Recientemente, en varias dependencias del gobierno federal y de gobiernos locales, la parte más vulnerable de la base de los trabajadores del Estado se ha visto afectada ante los despidos, recortes salariales e incremento en la contratación de personal “eventual” (por cierto, trabajadores que no gozan de ninguna garantía laboral). Bajo el plan de austeridad republicana del nuevo gobierno, uno de los objetivos del sexenio es prescindir de 222 mil 515 trabajadores.