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Medio Oriente :: 22/01/2019

La gentrificación crece en Haifa

Jaclynn Ashly
Mientras las casas palestinas se convierten en bienes raíces de lujo

El municipio israelí de Haifa está revelando importantes planes para transformar la ciudad del norte de Israel en una Barcelona del Medio Oriente, una ciudad con una arquitectura antigua cautivadora que recuerda un pasado histórico.

Sin embargo hay un problema: estas casas pertenecían a los palestinos, la mayoría de los cuales integraban los 750.000 que huyeron o fueron expulsados de sus hogares y tierras en 1948 durante la guerra árabe-israelí que marcó la creación de Israel, conocida por los palestinos como la Nakba o "catástrofe".

Durante los primeros años del Estado de Israel los edificios, incluidas muchas residencias grandes, se cerraron y se bloquearon con hormigón y se dejaron así durante décadas. Los palestinos a menudo mantenían registros de sus obras originales y las llaves de las casas, pero nunca se les permitió regresar a sus hogares.

Otras casas fueron hasta hace poco alquiladas a palestinos por compañías israelíes que adquirieron esas propiedades palestinas en los años posteriores a la Nakba. Estos edificios decrépitos fueron a menudo descuidados hasta que la municipalidad los consideró inhabilitados para vivir y expulsó a los residentes palestinos. Ahora las casas se están convirtiendo en viviendas de lujo.

En la actualidad muchos de los refugiados de Haifa y sus descendientes residen en campos de refugiados en el Líbano y Jenin en la ocupada Cisjordania. En 1948, unos 40.000 palestinos también se convirtieron en desplazados internos dentro de las fronteras del recientemente establecido Estado israelí.

"Básicamente, están convirtiendo las ruinas de la Nakba en proyectos económicos para el mercado libre de Israel", dijo Orwa Switat, activista y urbanista residente en Haifa. Switat dijo a Mondoweiss que los nuevos proyectos del municipio en las áreas palestinas históricas de Haifa incluyen el desarrollo de “apartamentos de lujo, condominios de prestigio, un pueblo de artistas y galerías y un área comercial y de oficinas”. “Ahora el municipio está remodelando y convirtiendo este espacio para el ocio y el arte y apartamentos de lujo para gentrificarlo y convertirlo en proyectos de los que se beneficia el mercado israelí", dijo.

Wadi Salib: "Demolición de nuestra herencia palestina"

La sustitución de población golpeó a Haifa hace unos 20 años, pero al principio fue gradual. Según Jafar Farah, director del Centro Mossawa en Haifa, ese proceso ha aumentado significativamente en los últimos cinco años. El cambio en el ritmo se produjo cuando el municipio abrió más casas para vender a compradores privados, vendiendo a veces 45 casas en una sola oferta, dijo Farah. “En este caso, ningún inversionista o familia árabe puede comprar estas casas. El objetivo son las grandes empresas”, dijo, y agregó que muchos residentes palestinos de la ciudad son pobres y por lo tanto no pueden comprar las casas.

La mayor parte del desarrollo se encuentra en Wadi Salib, que era el barrio palestino más grande de Haifa antes de 1948, cuando fue despoblado de sus residentes palestinos.

En Wadi Salib, entre 2010 y 2012, 14 empresarios israelíes compraron el vecindario completo, por un total de cientos de unidades de vivienda. Las casas compradas fueron demolidas y convertidas con estructuras modernas en su lugar y las casas históricas fueron renovadas y comercializadas por su reconocida autenticidad.

Están “demoliendo nuestra herencia palestina”, dijo a Mondoweiss Johnny Mansour, un escritor e historiador residente en Haifa.

Switat señaló que Wadi Salib no es “solo un lugar de gentrificación”, sino que también es un “área palestina histórica que fue capturada, descuidada durante décadas y ahora se está sustituyendo y recreando en nuevos proyectos israelíes que no sirven a las comunidades palestinas originarias".

"Este proceso cambiará el sentido del vecindario y del centro histórico palestino de Haifa en un proyecto orientalista, donde el municipio utiliza ese estilo árabe de arquitectura y patrimonio, y luego lo despolitiza y lo neutraliza de su contexto político y desplazamiento histórico". Switat dijo.

