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Nacionales PP.Catalans :: 18/10/2004

Amenazado de desalojo el CSO Pati Blau: Dónde hay disidencia siempre hay represión [cas, cat]

CSO Pati Blau
Barcelona.- En lo que llevamos de año se ha incrementado la ofensiva contra los espacios liberados y centro sociales okupados tanto por el número de desalojos como por los años que estos centros sociales llevaban funcionando. Ahora le toca al CSO Pati Blau.

Afrontamos el desalojo aburridas de la rutina de los desalojos, aburridas de los escritos que nos anuncian otro desalojo, aburridas de l"especulación, aburridas de la "justicia" injusta, aburridas de los corruptos que monopolizan la política, ... Porque la rutina de los desalojos rompe los proyectos que llevan a cabo desde los centros sociales tenemos que romper la rutina de los desalojos.

Seis años de ocupación.

Desde la asamblea del CSO Pati Blau se pretendía y se pretende llevar a cabo de forma autogestionada proyectos que responden a diferentes luchas sociales o, simplemente, de aprendizaje que, nos realicen tanto de forma individual como de forma colectiva. El CSO Pati Blau es la continuación, ampliación y maduración de un proyecto iniciado en el CSO El Salt que fue desalojado en l"año 1998. Así, diferentes colectivos que necesitaban un espacio para poder llevar a cabo sus luchas okuparon a principios de diciembre de 1998 la finca situada en C./ Rubió y Ors nº1-3 .

Este había sido un espacio emblemático en Cornellà de Llobregat. En los años sesenta-setenta, los vecinos y vecinas de nuestra población (es decir, nuestros padres y madres) y de las ciudades de alrededor alquilaban este espacio para hacer sus "guateques". Hasta que se abrieron otros centros de ocio en la comarca se mantuvo como punto de encuentro para gente de diferentes poblaciones. A los años ochenta empezó el declive de este espacio, puesto que sólo funcionaba como bar. La última persona responsable del local lo fue descuidando hasta que el Pati Blau fue cerrado. Y así se sumió en quince años de abandono, transformado en una madriguera de ratas y un vertedero de runa, mientras esta finca era objeto de la especulación.

Con la reapertura de esta casa, l"asamblea del CSO Pati Blau recuperó un espacio emblemático, dándole vida y recuperando un local dónde personas del pueblo y de otras poblaciones puedan llevar a cabo sus proyectos. Las actividades se realizan a precios populares, cuando no son gratuitas, para facilitar el acceso al máximo número de gente posible. Desde los centros sociales tenemos el objetivo de dar y darnos una alternativa, a la mercantilización de la cultura y explorar y difundir nuevas formas de expresión lejos del elitismo de la cultura oficial.

En los más de cinco años de okupación el espacio ha estado utilizado de forma permanente por colectivos antifascistas (RAK), contra-culturales (Herejía), de contra-información (Korneinfoyà y La destraleta), de malabares, grallers y castellers. Además de otros que lo han utilizado de forma puntual para realizar asambleas, charlas, encuentros de colectivos, fiestas, conciertos, exposiciones, obras de teatro, danza, ... lo que ha permitido difundir sus actividades y luchas (antifascistas; de solidaridad con otros pueblos: Nicaragua, Burkina Fasso, Cuba, Euskal Herria, Venezuela, el Perú, Irlanda...; anti-sexistas; anti-represivas; contra la explotación laboral; por la lucha de los inmigrantes; contra la especulación y por la defensa del territorio; y un largo etcétera). Todos tienen en común su lucha contra el pensamiento único y el continuo intento de liberarnos de la opresión en todas y cada una de sus formas.

Dónde hay disidencia siempre hay represión.

Este Estado se encarga de aniquilar las voces disidentes que cuestionan y se enfrentan a todos sus abusos de poder. Ellos utilizan todas sus armas: la "justicia", la policía, los medios de comunicación...

Todo desalojo supone la pérdida de un espacio dónde llevar a cabo proyectos, mientras la policía toma el barrio con un dispositivo desproporcionado tanto de antidisturbios como de la brigada de información (especializada en el espionaje y la represión silenciosa de los movimientos sociales) se dedican a hacer masivas identificaciones a las personas que se quieren solidarizar en la defensa de los espacios liberados o a los vecinos y vecinas. El Estado pone todos los recursos que tiene a su alcance (con dinero público) al servicio de los propietarios del edificio que durante quince años lo han abandonado. Con esto convierten el barrio en territorio de guerra con policías armados y secretas encapuchados en todas las esquinas, perturbando la tranquilidad del barrio, sin tener en cuenta si hay escuelas cerca.

Pero esto no es sólo un ataque al Pati Blau ni a la okupación sino un ataque a una herramienta de lucha contra el pensamiento único preestablecido. Por esto nos negamos a perder este proyecto y practicaremos la legítima autodefensa por todos los medios que creamos necesarios para evitar el desalojo. Más allá de la crítica a la especulación defendemos las okupaciones como medio para difundir y apoyar las diferentes luchas que en ellos se expresan y que de otra forma no tendrían espacio en la sociedad del consenso obligado. Defendemos las okupaciones contra todos aquellos que precarizan nuestra existencia.

Aunque estamos pendientes de la resolución de un recurso que nos puede dar el aplazamiento de un mes convocamos a una concentración contra el desalojo: JUEVES 21 DE OCTUBRE A LAS 9h. EN EL CSO.PATI BLAU

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/oW9