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Venezuela :: 19/01/2019

Venezuela, desde el lado lleno de la copa

Guillermo Cieza
La obstinada resistencia del pueblo para defender la paz y la supervivencia del gobierno, aún soportando condiciones de gran precariedad

Una nueva canallada del Imperio

La primera reflexion que cabe sobre lo que sucede en Venezuela es que se está generando una situación que sólo puede caracterizarse como una nueva canallada del imperio norteamericano, del mismo nivel de las invasiones a Guatemala a mediados del siglo XX , o más recientemente a Irak. Esa canallada se monta sobre argumentos absurdos, que repiten como loros los gobiernos satelites y la comparsa mediatica, a la que es preciso sumar la complicidad de los gobiernos socialdemocratas y buena parte de la intelectualidad del sistema en sus distintas variantes. La mención a Guatemala o Irak no es ociosa. Sostener que Nicolas Maduro renovó su mandato presidencial en elecciones fraudulentas, es una disparate del mismo calibre que sostener que Jacobo Arbens estaba dispuesto a entregar su país a la Union Sovietica, o que Sadam Hussein tenia armas quimícas.

Venezuela es un pais donde en los ultimos 20 años se han disputado 23 elecciones, de las cuales 21 ganó el chavismo y se da la paradoja de que cuando la oposición gana, reconoce los resultados y cuando pierde grita: ¡fraude!. La elección que le permitio a la oposición ganar la Asamblea Nacional se hizo con la misma Comision Nacional Electoral (CNE) con que perdieron la eleccion posterior a gobernadores y la eleccion que consagró la renovación del mandato de Maduro. Incluso en la eleccion de gobernadores reconocieron los resultados en los cuatro estados que ganaron. Cualquier observador que ha seguido los procesos electorales venezolanos sabe que no es cierto que el conjunto de la oposición no participó en la última eleccion presidencial. Sucedió que la oposicion se dividió, y si por un lado el sector de ultraderecha no se presentó, sí lo hicieron algunos partidos y una de las principales figuras de la MUD, Henry Falcón, que hasta ese momento era gobernador del Estado de Falcon, que perdió por una cantidad considerable de votos.

Por ello, plantear la ilegalidad de la eleccion que ganó Maduro y pretender legitimar los mecanismos con que fue electo el supuesto presidente Juán Guaidó Márquez, es tan descabellado que podria ser refutada por cualquier alumno de primer año de la facultad de Derecho que se haya tomado el trabajo de leer la Constitucion Venezolana. Además, los antecedentes politicos del personaje, un dirigente de la organizacion de extrema derecha Voluntad Popular, de activa participación en hechos terroristas como los que protagonizaron durante las guarimbas en 2014 y 2017, parecen mas bien un prontuario criminal, que debería encabezarse con la difundida foto de este sujeto pegándole una trompada a una mujer de la Guardia Nacional, que intentaba poner límites en posicion de firme, sin armas ni escudo, a una agresiva movilizacion callejera. La ilegitimidad de esta oposición para el pueblo venezolano, está demostrada en encuestas que afirman que sólo cuentan con una adhesion del 8%, pero queda mucho mejor representada en la foto que han difundido masivamente los medios de comunicación involucrados en la maniobra intervencionista, que muestran una "multitud" de no más de 300 personas con un cartel que dice " nosotros somos la democracia".

Buena parte del apoyo que tuvo el gobierno en la eleccion de la Asamblea Constituyente y la decisión mayoritaria de no reclamar frente a la crisis mediante acciones callejeras, se ha sustentado en el temor que tiene el pueblo de que el pais pueda caer en manos de grupos como Voluntad Popular a los que se califica directamente como terroristas. Y motivos sobran para esa calificación: fueron esos grupos, de filiacion neonazi y racista, los responsables de quemar vivos a jovenes negros "por parecer chavistas" . Uno de sus dirigentes, Rafael Perez Venta, que posteriormente fue coordinador de Derechos Humanos de la ultraderechista Alianza Bravo Pueblo, fue detenido porque una camara de la calle lo filmó cuando depositaban en un automovil una valija con los restos de una mujer empresaria a la que habían descuartizado por diferencias economicas en agosto de 2015 (caso Liana Aixa Hergueta González, asesinada por los militantes de ultraderecha José Rafael Pérez Venta, Carlos Trejo y el delincuente comun Samuel Angulo Sanchez).

Lo que está en marcha en Venezuela es una aventura intervencionista diseñada desde EEUU que, habiendo apostado hasta el presente, y sin éxito, a una asonada golpista, ha decidido seguir el libreto que utilizaron exitosamente en Libia. Se proponen desconocer al gobierno legítimo y crear un gobierno fantasma que les responda, utilizando a este mamarracho juridico y politico, como cabeza de puente para canalizar fondos, la mayoría de los cuales surgen de cuentas no pagadas al Estado venezolano y al gobierno legitimo.

Esta escalada intervencionista enfrenta variados problemas. Uno de ellos es que los extremistas de Voluntad Popular ni siquiera representan al conjunto de la menguada oposicion politica. En la sesion de la Asamblea Nacional donde se "eligió" a Guaidó faltó no solo el chavismo, sino una buena parte de los diputados de la oposición. Algunas de sus figuras reconocidas como Raul Fernández, Claudio Fermín y Enrique Ochoa Antich, han refirmado en las ultimas horas que quien efectivamente gobierna es Maduro.

Pero quizas su problema más grave es que la oposición no puede generar movilizaciones de masas o conflictos de alguna envergadura que confirmen su argumentación de que estan enfrentando una dictadura. Desde hace muchos años la oposicíón ha intentando provocar al gobierno con acciones en la calle y guarimbas, para generar una represion desmedida del Estado, que justifique una intervencion extranjera con la bandera de los Derechos Humanos. Para intentar algo parecido estarían concentrando fuerzas para realizar una protesta el 23 de enero, que intentaria dar un marco de público a la proclamación de Guaidó y se asociaría al cierre de embajadas anunciado, pero no concretado, por los países del Grupo de Lima, con excepción de Paraguay.

No es necesario ser socialista para oponerse a la canallada promovida por Trump y acompañada por gobernantes de la catadura de Bolsonaro, el uribista Duke, el pinochetista Piñeira y el rehen del FMI, Macri. Alcanza con ser antimperialista, incluso con ser decente.

La novedad venezolana

Detallar mecanismos de presión economica, diplomatica, financiera, paramilitar y psicologica ejercido contra la revolución bolivariana nos llevarían unos cuantos libros. Basta decir que todo el arsenal del capitalismo del siglo XXI ha estado disponible y que seguramente las estrategias para hacer chillar a la economia venezolana y desarticular el esfuerzo popular será motivo de estudio de las nuevas generaciones y base para los nuevos manuales imperiales de desestabilización de países rebeldes. Pero toda este batería de recursos de guerra de Cuarta Generación han sido aplicados en un contexto nacional e histórico que corresponde ser estudiado, para advertir las virtudes y aciertos que le permitieron sobrevivir 20 años y las flaquezas y debilidades que favorecieron el daño inducido.

La revolución bolivariana fue una verdadera sorpresa en un país que a mediados de la década del 70 era calificado por agudos analistas como Samir Amin como un territorio colonial dependiente de EEUU. Venezuela era un país donde la relación del Estado con el pueblo, por su condición de maltrato y abandono, se parecía más a los regímenes de Africa del Norte, que a cualquier país latinoamericano. Cuando ese pueblo invisibilizado, que emergió en la insurrección del Caracazo, se encontró con una vanguardia civico militar liderada por Chavez que protagonizó la rebelion de 1992, nació el chavismo.