Mientras tanto, "los actuales propietarios de las casas siguen siendo hoy refugiados en el Líbano". Según Farah, los edificios vacios de refugiados en el vecino barrio palestino de Wadi Nisnas, también en Haifa, han sido recientemente objeto de especulación.

Hadar: "Todavía recuerdo a las familias que vivían allí"

Emil Afara, de 90 años, criado en el Wadi Salib, tenía 20 años cuando las milicias sionistas expulsaron a su familia de su hogar en el barrio de Hadar, en la ciudad de Haifa. Él y su familia buscaron refugio, junto con otras 13 familias, en el Monasterio de Stella Maris, ubicado en las laderas del Monte Carmelo, a unas cinco millas de su hogar. Sobrevivieron con pan hecho con ingredientes donados por los sacerdotes en el complejo religioso, dijo Afara desde su casa en Wadi Nisnas, en el centro de Haifa, donde vive hoy. Se encuentra a poca distancia de su casa original.

“Conozco a las familias propietarias de estas casas. No es fácil. Cuando miro las casas, todavía recuerdo a todas las que vivían allí, en Haifa ", continuó Afara," es muy triste porque ya no están aquí”.

Los activistas y los grupos de derechos están desafiando esta "gentrificación étnica" en Haifa. Varias organizaciones en Haifa intentan convencer a la nueva alcaldesa, Einat Kalisch-Rotem, de incluir a las comunidades palestinas en sus planes de desarrollo y detener los proyectos económicos que destruirían la historia y el patrimonio palestino de la ciudad. Los municipios israelíes a menudo no incluyen a las comunidades palestinas en sus planes estratégicos para el desarrollo, incluso si los planes se colocan encima de los vecindarios palestinos o en ciudades con poblaciones palestinas importantes. A menudo los residentes palestinos se dan cuenta de los planes del municipio solo después de que se implementan.

Afara, sin embargo, no tiene mucha esperanza de que los planes del municipio cambien. “Los vi quitarnos las casas. Se las dieron a los judíos o las bloquearon para que sus dueños nunca pudieran regresar ", dijo. "Ahora las están demoliendo y algunas de nuestras hermosas casas [palestinas] se están renovando y vendiendo". "Israel nos ha quitado todo", dijo.

En Haifa, de los 75.000 residentes palestinos, solo 3.000 permanecieron en la ciudad después de 1948. Según el historiador Mansour, durante los combates, los palestinos fueron empujados a Wadi Nisnas, donde fueron puestos bajo sitio durante unos dos meses, sin poder salir del área a menos que recibieran un permiso especial de las autoridades.

"Los que se quedaron en Wadi Nisnas perdieron todas sus propiedades en beneficio del Estado israelí", dijo Mansour. "Se convirtieron en extraños en su propia ciudad". Mansour agregó que los propietarios palestinos originales, algunos de los cuales aún se encuentran dentro de los límites de Haifa, están "muy asustados y conscientes de lo que está sucediendo con sus propiedades".

Después de que Israel aprobase la Ley de Propiedad de los Ausentes en 1950, las propiedades de los refugiados palestinos y de los desplazados internos, a los que se hizo referencia como "presentes ausentes", se transfirieron al Custodio General de Israel.

Amidar, una empresa de vivienda estatal, fue creada por Israel y se encargó de administrar estas propiedades. En 1953, Israel aprobó la Ley de Adquisición de Tierras, lo que permite al estado utilizar estas propiedades y activos confiscados para el asentamiento judío, el desarrollo y los intereses militares y de seguridad israelíes.

Este fue el último paso para "completar el proceso de transferencia formal de propiedad de tierras confiscadas [palestinas]", dijo Switat, allanando el camino para que los barrios históricos palestinos se transformen en emprendimientos económicos rentables para las empresas privadas israelíes y el Estado.

Barcelona estilo israelí

Un plan importante para el municipio de Haifa es desarrollar el área costera para crear un puerto turístico similar a Barcelona. Este proyecto se llama "línea de costa de Haifa", dijo Switat a Mondoweiss , y resultará en el desalojo de todo un vecindario palestino.

