Pepe Gotera y Otilio niegan ?rotundamente? que sean ellos los diseñadores de la refinería Balboa

Ya está de vuelta. Y como si en el camino hubiese sufrido una transformación metafísica que le hubiese concedido el poder de la adivinación, D. Santiago Lavado, alcalde de Los Santos de Maimona, a su regreso de Madrid, asegura que la refinería estará funcionando en el plazo de cuatro años y que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del Ministerio de Medio Ambiente será positiva y se conocerá a finales del presente año. Estos políticos profesionales no tienen futuro como oráculos. Recuerdo cuando en el año 2004, ya ha llovido desde entonces, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, afirmaba convencido que “En tres años y medio, es decir para finales de 2008, la refinería Balboa, estará en disposición de producir”. Tampoco acertó el actual presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara cuando en abril de 2009, mostró su confianza en que "antes del verano" el asunto de los trámites pendientes del proyecto de la Refinería Balboa, "quede resuelto", ya que "de lo contrario", tendría que "adoptar otras decisiones en defensa de los intereses de Extremadura". Lo dicho, menos mal que no se tienen que ganar la vida echando las cartas.

El Sr. Lavado solicitó en mayo una reunión con la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, para pedir información respecto al estado del proyecto de Refinería Balboa. "Espero que la Ministra sea sensible a esta petición", decía el acalde confiado. Pero como la Ministra no le contestó, el edil en la manifestación que organizó en su ciudad el sábado 19 de junio, ante un número indeterminado de asistentes, dio una semana de plazo a la Ministra para que le diese cita; añadiendo que, si no lo hacía, viajaría a Madrid con un grupo de vecinos. Me sonó a: “le voy a hacer una propuesta que no va a poder rechazar”. Y dicho y hecho. En la puerta del Ministerio se presentó nuestro valiente héroe para forzar a la Ministra a que lo recibiese. Una verdadera pena que no se encontrase en España. Pero no pasa nada, el enfurecido Alcalde obligó al gabinete de la Ministra a recibirlo. ¡Faltaría más! Menudo es el Sr. Alcalde cuando se enfada. Tres reuniones “de trabajo” fueron necesarias para informar al edil. Y eso que los que le informaron no eran técnicos, pues según el Sr. Lavado nada tienen que decir en el proyecto, que es una cosa política.

Viene contento ya que, según dice que le dijeron, el proyecto solamente tiene pendiente la presentación de un estudio de emergencia. No deja de parecer un chiste que un proyecto que se inició hace alrededor de seis años y en el cual se han invertido más de 50 millones de euros, carezca de un plan de emergencia. Sin embargo, para este viaje no hacían falta alforjas, con solo visitar la página web del Ministerio podría haber comprobado que el proyecto tiene que entregar tres solicitudes de información, y no una como afirma, de las seis que desde febrero de 2009 le ha formulado la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental.

El Sr. Lavado, como otras veces, no perdió la ocasión para insultar a las personas que estamos en contra del proyecto. Sobre todo nos acusó de mentir. Y añadió; “yo pienso que son las petroleras las que están detrás de los ecologistas”. En fin que, para el Alcalde, somos unos mentirosos vendidos a las multinacionales del petróleo. Lo que hay que oír.

Tengo el total convencimiento de que si este proyecto dependiese de la Junta de Extremadura o incluso del Gobierno de España (termino muy de moda últimamente), ya se habría iniciado. Las leyes en España sólo se aplican cuando los que gobiernan quieren que se apliquen. El tan cacareado estado de derecho no es más que una entelequia en nuestro país. Menos mal que en este, como en el tema de la economía, nos están tutelando, guiando desde fuera. No son pocos los organismos internacionales que se muestran preocupados por los terribles efectos que puede tener, y de hecho ya ha tenido, el proyecto. Desde Bruselas, que tiene un procedimiento de información abierto, pasando por la ONU, que está tratando una denuncia por incumplimiento del Convenio de Arrhus, Portugal, que se niega a que la refinería de petróleo contamine el rio Guadiana y el embalse de Alqueva. Y a todos ellos se ha venido a sumar la UNESCO que solicita que el Estado Español le remita a la mayor brevedad posible la Evaluación de Impacto Ambiental de los oleoductos y del incremento de tráfico de petroleros en Huelva. Pide además que presente al Centro del Patrimonio Mundial un informe, antes del 1 de febrero de 2011, sobre la situación de los proyectos de la refinería de petróleo Balboa.

Pero no solamente desde el punto de vista medioambiental es inviable el proyecto. Como demuestra el “ANÁLISIS SOCIOECONÓMICO DEL PROYECTO DE LA REFINERÍA BALBOA” realizado por el Profesor Roberto Bermejo, que es ingeniero industrial, doctor en Economía y profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad del País Vasco, pues entre otras cosas, mantiene que la realización del proyecto costaría alrededor de 7.500 millones de euros. Les recuerdo que la Junta tendría que aportar el 20% del total, esto es 1.500 millones de euros. ¿De dónde va a sacar la Junta esa cantidad de dinero? ¿Cuánto nos costaría este capricho a cada extremeño?