El chavismo emerge en plena tormenta liberal de los 90, que había decretado el fin de la historia y de las ideas revolucionarias. Nace refrescando el viejo principio que confirmaron la experiencia rusa, china y cubana de que quien quiere hacer una revolución debe ocupar el Estado. Pero hay en el pensamiento de Chavez, que va refinándose con el tiempo, una identificación muy clara de las limitaciones del viejo Estado y de la necesidad de avanzar en la construcción de una nueva institucionalidad acorde con el proceso de transición al socialismo. Su primera iniciativa es 'bypassear' a los Ministerios con las Misiones Sociales, después empieza a promover las Comunas.

Mas allá de la lucidez de su dirigente la revolución bolivariana se construye con lo que existe, en un país que arrastra una herencia de cien años de una matriz petrolera exportadora con todas sus consecuencias en el pueblo. Por eso la primera tarea de la Revolucion es sacar al 60% de sus habitantes de la miseria, el abandono y la ignorancia, y la segunda, tratar de dar el salto desde una cultura de trabajo que se reduce a brindar servicios (domiciliarios, venta ambulante) a una cultura productiva.

En un marco de grandes dificultades internas la revolución bolivariana se da una activa politica de alianzas internacionales que empieza en America Latina, donde la oleada de gobiernos progresistas le brinda un terreno favorable, que permite avanzar con iniciativas como UNASUR y la CELAC. Las limitaciones de estos gobiernos ponen impedimentos que impiden avanzar con propuestas más audaces como el Banco del Sur y la construcción de una fuerza militar regional, proyectadas como trincheras de contención, en un mundo donde se imponen vasallajes por via financiera y militar.

El ultimo legado de Chavez

Hacia 2013, Chavez advirtió que el Estado burgués se había empezado ha convertir en una traba cada vez más pesada para avanzar hacia el socialismo y en su última Conferencia con los Ministros conocida como el "Golpe de Timón", poniendo blanco sobre negro, propone un nuevo desafio para el proceso revolucionario: "Comuna o Nada".

Su último legado, el Plan de la Patria, una precisa hoja de ruta para avanzar en la transición al socialismo, imbuído de la misma concepción, está pensado para ser ejecutado desde un Estado Comunal. Su preocupación no tenía motivaciones exclusivamente politicas, sino tambien económicas. Chavez advertía que los obstáculos para convertir a la revolución en un hecho irreversible, no sólo eran el peso de la burocracia del Estado y el cansancio de muchos altos funcionarios que lo acompañaron desde el principio. Tambien y principalmente era una institucionalidad jurídica y política que, entre otras cosas, conspiraba contra el desarrollo endógeno, unica posibilidad de sacudirse de la matriz rentista petrolera heredada.

Haciendo un balance adviertía que todos los errores y despilfarros, que se realizaron con la Misión Vuelvan Caras y otras apuestas para promover el desarrollo endógeno desde el pueblo, eran infinitamente menores y menos costosos que los que se cometían desde el Estado. Por eso apostó a las Comunas desde lo ideológico, lo político y lo económico y se las encomendó a Nicolas Maduro, a quien designaría como su sucesor, "como su propia vida". En la reflexión de Chávez, mucho más eleborada en los ultimos tiempos de su vida, por el aporte de teoricos muy lúcidos como Itzvan Mészaros, hay una constante que se repite en todo su pensamiento, desde que era cadete en la Escuela Militar: una enorme confianza en los "poderes creadores" del pueblo.

Este Impulso de Chávez, después de su fallecimiento, sobrevivió en el gobierno apenas dos años. La reacción provino de una fuerte coalicion de intereses que se expresó en el Congreso del PSUV de 2014, que se opuso al crecimiento del poder comunal. Se alinearon en ese bando, por un lado, la casi totalidad de los gobernadores, y por el otro, el sector militar que empezaba a manejar la economía a partir del crecimiento de la figura de Marcos Torres. Esas tendencias internas del chavismo tienen diferencias de intereses y opiniones pero comparten un acuerdo básico: no confían en el pueblo. Sobreactuando las dificultades y carencias de la conciencia popular, lo caracterizan como un sujeto que debe ser tutelado.

