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Brasil :: 30/10/2010

Elecciones en Brasil: una puesta en perspectiva

Charles-André Udry
Mañana segunda vuelta :: Por un debate en la izquierda, más allá del "lulismo"

El 4 de octubre de 2010, la corresponsal del periódico argentino Clarín, titulaba así su artículo sobre los resultados de las elecciones en Brasil. "Un resultado que no hace sino alargar la agonía de la oposición" a Lula.

La candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff ha reunido 47.648.171 votos, es decir el 46,9%. El candidato oficial de una fracción de la burguesía José Serra (PSDB- Partido de la Social Democracia brasileña) ha obtenido 33.130.316 votos, es decir el 32,61%. Hay que señalar que sectores enteros de la burguesía encuentran a Lula y "su" candidata (Dilma) completamente convenientes para los intereses del capital.

Marina Silva, ex -ministra del Medio Ambiente de Lula, patrocinada por un gran capitalista vendedor de productos de belleza bio, ha obtenido 19.635.951 votos, es decir el 19,33%. Por otra parte, Marina Silva jamás ha afrontado directamente factores mayores de la alteración del "marco ecológico", como la política de la agroindustria (política gubernamental de apoyo a la producción de soja para la exportación a China, el desarrollo de la ganadería extensiva, etc.). El resultado, parcialmente inesperado en el PT, de Marina Silva es también el producto de una reacción frente al "bipartidismo" mediático: Serra-Rousseff. En fin, hay que recordar que Marina Silva -igual que Heloísa Helena (ex-candidata presidencial en 2006 del Frente de Izquierda que integraban el PSOL, el PSTU y el PCB)- desarrolló una posición muy conservadora y opuesta a la despenalización del aborto. El aborto ilegal condena a muerte o a enfermedades graves a miles y miles de mujeres en Brasil; esto es debido a múltiples razones: entre otras, sociales (pauperización) y propias a relaciones brutales de opresión de sexo.

El PSOL (Partido Socialismo y Libertad) presentaba a Plinio Arruda Sampaio en las elecciones presidenciales. Un hombre íntegro, de origen católico de izquierdas, especialista de la reforma agraria y de una cierta edad (80 años). Ha reunido 886.616 votos, es decir el 0,87%.

El PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado) presentaba la principal figura de Conlutas, un sindicalista muy respetado que participó al comienzo de los años 1980 en la creación de la CUT (Central Unitaria de los Trabajadores, independiente del régimen) en Sao Paulo: Zé María. El hecho de que sea la figura emblemática de Conlutas (Coordinación Nacional de Luchas) suscitó, ciertamente, una "dificultad" como consecuencia del fracaso de la fusión sindical de junio de 2010 (ver el artículo de Ernesto Herrera en Correspondencia de Prensa, 16-6-2010). No ha reunido más que 84.609 votos (0,08%), a pesar de la inserción militante efectiva del PSTU en el conjunto del país.

El PCB (Partido Comunista Brasileño) presentaba a Ivan Pinheiro. El PCB recogió 39.136 votos, es decir el 0,04%. En cuanto al PCdB (Partido Comunista de Brasil) de origen maoísta -a imagen de numerosas fuerzas e individuos salidos de esa corriente políticamente lobotomizada-, aportó su apoyo directamente a Dilma Rousseff. El PCdoB tiene una relación de alianza subalterna con el PT de Lula. El PCO (Partido Causa Obrera) - organización que tiene relaciones con la organización de Argentina PO (Partido Obrero, cuyo portavoz más conocido es Jorge Altamira)- consiguió: 12.206 votos, el 0,01%.

Dicho de otra forma, la victoria de Lula da Silva -que tenia en sus manos y en sus brazos a Dilma Rousseff- no ha sido inquietada por la "izquierda radical". Esta última no ha podido poner en dificultades el nuevo lugar político ocupado por Dilma Rousseff. El conjunto de la "izquierda radical" -al menos sus candidatos- no ha logrado aparecer como una fuerza, siquiera marginal, apta para contestar su mensaje: esto independientemente de la calidad de las tomas de posición (las de Plinio Sampaio y Zé María). La hegemonía de la pareja Lula-Rousseff ha sido confirmada.

El apoyo de los medios (ante todo la televisión) a Dilma Rousseff fue menos masivo que el dado a Lula en las anteriores elecciones. Sin embargo, sigue siendo importante y sectores burgueses claves han apoyado a Lula-Rousseff, como consecuencia de una política que correspondía perfectamente a sus intereses. Entre otros, como país actor "subimperialista" emprendedor, en todos los sentidos del término, en el continente sudamericano.

