Nativa o extranjera, la misma clase obrera

En estos tiempos difíciles, inmersos en una de las crisis económicas del capital más salvajes, es fácil olvidarse de quienes son los culpables de esta crisis, ya que sus medios de información nos pueden hacer dudar, pero lo que no pueden lograr es hacernos pensar, que la crisis y nuestros problemas de tan altísimas cotas de desempleo es debido a los trabajadorxs inmigrantes, es mentira, y aquellos que incitan a estos pensamientos no solo están fomentando la división de la clase trabajadora, sino que están alimentando la llama del racismo y la xenofobia.
Los movimientos migratorios no aparecen de forma casual en la sociedad capitalista, y muchos menos de la noche al día, sino que son consecuencia del capitalismo. Son consecuencia directa de la imposición a nivel global del modelo económico neoliberal por parte del imperialismo. Modelo económico que precisa de grandes cantidades de mano de obra barata, que encuentra en los países que previamente ha sometido a un continuo expolio y destrucción de las economías de subsistencia. Motivo por el que a muchos trabajadorxs no les queda otro remedio que inmigrar con todo el sufrimiento, dolor e incluso costes que tal decisión genera, y que en muchas ocasiones pagan incluso con su vida.
Una vez que llegan al “paraíso”, rápidamente el capital les deriva sectores de la economía más vinculados con la economía negra, como es la construcción, o a sectores más precarizados como la hostelería, el trabajo agrícola, etc., donde la resistencia y la movilización obrera es aún menor.
Es evidente que los únicos que ganan son los empresarios y patronos desalmados, que multiplican sus ganancias con mano de obra barata y sobreexplotada, y además de forma inteligente enfrenta a los trabajadorxs nativos y extranjeros, para evitar una temida unidad obrera que cuestione el modelo económico y la sociedad capitalista.
Por estos motivos nos parece bochornoso que el próximo sábado 4 de abril la subdelegación del gobierno (del PSOE) permita la celebración de una manifestación racista y xenófoba en el barrio de la Rondilla en Valladolid, barrio caracterizado por la alta presencia de trabajadorxs inmigrantes, barrio que se caracteriza por la tolerancia, la integración, y el desarrollo de la multiculturalidad, en definitiva en un barrio obrero.
Permite a una organización, que por vergüenza no voy a citar, a que se manifieste en la Rondilla, ensalzando la violencia, el racismo y la xenofobia.
Es curioso que algunos hablen de memoria histórica, y se hayan olvidado ya que apenas dos años un militar miembro de esta organización mientras se dirigía a una convocatoria similar en Madrid, apuñalo y asesinó cobardemente a un joven de 16 años, Carlos Javier Palomino(11-11-2007), convocatoria a la cuál iba armado con un gran machete.
Son razones suficientes para mostrar nuestro rechazo a dicha convocatoria, razones suficientes para señalar a los cómplices de tales actitudes, y ha llegado la hora de que todos los trabajadores, de aquí o de allá nos unamos, y frenemos a estos ideólogos de la violencia racista, y del fascismo, es hora de que señalemos a los auténticos culpables de la actual crisis y se la hagamos pagar.

El inmigrante no es el culpable, el único responsable es el capitalista.
Carlos, hermano: nuestra lucha, el mejor homenaje.
Fuera fascistas de nuestros barrios.
La crisis que la paguen los capitalistas.

Jesús B.S