El proyecto a desarrollar consiste en mover el puerto, que ahora está desconectado de la ciudad, al este de la ciudad de Haifa. A lo largo de este proyecto, los residentes del barrio de al-Mahatta, ubicados cerca del puerto, están siendo desalojados y sus casas demolidas para dar cabida a 700 apartamentos de lujo y una zona turística que incluye bares, restaurantes y hoteles.

El barrio de al-Mahatta, según Switat, es uno de los barrios palestinos más antiguos de Haifa, que representa los orígenes de la ciudad. Muchos de los residentes en al-Mahatta fueron desalojados bajo el pretexto de que sus casas eran "demasiado peligrosas" para que pudieran seguir viviendo en ellas, debido a que Amidar, que es propietaria de casi la mitad de las casas en al-Mahatta, no puede reparar o mejorar los edificios, dijo Mansour. La compañía luego usa el estado ruinoso de los edificios como una excusa para expulsar a los residentes.

Mientras tanto, otros fueron desalojados después de perder sus derechos de tenencia protegidos, lo que les había permitido vivir en las casas por un alquiler fijo y reducido. Estas políticas en la ciudad están "creando una realidad en la cual las personas [palestinas] están siendo expulsadas lentamente de sus barrios históricos", dijo Switat. Según Mansour, de los 600 apartamentos en el barrio, solo 28 permanecen en pie.

Comienza con los artistas

Los municipios y el Gobierno de Israel han implementado la gentrificación en la ciudad de Haifa y en otras áreas urbanas palestinas en Israel, particularmente en Jaffa y Akka. Jaffa fue una de las primeras áreas urbanas palestinas en sufrir grandes transformaciones. El Gobierno israelí comenzó a destruir hogares palestinos y desalojar a familias a partir de la década de 1960, explicó Switat.

Desde 1949 hasta 1992 fue ilegal que los palestinos repararan las viviendas construidas antes de que Israel se declarara un Estado en 1948, lo que obligó a los palestinos a vivir en unidades donde la falta de reparaciones hizo que no cumplieran las normas de habitabilidad.

Al igual que los planes para Haifa de hoy, la ciudad de Tel Aviv aprobó un plan de renovación urbana en 1992 que atendía a los israelíes que buscaban comprar y renovar casas cuyo precio estaba fuera del alcance de la mayoría de los palestinos. El plan no contemplaba ningún alojamiento específico para los palestinos que alquilaban casas en propiedades en ausencia. Además creó términos engorrosos para los palestinos que heredaron casas en Jaffa.

En 1996 Israel aprobó una política que legalizó la venta de todas las casas restantes de los palestinos ausentes. Esto creó una liquidación inmediata. Más de 900 casas cerradas pertenecientes a refugiados palestinos en Haifa, Jaffa y Akka fueron privatizadas y vendidas en subastas entre 2010 y 2015, dijo Switat.

Como resultado de este proceso de gentrificación, "Jaffa hoy ya no es palestina", dijo Switat. En Jaffa, este mismo proceso de sustitución está casi terminado, transformando la histórica ciudad palestina en un rico barrio israelí. Switat dice a Mondoweiss que los artistas israelíes son a menudo los "pioneros" de esta "gentrificación étnica" en las áreas históricas palestinas en Israel.

“Los artistas son los que están dispuestos a vivir en edificios que están en mal estado, donde pueden convertirlos en una galería de arte. Y luego crean una cafetería y después restaurantes”, dijo. "Ellos comienzan el movimiento a través de festivales para atraer a los estudiantes y parejas jóvenes de clase media que se sienten atraídos por ese tipo de ambiente cultural "autóctono" que crean los artistas".

En un proceso similar, "la identidad palestina de la ciudad [de Haifa] se está revirtiendo y reformando en beneficio de la narrativa sionista hegemónica", señaló Switat. La ciudad de Haifa fue fundada hace unos 250 años por Daher el-Omar, un palestino que gobernó Galilea durante el Imperio Otomano. Sin embargo, la historia palestina de la ciudad no existe en los espacios públicos de Haifa. "En Haifa, tienes museos para exhibir arte japonés, pero no puedes encontrar una exposición que describa la historia palestina de la ciudad", dijo Switat.

Este proceso de gentrificación, agregó Switat, tiene como objetivo "borrar la narrativa palestina" de la ciudad.

Mondoweiss. Traducido del inglés para Rebelión por J. M. Extractado por La Haine.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/bQ0P