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EE.UU. :: 24/06/2025

MAGA ha muerto. Trump no manda

Carlos Sánchez
El fracaso del ataque de EEUU a las tres plantas nucleares subterráneas de Natanz, Fordow e Isfahan en Irán ha sido total :: Scott Ritter: Los ataques fueron sólo un espectáculo

Desde el jueves contengo el aliento, porque el lugar al que nos encaminamos por obra y gracia del pueblo elegido y sus portavoces, es absolutamente desconocido, terreno abonado a toda clase de profecías bíblicas y demás cosmogonías del holocausto permanente. La huida hacia adelante de un Benjamín Netanyahu acosado por la corrupción y ungido por su propia miseria moral en eventual jinete del Apocalipsis, amenaza con arrastrarnos a todos a un lugar oscuro. Hoy ya tenemos varias claves que despejan alguna duda. Suponemos que en EEUU manda el complejo militar, pero de lo que ya no nos cabe ninguna duda es de que Trump no manda.

El fracaso del ataque de EEUU a las tres plantas nucleares subterráneas de Natanz, Fordow e Isfahan de Irán ha sido total. La Operación Martillo de Medianoche, anunciada a bombo y platillo por el secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Dan Caine como un éxito sin precedentes, no sólo no ha cumplido con sus objetivos declarados de acabar con la capacidad nuclear de Irán, sino que ha destruido la legitimidad del propio gobierno de EEUU, forzando además a otras potencias a posicionarse en favor de Irán.

Mientras escribo estas líneas, hemos conocido la noticia de que Rusia está planteando una cesión de cabezas nucleares a Irán. Análogamente, Pakistán ha mostrado su disposición a apoyar a la República Islámica. La legitimidad de Khamenei crece con cada ataque, proporcionalmente a la violencia balística con la que responde a la entente yankee-sionista. ¿Acaso cabía esperar otra cosa? En este sentido, resulta de enorme interés el hilo que ha publicado ayer en la red social X el Vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, Dmitry Medvedev, en el que analiza todos los aspectos de esta ruinosa operación, haciendo gala de un notable sentido de la ironía.

En primer lugar, quiero referirme al fracaso personal del propio Trump, quien se presentó a las elecciones prometiendo acabar con todas las guerras en liza. No sólo ha faltado a sus promesas de campaña definitivamente dando luz verde a este ataque, sino que además ha visto como sus bases de apoyo MAGA ('Make America Great Again') se dividen en una guerra fratricida. MAGA ha muerto, ya que sus premisas iniciales han quedado en papel mojado. Y todo ello para agradar a sus halcones y en defensa de los intereses, no ya de Israel, cuyos ciudadanos van a ser sometidos a la misma tortura que su gobierno viene procurando de manera consistente a todos sus vecinos durante décadas, sino del corrupto Netanyahu, que suma el genocidio en Gaza y el martirio de su propia gente a su nutrida lista de pecados.

A mayor abundamiento, durante las últimas semanas, hemos podido observar los bandazos de Trump con respecto de la cuestión iraní, desoyendo la información de inteligencia que señalaba la improbabilidad de que Irán estuviera desarrollando un programa nuclear militar. A preguntas de los periodistas sobre la inconsistencia entre sus declaraciones sobre la bomba nuclear iraní y la opinión de la Directora Nacional de Inteligencia, Tulsi Gabbard, Trump contestaba airado: "she's wrong" (ella se equivoca). Un nuevo clavo en el féretro de MAGA. Tulsi Gabbard, tras más de una semana guardando silencio, se descolgaba ayer viernes diciendo que habíamos malinterpretado sus declaraciones, y que el Presidente tenía razón. Gabbard eligió bañarse en el pantano en lugar de drenarlo.