En esa disputa, vale la pena analizar el papel desempeñado por el Presidente Nicolas Maduro, que fue designado sucesor e impuesto por Chavez a otros líderes con pretensiones presidencialistas; heredó el gobierno, pero no las espaldas politicas de Comandante. Peor aun, habiéndose desempeñado en la Cancillería, no contaba con un respaldo territorial ni militar propio y, fallecido Chavez, su apoyo seguro se limitaba al de sus viejos camaradas de la Liga Socialista, que es un partido muy pequeño. Por eso, seguir al mando le impuso negociar permanentemente con las distintas tendencias internas, mediar, relativizar, pero no poder obviar la opinion de los vencedores en esas disputas. Digamos a favor del Presidente que, por bastante tiempo, mantuvo desde lo discursivo y desde algunas propuestas que no cuajaron, la reivindicación del papel protagónico de las Comunas.

La pérdida de rumbo del proceso bolivariano

Si hasta fines de 2014 las decisiones politicas de gobierno se tomaron en un marco de relativa estabilidad económica y social que permitía neutralizar las presiones externas sobre la moneda y el abastecimiento popular, en 2015 se produjo un giro de la estrategia imperial. Advertidos de su fracaso por cuestionar la legitimidad de la primera elección de Maduro, empezaron a concentrar sus fuerzas en la desestabilización economica del país. El escenario internacional caracterizado por un horizonte de retroceso de los valores de las materias primas que empezaba a complicar la economia de paises aliados (y proveedores de alimentos) como Argentina y Brasil, se presentaba favorable para desarrollar esta estrategia. Ese cambio de estrategia sorprendió al gobierno bolivariano estrenando su decisión de no confiar en las Comunas el desarrollo endogeno del país. Descartado el papel de las Comunas, solo quedaba el Estado, sus empresas y algunos empresarios amigos del gobierno a cargo de la tárea gigantesca de modificar la matriz rentista petrolera para crear una Venezuela productiva.

A mediados de 2015, cuando ya la guerra economica empezaba a hacer daño al abastecimiento y la moneda, se produjo una reunión pública del Presidente con los principales empresarios del país, entre ellos el dueño del Grupo Polar, Lorenzo Mendoza, cuyo significado cobrará dimensión muchos años después. En esa reunion el Presidente invitó a estos empresarios, de antecedentes golpistas y vaciadores de la economía del país, a acompañar el proyecto bolivariano. No se trataba de una mera maniobra táctica. Se trataba de una reorientación estratégica que incluía una recomposición de alianzas internas tratando de compensar el descalabro del frente internacional más cercano signado por las dificultades , y despues caída, de los gobiernos progresistas. Como me lo anticipó lucidamente un veterano compañero de la izquierda venezolana: una arriesgada pretensión de "salvar al gobierno, postergando la revolución".

La derrota electoral de diciembre de 2015 que permitió a la oposicion tomar el control de la Asamblea Nacional, y la abrupta caída de los precios del petroleo producida en 2016, profundizó esta línea estrategica de enroque de alianzas, donde el poder comunal intentó ser reemplazado por la burguesia local. Decimos intentó, porque si la parte que se cumplió fue el desplazamiento politico de las Comunas en las decisiones y protagonismo político y económico, hay una parte que no se cumplió, porque la burguesía local nunca honró los acuerdos con el gobierno, ni el gobierno ejerce poder para hacérselos cumplir.

El fallecimiento de Chavez trajo, entro otras desgracias, la pérdida de la originalidad de la revolución bolivariana. Comenzaron las malas copias, y esta apertura al capital privado es una traslación forzada del modelo chino, que obvia el dato elemental de que las posibilidades del PSUV y del gobierno venezolano de imponer condiciones al capital privado local e internacional, son mucho menores que las del PC y el gobierno chino.