La política de asistencia social (ayudas familiares de un poco más de 65 dólares al mes) ha podido captar un voto masivo de sectores pauperizados, entre otros en el Noreste; la región más pobre y donde reinan grandes propietarios que utilizan, descaradamente, métodos cercanos a los de los propietarios de esclavos.

Los ocho años de "reino" de Lula, en sintonía con sectores determinantes del capital -bancos, minas (Grupo Vale), agroexportaciones, petróleo (Petrobras), grandes empresarios de infraestructuras- le han asegurado un poderoso refuerzo institucional.

En el centro del poder político-económico se encuentra Petrobras. Es, a la vez, una empresa apta para atraer capital extranjero, para asegurar (entre otras cosas) que el real aguante en el mercado de cambios y para ser un instrumento de la diplomacia brasileña, en tanto que "país emergente" que se afirma en la escena mundial. Ciertamente, el capitalismo brasileño guarda rasgos (tipo de estructuras producto-exportadoras) que pueden reducir su influencia en caso de un cambio de la coyuntura mundial, o en países como China. Este país y diversos países asiáticos se han convertido, durante los últimos años, en un mercado cada vez más considerable para el capitalismo brasileño. La capitalización bursátil de Petrobras (valor de las acciones multiplicada por su número) es una de las más importantes del mundo. Y las reservas de petróleo que controla consolidan esta posición y su lugar por delante de Exxon.

Finalmente, la BNDS -que se supone es el "Banco Nacional de Desarrollo" que debe responder a las exigencias de una economía integrada en el desarrollo- no ha dejado de aportar su apoyo al proyecto de infraestructuras. Es decir proyectos, a menudo opuestos a los intereses de las poblaciones, pero que desembocan en beneficios masivos, rápidos y muy concentrados.

A esto se añade el apoyo de la BNDS a programas que tienden a atribuir a la economía brasileña los rasgos de una economía de exportación de commodities [término anglosajón que se aplica a todo producto vendido a granel, a menudo se vende en los mercados financieros ndt]. Aunque haya que tener en cuenta, aquí, del control del capitalismo brasileño sobre los procesos de transformación de una parte de esos bienes, así como de la logística (con toda su complejidad) necesaria para su exportación. En este sentido -por lo que se refiere a Brasil- el término de "reprimarización" (vuelta al sector primario) de la economía puede ser, en parte, evitado. Esta calificación, en mi opinión, está a menudo fundada en una estadística engañosa de la clasificación tradicional de las exportaciones.

En fin, el "lulismo" no ha renunciado a la política de privatización de los "bienes públicos" o también el rechazo a "renacionalizar" bienes privatizados bajo Fernando Enrique Cardoso (1995-2003). Además, bajo el reino de Lula se ha desarrollado la política de la PPP (Participación Privada Pública). Este "método" permite poner en pie la privatización completa o parcial de un sector dado, sin riesgos para el capital, sobre la base de un apreciación contable más seria de su potencial y de su rentabilidad, a lo largo de algunos años test.

Esta política de privatización resulta también ser un subproducto de la exigencia del capital financiero internacional y nacional de conseguir un saldo primario del presupuesto positivo (este saldo se calcula deduciendo de los ingresos el montante de los gastos sin contar las cargas de la deuda) a fin de responder con regularidad a los dictados de los acreedores nacionales e internacionales, es decir de los poseedores de obligaciones del estado brasileño que tienen tasas de interés elevadas. Las dos fracciones del capital financiero gozan de la tasa de cambio ascendente del real y de la renta (pago de la deuda) que llega regularmente.

Este conjunto de opciones económicas, políticas, institucionales, sociales ha permitido al PT ganar la dirección (puesto de gobernador) de los Estados (Brasil dispone de un sistema federal) siguientes: Sergipe, Bahía, Rio Grande do Sul, Acre.

El PT está casi seguro de arrancar en la segunda vuelta (este domingo 31 de octubre de 2010), el puesto de gobernador en el distrito Federal de Brasilia. Por medio de alianzas con diversos partidos de derechas (por tanto con los componentes financieros y materiales que constituyen los basamentos de estos acuerdos), el PT va ciertamente a obtener la dirección de los Estados de Rio de Janeiro, Pernambuco, Ceara, Maranhao, Piaui, Matto Grosso, Espiritu Santo y Matto Grosso do Sul.

