Donald Trump planteó tres ejes básicos con relación a Medio Oriente, en su campaña presidencial: la alianza con Israel, la lucha contra el "terrorismo" y la retirada de las tropas de Siria y Afganistán. Esto se ha cumplido de forma rápida y tardía.
En cuanto a lo que hemos calificado como forma rápida se encuentra: el apoyo irrestricto y sin límites a las acciones de la extrema derecha israelí, manifestado en:
Daría risa, si no fuera tan trágico, que Trump considera un logro el traslado de la embajada de EEUU a Jerusalén, lo que obvia la consecuente legitimación de la postura israelí de asumir esa ciudad como su capital, pues expresa que eso resuelve un problema que ya no se debe negociar entre las partes (israelíes y palestinos). Además, como ya Israel cumplió ese objetivo, debe hacer algo “que le plazca al otro lado”, o sea a los palestinos.
En cuanto a la lucha contra el terrorismo, el rápido cumplimiento de este objetivo no ha sido contra el autodenominado Estado Islámico (EI), sino hacia Irán, calificado por Trump como el terrorista número uno del área. Uno de los pasos más controvertidos fue abandonar el acuerdo nuclear con Irán, anunciado en mayo de 2018.
Esta acción no sólo evidenció el cambio de paradigma de esta administración y la ruptura con respecto a su predecesor en un ámbito medular para mantener dinámicas que pudieran lograr cierta estabilidad en Medio Oriente; sino que ha generado contradicciones con sus aliados europeos, así como ha aumentado las que ya tenía con sus oponentes: Rusia y China. Ello ha contribuido al fortalecimiento de las relaciones entre estos dos últimos y ha evidenciado los resquicios entre los países europeos garantes del acuerdo y su principal aliado: EEUU.
Convoy del Ejército de EEUU viaja por una carretera junto a la frontera entre Siria y Turquía.
Paralelamente, la lucha contra el terrorismo, específicamente, contra el autodenominado Estado Islámico se había mantenido como bandera de Washington para permanecer en la región. En ese escenario, “Trump tomó al mundo por sorpresa el pasado 19 de diciembre, cuando recurrió a Twitter para dar por derrotada a la facción del EI que opera en Siria y asegurar que el ejército estadounidense abandonaría la zona”[4]. Paralelamente, se planteó el retiro parcial de EEUU de Afganistán, o sea 7 mil militares, la mitad de los 14 mil que tiene desplegados en ese país.[5]
En cierto sentido, estas dos últimas acciones no deberían ser una sorpresa. El presidente Trump había criticado durante mucho tiempo las guerras legadas por sus antecesores. Sin embargo, la retirada, al igual que la intervención, requiere un plan, una estrategia o un marco en el que se ubiquen las acciones de Washington. El hecho concreto es que el presidente Trump no la tiene. Es más, poco después planteó que no había dicho cuándo se retiraría.[6]
Según la agencia turca Anadolu, que cita fuentes locales, la noche del 4 de febrero los camiones pasaron por el puesto de control de Simelka en la frontera entre Irak y Siria, y el 5 de febrero –día que Trump pronunció el segundo discurso del Estado de la Unión– llegaron a los centros logísticos de EE.UU. en los distritos sirios de JarabIshk y Sirrin, que están bajo el control de formaciones estadounidenses y kurdas, en Siria.[7]
El presidente de EEUU, Donald Trump, en el discurso sobre la unión el 5 de febrero.
En dicha alocución,Trump mantuvo los hilos esenciales de sus líneas de campaña, expuso sus logros, que se resumen a continuación:
Con gran rimbombancia y demostrando una falta de memoria histórica de su propio país estableció que: “las grandes naciones no pelean guerras interminables”, y mientras el ejército de los EEUU continúa trabajando con sus aliados para destruir los restos de la organización terrorista del Estado Islámico, dijo que “es hora de darles a los valientes guerreros de EEUU en Siria una cálida bienvenida a casa”.[8]
En la práctica, aún no se retira, por demás, el presidente estadounidense obvia un pequeño detalle, las acciones esenciales contra el EI han sido llevadas a cabo por los Ejércitos de los países de Siria e Irak, donde se incluye la resistencia de los kurdos, así como Hezbollah, Irán y Rusia.
Cuando hizo el balance de casi 19 años de “lucha en el Medio Oriente”, dijo, “Casi 7 mil soldados heroicos perdieron la vida en Afganistán e Irak. Más de 52 mil soldados se hirieron gravemente y gastamos más de 7 billones de dólares en el Oriente Medio”[9]. Dos años antes, cuando oficializó su candidatura presidencial expresó:
“Irak es un caos (…), “Irán está en la senda de las armas nucleares. Siria está envuelta en una guerra civil y en una crisis de refugiados que amenaza a Occidente. Después de 15 años de guerras en Medio Oriente, después de miles de millones de dólares gastados y miles de vidas perdidas, la situación es peor que nunca”.[10]
El magnate estadounidense descalificaba la actuación de EE.UU. hacia esa área. Parecía que su proyección variaría; sería más objetiva. Trump fue elegido presidente con la promesa de replegar al máximo las tropas estadounidenses en el exterior. Dos años después, solo había anunciado el retiro de Siria y Afganistán.
Sobre el gobierno Iraní señaló que “para garantizar que esta 'dictadura' corrupta nunca adquiera armas nucleares, retiré a EEUU del desastroso acuerdo nuclear de Irán. Y el otoño pasado aplicamos las sanciones más duras jamás impuestas a un país.” Trump también calificó a Irán como “el principal patrocinador estatal del terrorismo”.