Volviendo al papel jugado por el presidente Maduro en este proceso de reconversión de la propuesta del chavismo, podemos advertir que también se ha expresado en su círculo íntimo, donde ha desplazado a sus viejos camaradas de la Liga Socialista, con excepción de Eduardo Piñate, reemplazándolos por altos de funcionarios de su gobierno, que más allá de sus diferencias de origen y generacionales, expresan a sectores empresariales, o del chavismo "sifrino" (de clase media alta). En la elección de su círculo íntimo no hay imposición de fuerzas internas, sino convicciones profundas.

Como es de suponer, esta reconversión estratégica de la orientación del chavismo ha supuesto una reafirmación del papel del viejo Estado y un desmonte de la nueva institucionalidad, que sólo se considera como auxiliar (los Consejos Comunales, aún devaluados, han permitido la existencia de los CLAPS, Comités Locales de Abastecimiento y Producción). La novedaad es que en los últimos dos años ese mismo viejo Estado empieza a ceder protagonismo a las empresas privadas locales y extranjeras, beneficiadas por leyes como la de Inversiones Extranjeras y por privatizaciones. Se mantiene la caracterización sobre la ineficiencia y burocratismo del viejo Estado burgues, pero se cambian las propuestas de solución.

Lo ocurrido con las Batallas Productivas ejemplifican este cambio de postura. Frente a la evidencia de que buena parte de la capacidad de industrias vinculadas al Estado estaba deteriorada por falta de repuestos y tareas de mantenimiento, un sector de funcionarios y trabajadores del Ministerio de Industria promovieron las Batallas Productivas, que consistian en que grupos de trabajadores, de distintas industrias y con distintos saberes y capacidades tecnicas, se convocaban gratuitamente para realizar intervenciones [de mantenimiento y reparaciones] en empresas por una semana. Este modelo que crearon trabajadores de empresas del Estado Bolivar, tuvo su debut "oficial" en la empresa La Gaviota, donde volvieron a poner en marcha el sector de producción de harina de pescado. Después de este éxito ampliamente difundido en videos por las redes del pueblo chavista y algunos programas en canales oficiales, la propuesta se multiplicó, se realizaron nuevas batallas y la convocatoria a ser parte del ejercito productivo obrero, que impulsaba las nuevas batallas, llegó a reunir a dos mil trabajadores. Una de las primeras medidas que tomo Tarek el Aisammi cuando asumió el Ministerio de Industrias, fue remover a los funcionarios que habían impulsado esa propuesta y desalentar las batallas productivas con el argumento que competían con las empresas contratistas privadas de mantenimiento.

Seguramente la guerra economica y toda la inmensa maquinaria montada por el imperio y sus satelites en el plano economico, financiero, diplomático, paramilitar y comunicacional, más la caída de los precios del petróleo entre 2013 y 2016, son las principales responsables del descalabro de la economía venezolana. Pero debe advertirse que, como mínimo, los errores cometidos por el gobierno de Maduro al modificar su orientación estratégica, han contribuido a presentar flancos débiles, promoviendo el desanimo de la base popular, raleando los mejores militantes y cuadros de funciones de conducción en el Partido y el Estado y facilitando la supervivencia de funcionarios corruptos, quebrados y oportunistas.

Los números de la decadencia

El combo de guerra económica, bloqueo financiero, baja de los valores del petróleo (su principal y casi unico producto de exportación) y los errores cometidos por el gobierno se expresa en cifras que desnudan la decadencia de la economia venezolana. El país lleva 13 meses en hiperinflación, su PBI se contrajo el 15% para 2018 y según cifras de la CEPAL 44,3 % en 12 años. Las importaciones cayeron el 84% entre 2012 y2018, y las exportaciones 73%. A partir de 2017, hubo leve recuperacion de las exportaciones por el aumento de los precios de los hidrocarburos, que no ha sido mayor por la caída de la produccion del petroleo, que descendió en los últimos 12 años un 44%, segun PDVSA, y un 50% según otras fuentes.

