El capitalismo, sistema de producción con fines de lucro, está en un callejón sin salida. La plaga del desempleo masivo, el subempleo, los bajos salarios, la destrucción de las prestaciones, los recortes de servicios sociales y el aumento de la pobreza ha sobrepasado sus límites y está hundiendo en un desastre irreparable a la clase trabajadora multinacional y a los pueblos oprimidos del mundo. Además de la amenaza a la clase obrera, la estructura vital que sostiene el medio ambiente del planeta está en grave peligro.