La oposición de derechas, que se llama, entre otras cosas, "socialdemócrata", ha obtenido una mayoría en el Estado de Sao Paulo -el centro económico del país- y en el Estado (minero) de Minais Gerais, el tercero en importancia económica con el estado de Paraná y del Tocantins. La derecha bajo la denominación DEM (Demócrata, ex-Partido del Frente Liberal) no ha obtenido el puesto de gobernador más que en dos estados: Santa Catarina y Rio Grande di Norte.

En el Senado, la alianza alrededor del PT ha pasado de 39 escaños a 59, logrando así una mayoría. La cifra de 59 será confirmada el 31 de octubre de 2010, tras las elecciones en ocho estados. El Senado no será pues ya una instancia que pueda oponerse -en el sentido de negociar- con el gobierno. El Senado ha sido y será un lugar de negociaciones interburguesas (si se consideran los intereses sociales efectivamente defendidos por el PT y la composición social estatizada y "burguesificada" de su dirección). El PT estará sencillamente en mejor posición para negociar con sus aliados y "opositores".
En la Asamblea (Parlamento), el PT controlará el 60% de los escaños.

Balance: los "opositores" tradicionales han perdido terreno durante los ocho años del régimen Lula, del "lulismo", por retomar un término que denota la importancia del papel de PT transformado, durante un breve período consecutivo a su nacimiento formal (10 de febrero de 1980).

La política de asistencialismo (bolsa familia) en dirección de unos 40 millones de "pobres" (contando los miembros de la familia) -es decir hombres y mujeres hiperexplotados según modalidades llamadas informales y formales, por otra parte interconectadas- ha jugado un papel importante. Esto junto al apoyo abierto o implícito de fracciones muy significativas del Capital.

Por otra parte, la prensa económica -como Valor Economico- no ha dejado de subrayar el parecido de los dos programas defendidos por Dilam Rousseff (PT) y José Serra (PSDB).

Los sectores fragilizados (precariado) y pauperizados, en lo esencial no organizados y oprimidos, han visto en la delegación a un "hombre providencial" la solución parcial a su miseria. Una "providencia" (bajo la figura concreta de la bolsa familia) que afectaba a 3,6 millones de familias bajo Cardoso (1995-2002), llegará a ser extendida hasta casi 12 millones de familias en 2006.

A esto se ha añadido, en una coyuntura económica bastante favorable -al menos hasta 2011, en términos de las previsiones que podemos hacer- con un aumento del salario mínimo de un 54% en ocho años. Enfrente, las ganancias del sector bancario aumentaron el 400% como media. Lo que aseguró al PT un apoyo entre sectores de los asalariados que cobran una o dos veces el salario mínimo. Un apoyo que, de hecho, iba más a Lula -el gran comunicador, el rey del story telling, a cuya vida se ha consagrado una película- que al PT. Pues Lula es el verdadero centro de decisión del PT, alrededor del cual gira una neoburguesía burocrática, ávida de "poder", más simbólico que real, y sobre todo de dinero.

Esta política superficialmente "redistributiva" no ha impedido que el diferencial de rentas (en el sentido amplio) haga de Brasil uno de los países más desigualitarios del mundo, con lo que implica esta desigualdad en términos de explotación y de opresión; incluso, bajo la forma de las relaciones "semi-serviles" entre sectores de asalariados y capas pauperizadas (un servicio doméstico muy extendido, con rasgos acentuados de paternalismo).

No mencionaremos siquiera las múltiples situaciones de trabajo forzado, incluso en los sectores ligados a la industria llamada “moderna”. Por ejemplo, las acerías que funcionan con carbón de madera, una producción estigmatizada por la explotación más brutal; igual que el trabajo en el sector de la transformación de la caña de azúcar en carburante y que constituye la configuración emblemática del proceso brutal (primitivo) de acumulación del Capital en Brasil.

En fin, la política de "bancarización de la economía", más exactamente de apertura del crédito privado para los asalariados calificados como miembros de la "clase media", ha ampliado el apoyo al PT y de la misma ha asegurado un apoyo al consumo interno.

Ciertamente un sector de lo anterior ha sido ganado por Marina Silva que, salida del gobierno Lula, podía aparecer como alejada de las múltiples "operaciones políticas" tradicionalmente marcadas con el sello de la corrupción. Sin embargo lo cierto es que domina y va a dominar, en una coyuntura así, una adhesión a una estabilidad "consensual" en el seno de esta fracción activa de la sociedad.
Por otra parte, la posición "neutra" adoptada por Marina Silva, tras la primera vuelta, indica una voluntad táctica de negociar su resultado electoral con Dilma Rousseff, dando la impresión de una neutralidad entre Rousseff y Serra, a fin de reforzar su capacidad de negociación, en términos de posiciones ministeriales. Estará inclinada por una integración, bajo una forma u otra, al gobierno del PT de Lula y de la futura presidenta: Dilma Rousseff.

