mau Mau and its Legacy of Resistanceto Colonialism and Imperialism, 1948-1990, el libro de Shiraz Durrani pretende documentar “la resistencia histórica del pueblo de Kenia contra el colonialismo y el imperialismo durante una larga guerra de independencia y liberación que presentó muchas etapas diferentes”.

Después de que Kenia lograra su independencia del poder colonialista británico en 1963, se libró otra guerra que Durrani describe como “la guerra de la independencia económica”. En esta última, la resistencia estaba en los frentes políticos y económicos “contra el régimen mediador instaurado por el gobierno colonialista saliente mientras el neocolonialismo reforzaba su dominio en Kenia”. El Gobierno británico, junto con los colonos a los que se les ofreció unas condiciones muy favorables a cambio de establecerse en Kenia, fue reemplazado por empresas procedentes de los EEUU y sus consejeros aliados del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Tropas de los King's African Rifles en la guerra contra el movimiento Mau Mau.

El libro de Durrani, en sus cuatro partes, pretende aportar una realidad esclarecedora acerca de la brutalidad y la explotación a manos del régimen colonialista en Kenia. El régimen colonialista británico utilizó métodos de tortura horribles contra los activistas del movimiento Mau Mau a lo largo de los ocho años de rebelión. Las torturas y la brutalidad, en general, fueron utilizadas por los africanos que pertenecían a los cuerpos policiales o militares.

El acuerdo sobre las tierras solo benefició a la élite keniana. Esas élites no necesitaban dinero para comprar granjas, ya que podían obtener créditos fácilmente de los organismos gubernamentales

La sociedad keniana sometida al proyecto colonialista era “una sociedad enormemente desigual”. Aquellos que se beneficiaron de la desigualdad del país estaban alejados de las prácticas inhumanas que se llevaban a cabo para hacerles ganar dinero. Por ejemplo, los campesinos kenianos eran controlados mediante el kipande, que requería que todos los hombres africanos portaran una tarjeta de registro (y se les tomaban las huellas digitales antes de expedir la tarjeta) bajo el Decreto de Registro de 1920. El único propósito de esta tarjeta era controlar y restringir los movimientos de los trabajadores africanos adultos.

A pesar de que los trabajadores africanos fueron fuertemente controlados bajo el régimen colonialista, la redistribución de la tierra a los trabajadores kenianos tras la independencia fue conflictiva. La Truth, Justice and Reconciliation Commission (Comisión para la Reconciliación, la Justicia y la Verdad), según un informe de 2015, ha identificado que:

“El sistema colonialista creó fronteras específicas por etnias, lo que daba la impresión de que los derechos de la tierra dentro de esas fronteras en concreto solo podían ser disfrutados por ciertas comunidades de ciertas áreas. Esos vínculos étnicos siguen afectando a Kenia a día de hoy”.

En realidad, los trabajadores africanos no solo han perdido el régimen colonialista, sino también el Gobierno formado tras la independencia. El acuerdo sobre las tierras solo benefició a la élite keniana. Esas élites no necesitaban dinero para comprar granjas, ya que podían obtener créditos fácilmente de los organismos gubernamentales que se establecieron en beneficio de los campesinos.

En el periodo anterior a la independencia, Durrani atribuye el éxito de Mau Mau a su estrategia de comunicación en los lugares en que los delegados que reclutó el movimiento de resistencia pudieron establecer vínculos con las clases trabajadoras, que suministraban información ya que trabajaban en el servicio doméstico, así como en el sector agrícola. Los trabajadores de departamentos gubernamentales proporcionaban a Mau Mau información de los archivos oficiales, así como de las conversaciones cotidianas.

Aunque Mau Mau jugó un papel muy importante en la lucha por la independencia, ¿quiénes eran los otros actores en la resistencia al colonialismo en Kenia?

El papel de los trabajadores del sur de Asia en la lucha contra el colonialismo en Kenia ha sido pasado por alto por los estudiosos hasta hace poco. La administración colonialista importó trabajadores del subcontinente indio. A esos trabajadores los llevaron a trabajar en el ferrocarril, ya que tenían los conocimientos adecuados.