La implementación de la política exterior del magnate estadounidense ha estado acompañada por la agresividad en el discurso hacia determinados países, la defensa a ultranza de su aliado más importante, Israel; la ruptura de acuerdos previos y el irrespeto hacia el sistema multilateral y el hacer a mi manera.
La política de Trump lleva a un primer plano contradicciones de enemigos históricos en el área: Israel-Irán y Arabia Saudita-Irán. Como se observa, son países que clasifican como potencias medias que, por demás, tienen alianzas no solo a nivel regional, sino también a nivel internacional, lo que se revierte en eventuales aumentos de enfrentamientos y violencia en la región.
No solo apoya a Tel Aviv, con el endurecimiento de todas las formas y medidas contra los palestinos que viven en Israel y en los territorios ocupados; sino también en la necesidad de garantías máximas al primero, al tiempo que demoniza a Irán, al que califica como patrocinador del terrorismo y enemigo número uno de Israel que, en primera instancia, legitiman todas las acciones de este último bajo el pretexto de su autodefensa.
La práctica de todo para Israel todo contra Irán, impacta a nivel regional y mundial. En el primer caso, Siria es el ejemplo más elocuente. Con independencia de los avances hacia la paz en dicho país, Israel bombardea constantemente ese territorio; el pretexto es la cercanía de las fuerzas iraníes y que Bashar Al Assad es aliado de Teherán.
También Arabia Saudita refuerza su postura en contra de su histórico enemigo y, de igual forma, tiene el pretexto para justificar cualquier acción para defenderse, ya no sólo contra Teherán, sino contra todo aquel que considere que sea aliado del país persa. Ya hemos observado la muestra de ello en la agresión a Yemen y las terribles consecuencias para la población de este país.
En ese escenario, el quehacer del magnate estadounidense ha aumentado las contradicciones y la situación de volatilidad de la región, donde se conjugan los conflictos “estructurales”, históricos y los actuales, donde el factor exógeno ocupa un lugar destacado.
¿Hasta qué punto la política de Trump ha constituido una ruptura con respecto a la de sus antecesores?
¿Cómo ayuda la política de Trump a contrarrestar la creciente influencia de Rusia y la RPCH en la región? ¿Y qué señal envía a los aliados de EE.UU. en cuanto a la seriedad de los compromisos asumidos? ¿Qué impacto ha tenido en el sistema de alianzas en la región? ¿Serán sus aliados regionales los que deban desempeñar un papel protagónico? ¿Ha perdido EE.UU. espacio en el área? ¿Está en condiciones de recuperarlo?
Estas y muchas otras interrogantes se abren ante la cada vez más complicada realidad del área mesoriental. Una región donde no solo los actores regionales esperan lograr el protagonismo, sino donde la puja de los poderes mundiales se expresan de variadas formas en aras de reforzar su presencia.
Notas:
[1]Juan Carlos Sanz: Israel reactiva la expansión de los asentamientos, que se ha multiplicado por cuatro con la presidencia de Trump. Jerusalén 25 AGO 2018 .
[2]Para leer palabras de Trump en el acto, consultar aquí: Sarah Begley Marzo 21, 2016
[3]Entre los donantes individuales que concedieron fondos a su campaña, pocos fueron tan importantes como el magnate de los casinos, SheldonAdelson, que aportó 35 millones de dólares a la candidatura de Trump y otros grupos que la apoyaron. Iñigo Sáenz de Ugarte: Trump concede a la derecha israelí el triunfo sobre Jerusalén que esperaba desde 1980. 06/12/2017 – 21:26h
[4] Redacción BBC News Mundo: Por qué los kurdos son un nuevo foco de tensión entre EEUU y Turquía y cómo esto puede afectar a Siria, 10 enero 2019
[5] Según la mayoría de los medios en EE. UU., Trump tomó la decisión pese a las fuertes objeciones de sus principales asesores de seguridad nacional y sin siquiera consultar con sus principales aliados en el exterior o simpatizantes en el Congreso. Quizá la más contundente de todas fue la del secretario de Defensa, James Mattis, quien presentó su renuncia irrevocable en señal de protesta: Sergio Gómez Maseri, 23 de diciembre 2018. ¿A qué juega Trump con la retirada de tropas de Siria y Afganistán?
[6] Jonathan Marcus, Corresponsal de Seguridad y Defensa: Donald Trump y Medio Oriente: por qué causa preocupación la “errática” política exterior del mandatario (y qué implica la renuncia de su secretario de Defensa), 21 diciembre 201, 21 diciembre 2018
[7]Javier Benítez: Trump y su discurso del Mal Estado de la Unión, 07.02.2019
[8] Erich Allende: Trump en el discurso del Estado de la Unión: mi administración reconoció la verdadera capital de Israel,Feb 6, 2019,
Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3555551/0/mejores-frases-discurso-trump-estado-union/#xtor=AD-15&xts=467263
[9]Discurso del “Estado de la Unión” de Trump06.02.2019 ~ 08.02.2019http://www.trt.net.tr/espanol/mundo/2019/02/06/discurso-del-estado-de-la-union-de-trump-1140085
[10] Patrick Healy yJonathan Martin, Con un discurso sombrío, Donald Trump oficializó su candidatura presidencial, 22 de julio de 2016.
Cubadebate