Los últimos sondeos (23 de octubre) dan una ventaja del 10% a Dilma Rousseff. El instituto de sondeos Ibope subraya que "Dilma Rousseff aparece como la mejor candidata para defender a los pobres". El mismo sondeo indica que ¡"Serra fue, bajo la presidencia de F.H.Cardoso el mejor ministro de salud del mundo"! Toda la prensa brasileña insiste en el aporte perentorio de Lula en la campaña electoral y en su capacidad de neutralizar los recientes ataques de Serra contra Dilma Rousseff o el PT. Su prestigio y los lazos establecidos con los centros de decisión mediáticos son de una gran utilidad para la ex-guerrillera Dilma Rousseff.

En este contexto, incluso si la temática es secundaria, puede ser útil frente a la confusión mantenida por ciertos sitios de la red ligados a la "izquierda radical", recordar algunos datos que la conciernen. Heloisa Helena (PSOL) no ha sido elegida en el Estado de Alagoas. Luciana Genro (PSOL-MES) ha fracasado en su reelección en el Estado de Rio Grande do Sul. Heloisa Helena ha dimitido de la presidencia del PSOL.

El PSTU saca un balance que se puede calificar de minimalista sobre su política electoral -candidatura de Zé María, tras el fracaso de la unificación sindical de Conclat- más allá de la calidad real de su mensaje claramente clasista y contra la presencia de las fuerzas brasileñas a la cabeza de la ocupación de Haití.

Plinio Sampaio ha hecho una campaña digna, honesta, pero un poco "sabia". La entrevista que sigue traduce su opinión sobre la primera vuelta.

La "izquierda radical" ha adoptado diferentes posiciones frente a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El PSTU llama a un voto nulo, "como forma de votar contra la derecha en la segunda vuelta". (ver Correspondencia de Prensa, 5-10-2010). Lo que nos parece correcto.

El PSOL, al menos la mayoría de su dirección, llama a no dar "ningún voto a Serra", lo que significa apoyar a Dilma Rousseff. (ver Correspondencia de Prensa, 16-10-2010). Todos los parlamentarios del PSOL han declarado que eran favorables "a un voto crítico a Dilma"; con la excepción de Jannina Rocha, diputada de Rio de Janeiro, que se ha pronunciado por el voto nulo.

El candidato presidencial del PSOL, Plinio Sampaio Arruda, ha adoptado la misma posición, lo que indica la coherencia y la honestidad política de su posición. Explica en una "Carta a la Nación": "¿Qué es lo mejor para la lucha del pueblo? Hacer frente a un gobierno claramente hostil y brutal (como sería el gobierno de Serra) o a un gobierno igualmente hostil, pero más hábil y más capaz de corromper políticamente a los dirigentes populares?". En esta perspectiva, es necesario, prosigue Plinio: "tomar posición claramente contra el actual sistema y no aceptar ningún compromiso con ninguna de las dos candidaturas". (ver Correspondencia de Prensa, 16-10-2010). La diferencia con el PSOL es clara.

El principal movimiento social del Brasil, el MST (Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra) no ha adoptado una posición oficial a propósito de la segunda vuelta y de un apoyo a una de las dos candidaturas. Sin embargo, la inmensa mayoría de su base ha votado por el PT. Sectores de la dirección del MST son manifiestamente mucho más críticos. Sin embargo están presos, claramente, de problemas materiales (apoyo a los campesinos que quieren instalarse). Estos problemas se han acelerado como consecuencia de la ilusión de una real reforma agraria que jamás despegó. Esto a pesar de la presencia, en el primer gobierno, del (micro) ministro de la Reforma Agraria: Miguel Rossetto. Este último continúa su carrera en Petrobras. Un ministro salido de Democracia Socialista, sección de la IV Internacional (SU) durante dos decenios, de 1985 a 2003 o 2004.

La difusión de estas informaciones sobre hechos sería útil en el seno de la izquierda radical europea. La confusión política podría reducirse como consecuencia de informaciones más continuadas -y menos jesuíticas- sobre Brasil y las fuerzas de la llamada "izquierda radical" en aquel gran país. La "verdad de los hechos" puede ser pedagógica. Además, siempre forma parte de una formación política honesta y clasista.

* Militante del Movimiento Por el Socialismo (MPS) de Suiza. Economista, director de los Cuadernos Libres (Ediciones Page deux), y redactor de la revista La Breche.

Correspondencia de Prensa: germain5@chasque.net

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/cM88