Pero junto con sus conocimientos de construcción de líneas ferroviarias, trajeron su ideología y sus experiencias en la lucha de la clase trabajadora de la India contra la colonización de británicos y portugueses en su país. Durrani dice que la contribución de los trabajadores del sur de Asia y su resistencia contra el colonialismo en Kenia fueron importantes. Los trabajadores del sur de Asia tenían experiencia en la resistencia, lo que les permitía identificar a los enemigos, cosa que ayudó a enfocar la lucha por la independencia del colonialismo, el imperialismo y el capitalismo.

En los seis años que transcurrieron desde 1954 a 1960, unas 8.000 mujeres del movimiento Mau Mau fueron detenidas de acuerdo con los Poderes de Emergencia

Además, los sindicatos aportaron algunos de los elementos críticos de los movimientos de resistencia. Los trabajadores, gracias a su experiencia en organización e ideología de clase trabajadora, aportaron “el impacto entre bastidores del movimiento obrero organizado como un factor contribuyente importante en la Guerra de Independencia”. Las huelgas de los trabajadores en Kenia golpearon el núcleo de la “economía capitalista y colonialista”.

Los trabajadores estaban dispersados por todo el país, un país en el que los sindicatos jugaron un papel clave al crear una clase trabajadora receptiva que tenía muy poco que perder, ya que la administración colonialista le había confiscado las tierras, propiedades y el ganado. Cuando el sustento de la gente se vio amenazado, la resistencia del pueblo con sus acciones colectivas se convirtió en una poderosa fuerza contra el colonialismo.

Las mujeres del movimiento Mau Mau desempeñaron un papel clave, especialmente en el transporte de armas y comida a los diferentes campamentos del país. También se involucraron en el espionaje y en el acceso a las pistolas y balas. En los seis años que transcurrieron desde 1954 a 1960, unas 8.000 mujeres fueron detenidas de acuerdo con los Poderes de Emergencia.

La combinación de los sindicatos con el movimiento nacionalista radical tuvo su impacto sobre la administración colonial. Con respecto al primer grupo, Durrani escribe que:

“...encendieron la mecha que cambió el rumbo de la Guerra de la Independencia. Esto llevó al surgimiento del movimiento armado de resistencia Mau Mau, que era la nueva estrategia para derrotar al colonialismo y al imperialismo. El movimiento sindical aportó claridad ideológica y la experiencia de organización nacional; las organizaciones políticas nacionales activistas aportaron las estructuras políticas y el apoyo masivo que desarrollaron durante un periodo de tiempo prolongado. Los primeros llevaron a la clase trabajadora a la lucha, los últimos, a los campesinos mediante la creación de un movimiento nacional que abarcaba a toda la gente explotada y oprimida. Juntos formaron un puño de hierro contra el que el colonialismo combatió denodadamente para derrotarlo”.

La respuesta al movimiento de resistencia por parte de la administración colonialista fue el uso de la fuerza bruta, en vez de buscar soluciones políticas. Ahora empiezan a revelarse los actos de brutalidad en los documentos que quedan sobre el régimen colonial. Algunos de esos documentos fueron destruidos o escondidos cuando el Gobierno colonialista abandonó Kenia.

La práctica de reprimir las reivindicaciones de independencia del pueblo mediante el uso de la fuerza militar también era normal en otras colonias británicas, como Malasia. El Gobierno colonialista acabó refiriéndose a ellos como terroristas a causa de los actos de resistencia, enmascarando de este modo sus ambiciones militares.

Durrani pone de manifiesto en varios pasajes del libro la importancia de la Guerra de la Independencia de Kenia como movimiento que trabajó en pro de la liberación de toda la gente, no solo de unos pocos. Mientras el Gobierno colonial estuvo en el poder, manipuló a la población para crear hostilidades y divisiones entre los grupos tribales, étnicos y religiosos, lo que acabó en tensiones entre las comunidades que fueron instigadas “para dar la impresión de que los intereses de un grupo étnico solo podían defenderse a expensas de otro”.

El libro termina con un análisis del legado del colonialismo y neocolonialismo con la Guerra de la Independencia actual, que está buscando la libertad económica. Durrani defiende que Kenia no es realmente libre, ya que las fuerzas del capitalismo internacional siguen dominando el país. La clase política utiliza métodos similares a aquellos que se usaron durante el régimen colonialista y siguen teniendo el poder.

Red Pepper. Traducido por Isabel Pozas para El Salto. Extractado por La Haine

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/bL0A