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EE.UU. :: 04/11/2008

Se agravan las protestas contra el gobierno peruano

Página 12 / La Haine
Después de la toma de rehenes a funcionarios en el norte, en la provincia de Tacna -en la frontera con Chile- hubo represión policial que provocó un muerto

La tregua le duró poco a Alan García. Tres semanas después del recambio del gabinete peruano, las protestas regionales volvieron a explotar en todo el país. Ayer el centro de Tacna, la provincia lindante con Chile, seguía en huelga general después de una jornada de violencia policial que llegó incluso a traspasar la frontera.

Más de mil personas pasaron la noche en las calles protestando por la nueva ley que distribuye injustamente los impuestos de las mineras de la región y bloquearon la ruta a Chile. La represión policial ocasionó una muerte, por dispro de bomba de gas lacrimógeno, ver http://www.lahaine.org/index.php?p=24775

Un día antes más de ocho mil peruanos se habían levantado en la provincia norteña de Cajamba en demanda de obras de infraestructura que el gobierno prometió, pero nunca cumplió. Al cierre todavía mantenían de rehenes a catorce funcionarios del gobierno regional.

La cuestión de fondo del conflicto en el sur del país es la ley minera. El lunes la provincia de Moquegua retomó una ya conocida demanda. Miles de personas tomaron las calles para forzar una reforma que distribuyera más equitativamente entre las provincias los escasos impuestos que retiene el gobierno central a las mineras.

Los movimientos sindicales de esa región acusaban a Lima de favorecer a las multinacionales. Se habían terminado las dos semanas de gracia que le habían prometido al nuevo jefe de gabinete Yehude Simon, un dirigente cercano a los movimientos sociales en los ochenta y noventa.

Las manifestaciones ganaron virulencia con el pasar de las horas. El martes alrededor de mil personas tomaron un puente y retuvieron durante toda la tarde a tres policías. La jornada terminó con violenta represión policial que provocó un muerto, decenas de heridos y la amenaza de radicalizar aún más la protesta.

El presidente García, quien hace menos de un mes enfrentó un escándalo de corrupción que tumbó medio gabinete, cedió y ordenó la aprobación de la reforma en el Congreso. Pero el mandatario no contó con que los mineros de Tacna, la otra provincia en pugna, también estaban listos para movilizarse.

El jueves más de tres mil personas irrumpieron en la casa de gobierno de Tacna, la saquearon e incendiaron. Inmediatamente la situación se descontroló. El alcalde de Candarave, la ciudad que bordea la frontera con Chile, denunció que los mineros habían tomado el Consulado del país vecino y algunos incluso se habían pasado del otro lado de la frontera. Más tarde, las autoridades chilenas informaron que cuatro peruanos se habían "enfrentado" con un grupo de carabineros. Están detenidos y serán deportados.

García envió refuerzos militares por la noche, pero los mineros de Tacna no paran de abrir frentes. Durante la noche atacaron los acueductos que abastecen a la provincia vecina de Moquegua. Los soldados y policías llegaron apenas para evitar que los destruyeran por completo, pero el suministro quedó limitado. Ayer, bien temprano, sorprendieron a las fuerzas de seguridad soldando barras de hierro de un metro de alto al asfalto del puente Locumba de la carretera Panamericana, que conecta Tacna con Moquegua y la costa norte de Perú.

El sábado la policía había logrado recuperar el control del puente, por donde circulan más de nueve mil autos y camiones diarios. El gobierno nacional por ahora no presenta ninguna nueva propuesta.

 

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