Venezuela en los ultimos ocho años pasó a ser el pais donde los trabajadores tenian mayores ingresos en America Latina a uno de los que tienen peores ingresos. Los salarios son de entre 5 y 15 dolares por mes. En un país donde cuesta encontrar cifras oficiales, algunos analistas estiman que el sector industrial ha caído a niveles de subutilización de la capacidad instalada en torno al 80%, y la producción de hortalizas ha caído también en aproximadamente el 80%. Quizas el número más optimista es que la deuda externa consolidada es de 157 mil millones de dólares, un número exiguo en relacion a sus enormes riquezas en minerales (petroleo, oro, coltan), pero elevado en relacion a su modesto PBI.

Venezuela, desde el lado lleno de la copa

Dicen que los optimistas son los que saben valorar el lado lleno de la copa. En el caso de Venezuela en el lado lleno de la copa está en primer lugar la obstinada resistencia del pueblo para defender la paz y la supervivencia del gobierno, aún soportando condiciones de gran precariedad y de decadencia económica. Dentro de ese pueblo el papel protagónico lo han tenido las mujeres venezolanas habitantes de los barrios populares, trabajadoras, profesionales y campesinas. Han sido ellas, principalmente las que han sostenido las exiguas economias domésticas, los espacios comunitarios, los CLAPS, la defensa de la tierra y las semillas criollas. Han sido ellas las que mantienen vivos los pocos fueguitos revolucionarios que todavía arden en Venezuela e identificadas por el Imperio son los principales blancos de la guerra económica.

Debe reconocerse a Nicolas Maduro una ferrea voluntad de no rendirse. Ha conjugado en su mandato los errores comentados, con aciertos extraordinarios como la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Desde que asumió ha sido un presidente acosado en todos los frentes. En el plano local ha estado sometido a las disputas internas del chavismo, un entramado de opiniones e intereses cada vez más diverso y complejo. Tambien en el plano interno ha estado sometido a la accion terrorista de la derecha, que comprende desde el sabotaje a los servicios publicos, la promoción de guarimbas y el bachaqueo, el estímulo a la escasez y maniobras de ataque contra el peso, y una ofensiva permanente para desalentar y corromper a funcionares y militares. En el plano internacional ha estado sometido al acoso diplomático, al bloqueo de alimentos y medicinas, a la confiscación de cuentas y activos en el exterior y a una feroz campaña de demonización. Maduro hoy es un presidente maltrecho, pero sigue al mando por decisión popular mayoritaria.

Debe reconocerse a la militancia del núcleo duro chavista su enorme obstinación por seguir movilizada después de veinte años de esfuerzos, logros y decepciones. Su extraordinaria vocación por mantener la unidad política del chavismo y su decisión de no dejar avanzar a la derecha vernácula y al imperio defendiendo lo que ha quedado en pie del proceso bolivariano. Y precisando qué es lo que ha quedado en pie: es más la Patria, que la Revolución.

La epopeya bolivariana que empezó reivindicando a Simón Bolivar, tiene hoy el aspecto del Libertador cuando daba sus últimas batallas. Arrasado por los años y las traiciones, lastimada su salud, con los huesos fatigados y la mente acorralada por la incertidumbre de haber arado en el mar, pobre de vestimenta y de medicamentos. Difamado, proscripto, abandonado por muchos de quienes alguna vez dijeron ser sus amigos. Pero con aquella dignidad que sólo pueden mostrar quienes se animaron a protagonizar revoluciones, hechos extraordinarios de la historia.

16 de enero de 2018.
La Haine

 

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