Esta decisión de Trump es la guinda del pastel al fracaso de su política exterior, que ha querido usar también en clave interna. Recapitulemos: Donald Trump recibió un gran sopapo en su intento de gestionar la deuda pública estadounidense, exacerbado por su agresiva política comercial y fiscal. Es evidente que se pasó de listo, y el aura de gran negociador y hombre de negocios implacable derivó demasiado pronto en una caricatura. En abril, tras declarar la guerra comercial global en el llamado "Día de la Liberación", los mercados reaccionaron con una venta masiva de bonos del Tesoro, elevando su rentabilidad por encima del 5%, lo que encareció significativamente su financiación. La presión se intensificó por rumores de que China, segundo mayor tenedor de deuda estadounidense, estaba liquidando bonos en represalia por aranceles del 145% impuestos por Trump.

Todo ello, junto con el desplome bursátil y críticas internas, obligó a Trump a decretar una tregua parcial de 90 días en los aranceles, debilitando definitivamente su posición negociadora. El déficit federal, proyectado en 6.4% del PIB en 2024, y una deuda pública cercana al 98% del PIB, complicaron la refinanciación de casi 10 billones de dólares en 2025. La rebaja de la calificación crediticia por Moody's y el aumento de los intereses de la deuda frustraron los planes de Trump de abaratar el crédito y bajar los tipos de interés. Su estrategia, que incluía recortes fiscales y aranceles para estimular la economía, generó incertidumbre y volatilidad, alejando a los inversores y amenazando la preeminencia del dólar como moneda refugio.

Este fracaso evidenció la vulnerabilidad de su política económica ante la magnitud de la deuda estadounidense y la falta de confianza de los mercados. Una vez enterradas las esperanzas despositadas en la estrategia del matón de patio de colegio, a Trump sólo le quedaba encomendarse a la otra vía en que las ambiciones de Wall Street, la City de Londres y Tel Aviv solían saciar su codicia: la guerra, esa misma guerra con la Trump había prometido acabar.

Así las cosas, llevamos más de una semana asistiendo con pavor creciente al violento intercambio de golpes entre Teherán y Netanyahu. El balance de víctimas civiles es, como siempre, favorable a Israel en proporción de diez a uno, no así el balance en daños, ya sean materiales o estratégicos, que en lugares como Tel Aviv, Haifa o Be'er Sheva están alcanzando proporciones absolutamente inéditas en la historia del régimen sionista. Y es que nunca conviene perder de vista que los ciudadanos del ente conocido como Israel son, en su inmensa mayoría, producto de la diáspora, y del mismo modo que colonizaron la tierra de Palestina durante la segunda mitad del s. XX, siempre albergan la posibilidad de abandonar el país cuando el estado de cosas así lo propicie. Esto permite pensar que, en una eventual guerra que se prolongue durante meses, la moral entre los ciudadanos de Israel puede resultar más quebradiza dando lugar a un cambio de régimen.

Brownstone España. Extractado por La Haine.

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Scott Ritter: Los ataques estadounidenses contra Irán fueron un espectáculo y no lograron nada digno de mención

El exoficial del Cuerpo de Marines de EEUU y funcionario de la ONU, Scott Ritter, describió los ataques de Trump contra Irán como “maniobras para salvar las apariencias que no lograron nada significativo”. En una entrevista con Al Mayadeen, Ritter afirmó que Trump “puso a la comunidad internacional en una situación de amenaza con estos ataques”.

Confirmó que EEUU “ha provocado el caos internacional y ha perdido credibilidad, especialmente en lo que respecta a la idea de la no proliferación nuclear”. EEUU “no pudo asestar un golpe decisivo al programa nuclear de Irán”.

También indicó que “cualquier fin actual de la confrontación será una victoria para Teherán, no una derrota”.

Esto ocurre después de que aviones estadounidenses lanzaran ataques contra instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahán.

En la primera respuesta oficial a los ataques estadounidenses, las autoridades iraníes confirmaron el domingo por la mañana que las instalaciones dañadas no habían registrado fugas de radiación ni ninguna amenaza para la población circundante, enfatizando que la infraestructura de las instalaciones nucleares seguía siendo segura.

La Organización de Energía Atómica de Irán afirmó que realizó de inmediato las pruebas necesarias y que “no hay indicios de contaminación como resultado de los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares”.

Al Manar

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/bO6e