1973, el diez de septiembre las fuerzas de la marina y de carabineros toman la ciudad de Valparaíso. En la madrugada del día 11, el prefecto de la ciudad, Luis Gutiérrez, llama a Jorge Urrutia (subdirector de Carabineros) para avisar de lo ocurrido. Urrutia se lo comunica inmediatamente al presidente Salvador Allende que pide buscar a Leigh y a Pinochet (el segundo tras Prats en la jerarquía de las fuerzas armadas). No dan con ellos.
Salvador Allende, armado con un fusil regalo de Fidel Castro, se dirige a La Moneda y allí permanece con un grupo de colaboradores cercanos. En su primer discurso llama al pueblo chileno a la prudencia creyendo además que solo la marina se había levantado. A las 8 y 48 se produce la primera proclama militar que exige a Allende la entrega inmediata del gobierno a cuatro militares: Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza.